Se ha constituido en una de las agrupaciones femeninas más escuchadas del país

Ni Putas ni Sumisas, reacción en Francia a la violencia misógina

AFP

Paris, 1Ɔ de octubre. El fenómeno de misoginia particularmente virulento que se registra en los años en los barrios difíciles de las ciudades francesas, llevó a un grupo de jóvenes a rebelarse, creando la asociación Ni Putas ni Sumisas, hoy una de las organizaciones más escuchadas del país.

En aquellos barrios cuya población procede mayoritariamente de la inmigración, en buena parte de países musulmanes, bandas de muchachos ejercen violaciones colectivas contra adolescentes, a menudo sus propias vecinas de edificio o compañeras de escuela.

También exigen que las chicas tengan una actitud de "humildad" ante los varones y se muestren "recatadas" en el vestir, so pena de agresión: algo que se creía relegado a un lejano pasado pero que, sin embargo, es asumido por muchachos muy jóvenes, a menudo casi niños.

Esta violencia ha llegado en ocasiones al asesinato de las jóvenes que no aceptaron someterse. Uno de estos crímenes, el de Sonane, muchacha de 17 años quemada viva en Vitry-sur-Seine (periferia de París), en octubre de 2002, conmocionó a toda Francia e hizo que se tomara conciencia de la gravedad del problema.

Como reacción a esa violencia, un grupo de muchachas organizó una asociación y publicó un manifiesto en el que afirmaron no ser "ni putas, ni sumisas, simplemente mujeres que quieren vivir su libertad y aportar su deseo de justicia".

El manifiesto denunció "la marginación económica y las discriminaciones, la tradición, la religión, el sexismo omnipresente, la violencia verbal y física, la sexualidad prohibida, las violaciones colectivas, el casamiento forzado..."

El movimiento fue adquiriendo amplitud. En marzo de 2003 organizó una marcha que, partiendo de Vitry-sur-Seine, recorrió durante cinco semanas 27 ciudades de Francia y terminó con una manifestación de 30 mil personas en París, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.

Hoy, Ni Putas ni Sumisas es una de las asociaciones de defensa de los derechos de la mujer más escuchadas de Francia, donde no existen estadísticas fiables sobre la violencia ejercida contra las mujeres.

Las cifras de la policía no hacen distinción entre las víctimas de homicidio y otros delitos en función de su sexo, pero, según la asociación Colectivo Nacional por los Derechos de la Mujer, seis mujeres son asesinadas cada mes por sus cónyuges.

Pero solamente entre julio y agosto la Afp informó de 19 casos mujeres muertas a raíz de la violencia familiar.

En lo que respecta a las violaciones, la policía francesa dispone de estadísticas -menos de 10 mil casos por año-, pero estas cifras están muy por debajo de la realidad.