México D.F. Jueves 30 de septiembre de 2004
Según sondeos, el electorado prefiere
el estilo directo del actual jefe de la Casa Blanca
Esta noche, primer debate entre Bush y Kerry en busca
de la presidencia de EU
El aspirante demócrata se desenvuelve mejor cuando
sabe que va perdiendo, dicen asesores
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 29 de septiembre. La última
oportunidad para que el candidato presidencial demócrata, John Kerry,
logre convencer al electorado que sería la mejor opción para
el país en los comicios de noviembre podría ser la noche
del jueves, cuando enfrentará al presidente George W. Bush, en el
primero de tres debates transmitidos en vivo por los medios a nivel nacional.
A sólo 33 días para las elecciones casi
todas las encuestas del último mes han registrado que Bush goza
de una ventaja consistente de entre 6 y 8 puntos contra su opositor demócrata.
Pero estas mismas encuestas también revelan que Bush es vulnerable,
ya que los votantes expresan su descontento por la guerra en Irak y el
estado de la economía estadunidense.
Simpatizantes
de Kerry señalan que tiene reputación de saber combatir cuando
está perdiendo y que de manera consistente ha ganado sus pugnas
electorales a lo largo de su carrera política en las rectas finales.
"Si esto fuera una contienda de boxeo, podría estar perdiendo en
las calificaciones en los primeros 5 ó 6 rounds", explicó
Dan Payne, un viejo asesor de Kerry en entrevista con el New York Times.
"Pero entonces se da cuenta que 'yo podría perder esto si no hago
algo con mayor fuerza', y resucita y así puede acabar con un opositor".
El debate este jueves en la Universidad de Miami está
enfocado sobre política exterior, el tema que los votantes han expresado
como la razón más importante para relegir a Bush. Para combatir
esta percepción, Kerry abandonó recientemente el enfoque
sobre la economía estadunidense para intensificar su crítica
a la política exterior de Bush, la cual, dice, llevará a
más bajas estadunidenses, otro Vietnam en Irak, un programa de servicio
militar involuntario y hasta una mayor posibilidad de un ataque nuclear
contra Estados Unidos.
Estos mismos temas estarán presentes en el debate,
cuando los simpatizantes de Kerry dicen que el público tendrá
otra oportunidad para ver el candidato "real". Kerry, señalan, sólo
ha sido derrotado electoralmente una vez en su carrera como político,
y eso sucedió en 1972.
Más forma que fondo
Pero los debates presidenciales televisados -y muy coreografiados-
se tratan mucho menos sobre contenido, hechos y conocimiento, sino sobre
las percepciones proyectadas al público nacional. Ambas campañas
han trabajado incesantemente para estructurar cada detalle de los debates
para favorecer a su candidato, negociando todo desde los ángulos
de las tomas de las cámaras, el tamaño y altura de los podios
y el formato, incluidos los límites de tiempo para las declaraciones
y respuestas.
"Se les llama debates, pero no lo son", afirmó
la experta republicana Sheila Tate al Washington Post. Señaló
que los debates más bien son "plataformas sobre las cuales los candidatos
se posicionan" para un público de votantes indecisos quienes, según
las investigaciones, reaccionan dependiendo más de su ánimo
y simpatía que de un análisis del intercambio verbal.
Con esto en mente, los negociadores republicanos para
estos tres debates intentaron definir todo, incluso hasta qué imágenes
podrían proyectar las cámaras durante los debates y evitar
que ambos candidatos tuvieran un intercambio frente a frente. Al final,
estas demandas fueron rechazadas por la comisión de debates presidenciales
que supervisa este proceso.
Aunque Kerry fue campeón de debates de la Universidad
de Yale y ha logrado derrotar a contrincantes políticos en debates
a lo largo de casi 20 años, simpatizantes de Kerry reconocen que
Bush también es maestro de este arte con un estilo que ha tumbado
a opositores mucho más inteligentes que él, incluyendo la
ex gobernadora de Texas Ann Richards y el candidato presidencial demócrata
Al Gore. "Bush jamás ha perdido un debate, que yo acuerde", comentó
el estratega demócrata Chuck Dolan en entrevista con el Post.
