México D.F. Sábado 18 de septiembre de 2004
Rebate el mandatario local cuestionamientos
de diputados de PAN y PRI
Acalorada ronda de preguntas y respuestas cerró
la sesión en la ALDF
Enfrentamiento verbal en la galería estuvo a
punto de terminar a golpes
RAUL LLANOS Y ANGEL BOLAÑOS
En la ronda de preguntas y respuestas, luego del Informe
de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la diputada panista
Gabriela Cuevas reprochó al mandatario capitalino que el caso de
El Encino le estaba generando "su mejor plataforma de campaña".
En respuesta, el gobernante le recomendó: "Mire, diputada, si no
quieren que se convierta el asunto del desafuero en plataforma electoral,
lo mejor es que hagan una labor de convencimiento, de persuasión,
a quienes echaron a andar esto".
Fue
un planteamiento inesperado, que mereció el apoyo de la mayoría
perredista, que colmó el recinto de Donceles y Allende, y prácticamente
fue la línea que guió el resto de sus respuestas. A la legisladora
del PAN le dijo además que sus detractores pensaron que iba a ser
muy fácil que la sociedad les "comprara" la idea de que era necesario
castigarlo porque había violado la ley, pero el pueblo "ya no es
menor de edad ni se está chupando el dedo".
Por eso, dijo López Obrador, aquí tienen
sólo dos opciones: "seguirse de largo cometiendo una gran injusticia,
un atropello, o rectificar. Creo que para el bien de la ciudad y del país,
lo mejor es volver al estado de derecho y hacer a un lado el estado de
chueco, que es lo que quieren aplicar en mi caso".
Testigos del acto fueron legisladores federales y locales,
gobernadores, representantes del sector empresarial, líderes nacionales
y estatales de partidos políticos, el gabinete legal y ampliado
del Gobierno del Distrito Federal (GDF), y precandidatos presidenciales,
como Felipe Calderón, por el PAN, y el perredista Ricardo Monreal.
En su intervención, el priísta Mauricio
López cuestionó la omisión del mandatario local sobre
los actos de corrupción de René Bejarano, Gustavo Ponce y
Carlos Ahumada. En respuesta, el jefe de Gobierno dijo que esos "hechos
vergonzosos" sirvieron como "prueba del ácido" para demostrar que
él no estaba involucrado ni conocía de esas situaciones,
y reiteró que su administración no da protección a
nadie, "aunque se trate de familiares". Y expresó que a él
lo podrán acusar de muchas cosas, "pero no de ratero".
Los aplausos generaron una nueva embestida del líder
priísta Edgar Mereles, quien se puso a cantar desde su lugar: "aplaudan,
aplaudan, no dejen de aplaudir, que este gobierno se tiene que morir".
El director general de Obras del GDF, Rafael Marín Mollinedo, y
el tesorero Oscar Rosado lo increparon, y el segundo finalmente le gritó:
"chinga a tu madre". Funcionarios cercanos debieron intervenir para que
se calmaran los ánimos.
Otro simpatizante priísta sacó un folder
con supuestas pruebas contra ex servidores públicos implicados en
actos de corrupción. En sus curules, Norma Gutiérrez y José
Medel extendieron una manta para reclamar a López Obrador que antes
de pedir audiencia con el Presidente la otorgue a los diputados locales.
Los del PRD respondieron con una pancarta que decía "Ladran, Sancho,
significa que avanzamos".
Al finalizar las preguntas, la perredista Silvia Oliva
cuestionó el impacto que tendrá el recorte en participaciones
federales al DF, en materia de educación. Por último, el
gobernante capitalino pidió a los diputados locales y federales
que hagan a un lado los intereses políticos y "defiendan los intereses
del DF para que no se cometa una arbitrariedad" que castigaría a
los ciudadanos.
|