México D.F. Jueves 30 de septiembre de 2004
El Presidente le recomendó recurrir a
los cauces jurídicos en el caso del desafuero
Imparcialidad, garantía de Fox a López
Obrador en frío encuentro
El jefe del GDF rechazó el plan para equiparar
la capital con los estados en gasto educativo
ROSA ELVIRA VARGAS
Como se preveía, el proceso de desafuero que encara
el jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés Manuel López
Obrador, marcó su encuentro ayer en Los Pinos con el presidente
Vicente Fox. Tres horas después de la reunión, Presidencia
dio a conocer en un comunicado que el titular del Ejecutivo federal "sostuvo
que no ha habido ni habrá intención alguna de afectar políticamente"
al gobernante capitalino, y resalta la recomendación para que éste
acuda a los cauces jurídicos a su alcance y contribuir, de ese modo,
"a generar un ambiente de concordia política en el país".
El
documento indica que el jefe del GDF "planteó el tema relacionado
con el predio El Encino, sosteniendo los puntos de vista que ha venido
planteando ante la opinión pública".
Apunta que, en respuesta, Fox le explicó: "Este
caso no tiene precedente, ya que por primera vez el Ministerio Público
actuó a petición expresa de un tribunal. Por esa razón,
de no haber acatado las instrucciones del tribunal de consignar el caso,
el gobierno federal habría incurrido en una responsabilidad legal''.
Sin embargo, Fox se comprometió con López
Obrador "a darle las garantías, en el ámbito de sus atribuciones,
para que el proceso se desarrolle de manera imparcial'', no obstante que,
como se sabe, se encuentra actualmente en el ámbito del Poder Legislativo
y pasará después a manos del Judicial.
El comunicado consigna que el mandatario pidió
a López Obrador "recurrir a los cauces jurídicos que la ley
le otorga. Afirmó que esto sin duda contribuiría a generar
un ambiente de concordia política en el país".
Creel y Sojo, presentes
Tanto por el registro gráfico como por la observación
directa pudo constatarse que López Obrador estuvo -y salió-
insatisfecho de su visita a la residencia presidencial, adonde no acudía
desde el 18 de septiembre de 2003. Además, contra su anunciada pretensión
de hablar sin intermediarios con el Presidente, en el encuentro participaron
también el secretario de Gobernación, Santiago Creel, y el
coordinador de Políticas Públicas, Eduardo Sojo.
El vocero presidencial, Rubén Aguilar, no aceptó
interrogantes. Casi de entrada leyó que López Obrador hizo
manifiesto su desacuerdo con la iniciativa de reforma constitucional que
busca equiparar al Distrito Federal con las demás entidades federativas
en materia de gasto educativo.
"El Presidente dijo que en ocasiones las decisiones del
Poder Legislativo modifican las propuestas del propio Poder Ejecutivo federal
y éste siempre las ha acatado en un marco de pleno respeto al equilibrio
de poderes."
Como única coincidencia se consignó que
ambos emprenderán medidas conjuntas encaminadas a resolver los problemas
de la ciudad de México y el área metropolitana "sobre la
base de una relación respetuosa, democrática y federalista".
Presidencia defiende insistente la proclama hacia el diálogo.
Reitera la adhesión de Fox al pacto federal y el respeto que le
merecen los gobernantes, con quienes siempre ha mantenido "una actitud
que se expresa en un espíritu de comunicación permanente,
cuyo objetivo principal es servir a la ciudadanía". El gobierno
de la ciudad de México, indica Presidencia, "no es la excepción".
Resalta también la disposición presidencial
a promover acciones conjuntas en beneficio de los habitantes de esta capital
y del resto del país, y concluye que durante la reunión "se
expusieron puntos de vista con plena libertad en un ambiente de respeto",
además de que convinieron "continuar el diálogo en posteriores
encuentros".
Cuatro "saludos" de mano
Una hora exacta permaneció López Obrador
en Los Pinos. Llegó en su acostumbrado compacto blanco. Se encontró
con Fox y sus colaboradores en la biblioteca José Vasconcelos de
la residencia Miguel Alemán. Tanto por obligada cortesía
como por petición de los dos grupos de fotógrafos convocados
para consignar el rencuentro, se estima que al menos cuatro veces se saludaron
de mano.
En ese gesto, sin embargo, la mirada de estos dos políticos
casi nunca se encontró.
Una reunión resultado de 18 solicitudes de audiencia
La de ayer fue la séptima visita del jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés Manuel López Obrador, a Los Pinos en la gestión del presidente Vicente Fox. La efemérides que más los ha convocado ha sido el aniversario de los sismos de 1985, que se recuerda cada año el 19 de septiembre en el Zócalo capitalino. Este año no fue la excepción.
Entre 2001 y ayer, Fox y López Obrador se han encontrado en otras 25 ocasiones en diversos actos, tanto en la residencia oficial como en otros puntos de la capital del país.
La última vez que el mandatario capitalino estuvo en Los Pinos fue el 18 de septiembre del año pasado, para la firma de un convenio por el cual se iniciaba la construcción de la nueva sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores en el Centro Histórico.
Del mismo modo, antes de llegar a este encuentro, López Obrador formuló cuatro peticiones expresas de diálogo con el presidente Fox. Estas fueron los días 15 y 21 de julio, y 13 y 14 de septiembre de este año.
Sin embargo, en conferencias de prensa y sobre todo a partir de que se desataran los videoescándalos en marzo, López Obrador pidió ser escuchado en forma directa por Fox en 18 ocasiones. ROSA ELVIRA VARGAS
|