México D.F. Jueves 7 de octubre de 2004
Presentará a legisladores propuesta de
presupuesto 2005 para el agro
Insuficientes, ofertas del gobierno; fomentan el asistencialismo:
UNORCA
Demanda incrementar 10% en términos reales los
recursos para el sector agropecuario
MATILDE PEREZ U.
Los
cerca de 2 mil campesinos de la Unión Nacional de Organizaciones
Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) participantes en la Caravana
Nacional por el Campo abandonaron ayer la ciudad de México tras
lograr que la Secretaría de la Reforma Agraria se comprometió
a destinar 36.1 millones de pesos para resolver asuntos del agro y que
la Secretaría de Agricultura les ofreciera 30.1 millones de pesos
para 22 proyectos productivos. "Se avanzó, pero no estamos satisfechos",
dijo Alberto Gómez Flores, de la comisión ejecutiva de la
organización.
Explicó que la Secretaría de Desarrollo
Social mantuvo su política de "trato diferenciado" a los no firmantes
del Acuerdo Nacional para el Campo, a los cuales se les incluye en un paquete
integrado con sólo 25 por ciento del total de los recursos de los
programas. En el caso de UNORCA, explicó, sólo se entregaron
11 millones de pesos del programa de vivienda y se logró que se
introdujera a 2 mil 13 adultos mayores en el programa respectivo, "pero
eso corresponde al presupuesto de 2003. Ese trato de desiguales violenta
nuestros derechos constitucionales, por eso insistimos en que la secretaria
Josefina Vázquez Mota vuelva a dialogar con nosotros", asentó.
Si es necesario, los campesinos de UNORCA regresarán
a la ciudad de México para recibir un trato digno y justo, dijo.
Hoy, una comisión de la organización se reunirá con
Angel Augusto Buendía Tirado, presidente de la Comisión de
Presupuesto de la Cámara de Diputados y con varios de los integrantes
de las comisiones unidas relacionadas con el sector agropecuario, a quienes
presentarán un documento de propuesta de presupuesto para 2005.
En dicho escrito, UNORCA protesta por la intención
del gobierno federal de reducir en 22 por ciento en términos reales
el gasto productivo para el campo; la continuación de una política
asistencialista y de disminuir 78.5 por ciento los recursos para el programa
de empleo temporal, 62.5 el presupuesto para adultos mayores y 52 por ciento
el dinero destinado a opciones productivas.
"Se fomenta una política asistencialista que agravia
a la población rural más desfavorecida económicamente,
que merma los efectos de la visión empresarial que promueven algunos
sectores afines al gobierno federal y que presenta la continuidad en el
desmantelamiento de la producción nacional", asentó la organización.
Destacó su preocupación por las reducciones
en los presupuestos para las distintas secretarías de Estado que
tienen programas para el campo y por la propuesta de la Sagarpa de crear
una nueva estructura programática "que no pasa de ser una reagrupación
forzada de todos los programas en cuatro cajones".
En su propuesta, la organización demanda que se
transparente el ejercicio de los ingresos por los excedentes petroleros;
se reglamente el compromiso de que 25 por ciento de los recursos destinados
a los gobiernos de los estados se canalicen al campo; terminar con los
rezagos y el subejercicio del presupuesto de 2003, pues "resulta grave
que apenas se esté atendiendo la demanda de las organizaciones correspondiente
a ese año".
Por ello, sugirió en su escrito, la Cámara
de Diputados debe constituirse en el "verdadero garante y vigilar la aplicación
correcta del presupuesto; evite los rezagos y castigue a los responsables
por el subejercicio de los programas de apoyo para los productores".
Otras de las sugerencias son: aumento de 10 por ciento
en términos reales de los recursos para el agro, establecer una
nueva estructura programática presupuestal para que todos los programas
rurales queden bajo los lineamientos de la ley de desarrollo rural sustentable,
se revierta y modifique el carácter asistencialista del presupuesto
rural, se mantenga el subsidio a la Universidad Antonio Narro y al programa
de fondos regionales de atención a la pobreza, revisión del
sistema financiero rural, modificar la ley de aguas nacionales evitando
la privatización del recurso y prohibir a las sociedades mercantiles
el acceso a la tierra.
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