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México D.F. Martes 28 de septiembre de 2004
Le achacan incompetencia, impericia, ineptitud
y uso faccioso de la justicia
La ingobernabilidad, atribuible a Fox, coinciden participantes
en un foro
Beatriz Paredes propone segunda vuelta presidencial
Las cámaras del Congreso, sin legitimidad para discutir la reforma
del Estado, advierte el politólogo Luis Javier Garrido
ENRIQUE MENDEZ
En
una larga jornada de debate sobre las reformas necesarias, la coincidencia
entre los participantes fue que si a alguien se le puede atribuir la ingobernabilidad
del país es al presidente Vicente Fox y a su equipo de gobierno,
a su incompetencia administrativa, impericia e ineptitud, y al uso faccioso
que le da a la justicia. Y frente al reto de evitar que todo ello conduzca
a un conflicto en el cambio de poderes en 2006, inclusive a una salida
violenta, se desgranaron en la Cámara de Diputados una serie de
propuestas.
La presidenta de la Fundación Colosio, Beatriz
Paredes Rangel, abrió la discusión sobre la viabilidad de
la segunda vuelta presidencial, y distintos participantes en las consultas
públicas Gobernabilidad democrática: ¿qué reformas?,
plantearon la necesidad de establecer en la Constitución mecanismos
de democracia semidirecta, como el referendo y el plebiscito, y el presidente
de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones,
dejó en la mesa un proyecto para instaurar el cargo de jefe de gabinete,
y otra que retoma la figura del Colegio Electoral para las cámaras
del Congreso, para el caso de que en la elección presidencial ningún
candidato obtenga una victoria por alto margen.
El doctor en Ciencia Política, Luis Javier Garrido
-quien convocó a la Cámara a no ser ''cómplice'' de
Fox en el juicio de desafuero contra Andrés Manuel López
Obrador- definió que la reforma del Estado es necesaria, pero no
puede ser discutida y aprobada por las cámaras actuales del Congreso,
porque éstas ''no tienen la legitimidad para ello, ni sobre la mesa,
ni en función de las ambiciones coyunturales, inmediatas de los
partidos, ni, sobre todo, al margen del pueblo''.
Durante el primer día de discusiones, el Partido
Acción Nacional (PAN) trató de suavizar las críticas
a la gestión foxista, y el coordinador blanquiazul en San
Lázaro, Francisco Barrio, sostuvo -con citas de Norberto Bobbio-
que la gobernabilidad depende no sólo del gobierno, sino también
de los gobernados.
Aun así, abundaron las posiciones que atribuyeron
al jefe del Ejecutivo y a sus colaboradores la responsabilidad principal
de los conflictos políticos, sociales y económicos. El dirigente
de la Confederación Nacional Campesina, Heladio Ramírez López,
describió que la democracia como forma de gobierno enfrenta un déficit
de confianza, y el disgusto llega al extremo perturbador de preferir un
régimen autoritario, si éste le garantiza soluciones, a la
pobreza.
''Arriesgan la gobernabilidad democrática un Poder
Ejecutivo débil y voluntarista, un Congreso sometido a presiones
y descalificaciones, un Poder Judicial al borde del descrédito,
partidos cuestionados y políticos alejados de la confianza popular'',
afirmó.
El país se enfrenta a la disyuntiva, abundó
más tarde Alejandra Moreno Toscano, de los orígenes del Estado
moderno: o se reforma la política para crear nuevos equilibrios
de poder o se acepta como horizonte la división facciosa y las soluciones
de fuerza. Así que, apuntó, la reforma que se necesita es
aquella que establezca nuevas reglas para la creación de mayorías,
perfile al nuevo Poder Ejecutivo y lo dote de un nuevo margen de maniobra,
pero con responsabilidad sobre sus actos, y la que ponga punto final al
uso faccioso de la justicia y obligue a los tribunales y jueces a resarcir
el daño.
Por la mañana, en la primera mesa, Beatriz Paredes
planteó, como una forma de resolver el dilema de la distribución
de apoyo popular a los presidentes de la República, analizar la
pertinencia de la segunda vuelta en la elección presidencial. El
escenario de corto plazo, comrntó, será el de fuerzas políticas
parcializadas en tres gajos, por lo que esa figura puede ser un instrumento
importante para la generación de acuerdos y adhesiones indispensables.
Señaló que el modelo presidencial que ejerció
el Partido Revolucionario Institucional durante 70 años será
irrepetible, y consideró que durante el actual gobierno lo que prevalece
es la ineficacia, la ineptitud, la impericia, ''y el boato del presidencialismo
mexicano atrapó al proyecto renovador; eso es dramático''.
Más allá de las reformas, argumentó,
la gobernabilidad democrática implica lograr la obediencia por medio
de la aplicación regular y sistemática de la ley, por lo
que el imperio del estado de derecho no tiene que ver con cambios estructurales,
sino con saber ejercer el gobierno.
Durante la tarde, Luis Javier Garrido definió que
mientras los grandes problemas nacionales se agravan por la ineptitud,
la corrupción y la prepotencia del régimen de Vicente Fox,
que a lo largo de cuatro años ha gobernado ante la impasividad del
Legislativo, violando la Constitución, a la que también pretende
desmantelar, y comprometiendo la seguridad y los intereses de México,
el debate se centra sobre una supuesta crisis institucional derivada del
hecho de que el Ejecutivo no controla la mayoría en el Congreso.
La realidad es que, indicó, si hoy existe un desastre
gubernamental, éste es consecuencia tanto de la incompetencia administrativa
del gobierno foxista, como de su perversidad y mala fe aunada a la de sus
colaboradores, que buscan imponerle al país, en contra de la opinión
de las mayorías, los programas neoliberales que reclaman los intereses
trasnacionales, a los que el mandatario se comprometió a satisfacer
a cambio del financiamiento ilícito que recibió durante su
campaña en 2000.
Asimismo, la 59 Legislatura de la Cámara de Diputados,
indicó, no ha cumplido su tarea constitucional de frenar al Ejecutivo
en sus pretensiones de atentar contra los derechos fundamentales del pueblo,
y los legisladores están ante el riesgo ''de ser cómplices
de Fox en el proceso político absurdo y vergonzoso del juicio de
procedencia al jefe de Gobierno de la capital, Andrés Manuel López
Obrador, y de pasar de manera bochornosa a la historia nacional si no entienden
el sentir de los tiempos que corren".
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