México D.F. Sábado 2 de octubre de 2004
Entre amenazas de renuncias de consejeros, el
sol azteca no pudo llegar a ningún acuerdo
Divide al CEN del PRD la decisión de apoyar
a Maricarmen Ramírez
La esposa del gobernador de Tlaxcala busca apoyo mediante
cartas personalizadas
RENATO DAVALOS
Con amenazas de renuncia de algunos secretarios del Comité
Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD ante la posibilidad de que éste
pierda la votación por no apoyar a María del Carmen Ramírez
como candidata a suceder a su esposo Alfonso Sánchez Anaya en la
gubernatura de Tlaxcala, los perredistas no pudieron acercarse a un acuerdo
y aplazaron un nuevo capítulo de esta historia para el debate de
hoy en el Consejo Político Nacional.
Lo que sí aprobaron fue la convocatoria para el
noveno congreso nacional de su partido, que se celebrará los últimos
días de enero con una nueva composición en sus mil 100 delegados
que habrán de elegirse en el proceso del 9 de enero. Esos delegados
serán los que habrán de elegir a la nueva directiva que los
perredistas pretenden sea vía delegados y no abierto, para disipar
el fantasma de la anulación o las irregularidades.
El
peligro de que la propuesta del CEN de retirarse de la alianza electoral
con Convergencia en Tlaxcala profundizó el enfrentamiento y pospuso
un tema que estaba en la agenda de ayer y que ha sido removido en varias
ocasiones.
"Será un final cardiaco si no es que alguien arrasa
a alguien", fue el comentario del presidente nacional perredista, Leonel
Godoy, cuando negociaba anoche tratando de persuadir a las corrientes para
respaldar la propuesta del comité que retiraría al PRD de
la elección de noviembre.
Después de una última encerrona del CEN,
el secretario general, Carlos Navarrete, desmintió que Leonel Godoy
vaya a renunciar. Este último, frente a las insistentes preguntas,
respondió: "ya veremos mañana, ya veremos".
La reunión inició tres horas después
de la hora convocada. Además, la carta que la senadora Maricarmen
Ramírez envió en forma personalizada a todos los consejeros
nacionales perredistas para considerar el sentido de su postura y un incansable
cabildeo entre las tribus para decidir si apoyaban o no a la esposa
del gobernador de Tlaxcala, precedió la discusión en torno
a este tema en el seno del Consejo Nacional perredista.
La división de los chuchos con Jesús
Ortega y Rosario Tapia apoyando la decisión para que el PRD se retirara
de la coalición electoral en Tlaxcala y la otra en favor de la senadora,
con Carlos Navarrete y Carlos Sotelo al frente, protagonizaron las discusiones
entre las corrientes.
Hubo inclusive sugerencias para que la votación
se hiciese en forma universal, secreta y directa para salvar la presión
de los grupos perredistas.
Los amalios -ausente su lideresa, la gobernadora
Amalia García- argumentaron su voto en favor de Ramírez en
voz del diputado Juan José García Ochoa: "utilizamos el mismo
criterio que podría aplicarse a Rosario Tapia o Angélica
de la Peña" dijo.
Contra esa determinación y en apoyo a la propuesta
que hizo el Comité Ejecutivo Nacional para retirarse de la coalición,
se manifestaron los unyres, ex rosaristas, los integrantes de la
Red de Izquierda Revolucionaria y los del Movimiento de Bases Insurgentes.
El peligro de que la propuesta del comité ejecutivo fracasara, y
que el consejo se viera obligado a apoyar a Ramírez pospuso el debate
a lo largo del día.
En un último esfuerzo por persuadir a los consejeros
en su votación, la senadora Ramírez remitió misivas
personalizadas a cada uno de los integrantes de este órgano partidista.
Dos páginas de considerandos y dos con las copias de las encuestas
en las que Ramírez ganó la elección interna.
Entre los argumentos, refiere la invitación a "considerar
el sentido de tu postura. Confío en que habrás de optar por
la mejor decisión ética y que tu sufragio será libre".
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