México D.F. Sábado 2 de octubre de 2004
Ello fue documentado en 1973 por el gobierno
de Luis Echeverría Alvarez
Halcones actuaron como francotiradores contra
el Ejército el 2 de octubre de 1968
La Femospp solicitará órdenes de aprehensión
después que la SCJN resuelva el caso del 10 de junio
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
A 36 años de la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco,
y a tres años de que la Fiscalía Especial para Movimientos
Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) iniciara sus indagatorias,
se han obtenido pruebas que acreditan que el gobierno de Luis Echeverría
documentó en 1973 que los halcones habían actuado
como francotiradores contra el Ejército en la Plaza de las Tres
Culturas, y sin embargo no se actuó en consecuencia.
Funcionarios
de la fiscalía indicaron que pese a los avances de la indagatoria
siguen abiertas muchas líneas de investigación y hasta el
momento lo único cierto es que la Femospp, órgano de la Procuraduría
General de la República (PGR), solicitará órdenes
de aprehensión por genocidio hasta que la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN) resuelva el caso del 10 de junio de 1971.
Las fuentes revelaron que a la investigación aún
le faltan muchas diligencias por desahogar y archivos -como el de la PGR-
por revisar; incluso, no se ha podido obtener documentación del
gobierno de Estados Unidos respecto a lo acontecido. Sin embargo, ya se
comienza a descartar el involucramiento del gobierno estadunidense en el
asunto y un supuesto financiamiento de la embajada soviética para
los estudiantes.
Sin embargo, la Femospp aseguró en un comunicado
de prensa que ya elabora el pliego de consignación, que ''las indagatorias
y demás actos ministeriales han quedado prácticamente concluidos''
y que ''la consignación se efectuará en el momento oportuno''.
Informes de la extinta Dirección Federal de Seguridad
(DFS), localizados en el Archivo General de la Nación y que fueron
firmados por el capitán Luis de la Barreda Moreno, documentan que
en 1973 el gobierno de Luis Echeverría obtuvo declaraciones de una
persona ''seria'' en las cuales se afirma que los halcones ''estaban
al servicio del gobierno y habían sido los que dispararon desde
las ventanas de la unidad Tlatelolco en contra del Ejército'', el
2 de octubre de 1968.
El informe, elaborado el 5 de mayo a partir de declaraciones
de Alfonso de la Serna y Salazar -empleado de una aerolínea y quien
fue calificado de persona seria e inteligente-, señala que los halcones
''estaban encuadrados en las nóminas del Departamento del Distrito
Federal en las secciones de Limpia, Parques y Jardines y otras actividades''.
Agrega que oficialmente eran trabajadores de esa dependencia, pero cuyas
funciones, bajo el nombre de agentes de seguridad del país, ''operaban
como cuerpo represivo contra el pueblo y estudiantado''.
Supuestamente la DFS seguiría la investigación
en torno a la existencia de los halcones, pero ésta nunca
se llevó a cabo a pesar de que al menos la Procuraduría General
de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) había iniciado una averiguación
previa por los hechos del 10 de junio de 1971.
Además de ese reporte existen otros documentos
de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales
(DGIPS) que documentan la presencia de Manuel Díaz Escobar -jefe
de los halcones- en actividades del movimiento estudiantil, y la
infiltración de su personal entre los contingentes y su participación
en ataques a escuelas del Politécnico durante el conflicto estudiantil.
Sin embargo, durante las investigaciones que supuestamente realizaron las
autoridades en 1971, tras la matanza del 10 de junio, se concretaron a
interrogar a Manuel Díaz Escobar y nunca se le fincaron responsabilidades.
Primeras conclusiones
De acuerdo con las fuentes consultadas se perfilan conclusiones
que señalarán que la inconformidad de los estudiantes se
dejó crecer por parte del gobierno federal, y que las diferencias
ente grupos políticos, así como un enfrentamiento entre el
entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena),
Marcelino García Barragán, y el jefe del Estado Mayor Presidencial,
Luis Gutiérrez Oropeza, fue lo que desencadenó la matanza,
con el consentimiento de Luis Echeverría Alvarez, entonces secretario
de Gobernación.
Para
ello se ha considerado como una versión a confirmar lo afirmado
por el entonces procurador general de la República, Julio Sánchez
Vargas, quien dijo que la intervención del Ejército ''fue
motivada a solicitud de las autoridades: Luis Cueto Ramírez (jefe
de la policía), Alfonso Corona del Rosal (regente de la ciudad)
y Luis Echeverría (secretario de Gobernación). El titular
de la Sedena, Marcelino García Barragán, brindó apoyo
para restablecer el orden público y la paz social''.
Según la información obtenida, entre los
acusados estarían el ex presidente Echeverría; el capitán
Luis de la Barreda, como subdirector de la DFS; el general Alberto Quintanar,
por haber participado como instructor del Batallón Olimpia, y el
ex oficial mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores, José
Salvador Gallástegui Contreras, a quien según reportes oficiales
de la PGR se le cambió su situación jurídica y pasó
de testigo a inculpado.
Supuestamente, en esta consignación la Femospp
sí acusará a varios militares en retiro, aunque una de las
hipótesis es que los enviados por la Sedena a Tlatelolco no tenían
la orden de atacar a los civiles que estaban en la Plaza de las Tres Culturas,
sino desalojarlos. De acuerdo con las hipótesis de la fiscalía,
la misión de los efectivos de la Defensa Nacional era auxiliar a
la Policía Preventiva del Distrito Federal, y ''por medio del convencimiento
impedir que los asistentes al mitin se trasladaran al casco de Santo Tomás''.
Además destaca que, según las investigaciones,
no hubo desaparecidos a consecuencia de los hechos de Tlatelolco, como
tampoco más de 40 muertos entre civiles y militares.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la fiscalía
que dirige Ignacio Carrillo Prieto no ha obtenido pruebas documentales
o testimoniales de que a consecuencia de los tiroteos hayan fallecido centenares
de asistentes al mitin convocado por el Consejo Nacional de Huelga (CNH),
como lo señalaban reportes de la embajada estadunidense en México
o las crónicas de periodistas presentes en los hechos.
Respecto a las investigaciones que realiza la Femospp,
Raúl Alvarez Garín, integrante del Comité 68, asegura
que se ha tenido un gran avance, ''pues ya se está en el camino
de llevar a los tribunales a los responsables de la matanza''. Consideró
que ''no se debe descartar que por miedo, quienes hayan tenido algún
familiar desaparecido continúen sin denunciarlo'', ya que, según
él, ''hay reportes de la existencia de fosas clandestinas en distintos
puntos del país, entre ellos el Panteón Dolores, en la ciudad
de México; la Poza Menéndez, en Guerrero, y una zona cercana
al Nevado de Toluca''.
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