"Es muy frío, se mantiene sobre el mensaje. Aborda los debates de
manera muy diferente a la mayoría de los políticos".
A Bush nunca se le ha conocido como un experto sobre los
detalles complejos de política y de hecho, según su propia
confesión, no lee mucho, y a pesar de las burlas sobre sus constantes
errores al hablar, sus contrincantes anteriores advierten que es un error
menospreciar su talento.
El secreto del estilo de debate de Bush es la sencillez,
explicó el profesor de literatura Stanley Fish de la Universidad
de Illinois. Fish reporta que distribuyó segmentos de discursos
recientes de Bush y Kerry a estudiantes de primer año en su universidad
y les preguntó, exclusivamente sobre la base de estos discursos,
por cuál candidato votarían.
Bush ganó en una votación de 13 contra dos.
"El análisis fue devastador", escribió Fish
en un artículo en el New York Times. "Bush, señalaron
los estudiantes, empieza con una frase temática perfecta: 'nuestra
estrategia está triunfando', que establece bien un primer párrafo
describiendo cómo las condiciones en Afganistán, Irak, Libia,
Pakistán y Arabia Saudita asistieron a los terroristas". El párrafo
concluye con una declaración afirmativa: "América y el mundo
están más seguros".
En comparación, Kerry constantemente hace preguntas
complicadas ante su público antes de ofrecer información
y su punto de vista. "Como resultado, su público se siente estúpido",
dice Fish. Sus estudiantes calificaron a Kerry de "confuso", "difícil
de entender" y alguien que "no puede presentar claramente el punto".
Fish rechaza la idea de que la sencillez de las declaraciones
de Bush manifiestan una mente simplista y la carencia de sofisticación.
"Si no puedes explicar una idea o una política de manera simple
en una o dos frases, la idea no te pertenece. Las palabras no son sólo
la ropa cosmética de una integridad subyacente; son los vehículos
operacionales de esa integridad, la manifestación visible del carácter
ante el cual los demás responden. Y si las palabras que usas se
deshacen, suenan huecas, se esfuman y suenan como si llegaran de ninguna
parte o de cualquier parte (esto es la misma cosa), crecerá la sospecha
de que lo que carecen es lo que tú careces, y nadie te seguirá".
El "poder" de Bush
Ann Richards descubrió el poder del estilo de Bush
durante la elección a gobernador de Texas. Durante el debate clave,
Bush fue interrogado sobre su posición en el tema de los casinos.
"Me opongo a los casinos", contestó y se sentó, aunque todavía
le restaba tiempo para responder. Richards también dijo que se oponía,
pero después dio una amplia explicación sobre por qué
un gobernador podría no tener el poder para incidir sobre el tema.
Bush ahora tenía 30 segundos para responder. "Me opongo a los casinos",
fue lo único que dijo.
Este breve intercambio fue considerado decisivo en la
elección de gobernador ese año. Bush proyectó la imagen
de un político decisivo, firme y confiable. Richards, la sabia y
veterana política, todo lo opuesto. Bush ha empleado esta técnica
-dar respuestas simples y directas- durante toda su carrera política.
Por ejemplo, este año fue interrogado constantemente sobre el fracaso
en la búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak. Bush,
casi siempre, responde algo como "Saddam Hussein era un tipo malévolo,
uso gas contra su propio pueblo. El mundo está mejor sin él
en el poder".
Kerry recientemente ha intentado simplificar su mensaje.
Por ejemplo, ya limita las explicaciones de su razonamiento político.
Esta última semana ha tratado de responder a este mismo tema con
el mensaje de ¿dónde está Osama? "George Bush dio
prioridad a Saddam Hussein. Mi prioridad hubiera sido Osama Bin Laden".
Los televidentes tendrán que juzgar si esto funcionará esta
noche del jueves.
A este debate seguirá otro el viernes 8 de octubre
en San Luis y un tercero y último el miércoles 13 de octubre
en Arizona.
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