México D.F. Jueves 7 de octubre de 2004
Esa práctica se realiza desde hace 30 años en Namibia, indica en seminario en la UCM
Viable, tratar aguas negras para consumo humano, afirma especialista
Podría regresarse, ya limpio, el caudal que envía la ciudad al valle de Tula, Hidalgo
BERTHA TERESA RAMIREZ
Luego de advertir que el reuso de aguas negras para el consumo humano se practica desde hace 30 años en Namibia, Africa, donde se requirió de un programa científico y de desarrollo tecnológico de más de 10 años para realizarlo en forma confiable, Ramón Martín Mora, especialista en ingeniería hidráulica del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que una opción es surtir al DF del acuífero del valle de Tula, Hidalgo, el cual se recarga artificialmente -en un volumen de 25 metros cúbicos por segundo- de las aguas negras de la ciudad de México.
En la ponencia El problema del agua en el valle de México: una visión amplia, que presentó en el Seminario Internacional del Agua, que organizó la Universidad de la Ciudad de México (UCM), el investigador explicó que en Namibia dicha práctica se lleva a cabo en forma intermitente (en temporada de secas), y considera una dilución de agua renovada con la de primer uso, de al menos una a tres partes.
Falta investigación
"La tecnología para transformar agua residual en agua para consumo humano existe, pero se precisa efectuar pruebas de tratabilidad a niveles de laboratorio y piloto en la ciudad de México, con el objetivo de obtener criterios de diseño apropiados a la calidad" del líquido, "y definir cómo certificar la calidad potable del agua en función de los contaminantes de la localidad".
El especialista agregó que, en particular, se requieren estudios para avalar la calidad microbiológica y toxicológica del agua producida. Además es necesario efectuar estudios demostrativos a escala semindustrial, que sirvan para definir la confiabilidad del proceso, precisar los costos de inversión y de operación en las condiciones locales, así como para entrenar a los técnicos de operación.
Sobre la opción de inyectar el acuífero de la ciudad de México con agua del valle de Tula -el cual a su vez se recarga con aguas negras de la capital del país-, precisó que en este caso "el tratamiento lo lleva a cabo la naturaleza a través del suelo, la cubierta vegetal y los cuerpos de agua". Indicó que con esta opción se evitaría la inundación de tierras agrícolas en ese valle, por la saturación del subsuelo, y se disminuiría el costo del tratamiento del agua para su recuperación.
Agregó que también sería inferior el costo de transporte en relación con la importación de agua de otras cuencas, pues el valle de Tula se localiza a 50 kilómetros del Distrito Federal y sólo hay 150 metros de diferencia, en cuanto a la altura.
Sin embargo, para hacer viable esta opción, se requiere tratar las aguas negras que salen de la ciudad de México. El costo estimado sería de una cuarta parte del de potabilizar el agua residual dentro del valle de México.
El ponente recordó que hay otras acciones adicionales para enfrentar el problema del agua en esta ciudad, como impulsar campañas para el ahorro de agua, la cosecha de agua de lluvia y el reuso industrial.
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