México D.F. Lunes 13 de septiembre de 2004
Lanza cohetes sobre multitud que se congregó
en torno a un Bradley en llamas
Ataque aéreo de EU en Bagdad; 13 muertos, entre
ellos un periodista
Sexto corresponsal abatido; combates en Ciudad Sadr,
Ramadi y al sur de la capital iraquí
"Somos trabajadores comunes, sólo tratamos de
vivir", dice uno de los más de 60 lesionados
PATRICK COCKBURN THE INDEPENDENT
Bagdad, 12 de septiembre. "Soy periodista. Me muero,
me muero", gritó Mazen Tumeizi, corresponsal del canal árabe
de televisión Al Arabiya, cuando las esquirlas de un cohete disparado
por un helicóptero estadunidense se le clavaron en la espalda.
Otras 12 personas murieron y 61 resultaron heridas en
la calle Haifa, en el centro de Bagdad, por cohetes disparados desde dos
helicópteros de Estados Unidos sobre una multitud que se había
congregado en torno de un vehículo de combate Bradley del
ejército de ocupación que horas antes había sido alcanzado
por un cohete o una bomba.
"El helicóptero disparó sobre el Bradley,
que estaba en llamas, para destruirlo", afirmó Maj Phil Smith, de
la primera división de caballería. "Fue por la seguridad
de la gente que lo rodeaba."
Tumeizi,
palestino, fue el sexto periodista en morir a manos de las tropas estadunidenses
desde la captura de Bagdad, el año pasado. La videocinta de sus
últimos momentos muestra el Bradley ardiendo a la distancia
y multitud de jóvenes celebrando su destrucción, pero ninguna
razón por la cual los helicópteros necesitaran abrir fuego.
Muchos de los heridos por los cohetes en la calle Haifa,
aguerrido vecindario de torres de bloques de concreto, notorio como centro
de resistencia a la ocupación, iban camino al trabajo. "Somos trabajadores
comunes y corrientes. Sólo tratamos de vivir", dijo Haidar Yahyiah,
de 23 años, sollozando por el dolor de su pierna rota, en la cama
del cercano hospital Karkh.
El y otras víctimas describieron cómo al
amanecer los despertó el ruido de las explosiones en la calle Haifa.
Dormían en las azoteas porque hace demasiado calor en el verano
de Bagdad para quedarse a cubierto. Vieron un vehículo en llamas.
Pero fue varias horas después, a eso de las ocho de la mañana,
cuando salieron a ver.
Para entonces hacía ya buen rato que soldados estadunidenses
se habían llevado a cuatro camaradas que sufrieron heridas leves.
Como invariablemente ocurre en Irak, jóvenes y niños iraquíes
se habían arremolinado en torno del vehículo lanzando vítores,
ondeando banderas y volviendo a prenderle fuego. Los militares aseguraron
que un Kiowa, helicóptero ligero de reconocimiento y ataque,
disparó cohetes al Bradley para destruir las armas y municiones
que llevaba. Pero en el video de Al Arabiya queda claro que los cohetes
cayeron entre personas que estaban de pie o caminaban muy lejos del vehículo.
Hamid Ali Khadum manejaba un minibús rumbo a su
trabajo cuando recibió el impacto. "Al principio creí que
había pasado encima de personas muertas, pero luego me di cuenta
de que yo también estaba herido", relató en su cama del hospital
Karkh, mientras esperaba que lo operaran de la pierna izquierda, envuelta
en pesados vendajes. Tenía el resto del cuerpo salpicado de esquirlas.
Un enfermero que estaba cerca de su cama comentó: "Esto no sólo
pasa en la calle Haifa sino en toda Bagdad, y no sólo en Bagdad
sino en todo Irak".
La matanza en la calle Haifa tuvo lugar a unos cientos
de metros de la fuertemente defendida Zona Verde (cuyo nombre oficial es
ahora la Zona Internacional), cuartel del gobierno iraquí y de su
aliado estadunidense. Una medida del fracaso militar de la ocupación
es que no ha logrado tener control de este barrio musulmán sunita
en pleno centro de la capital.
Temprano este domingo, insurgentes dispararon una docena
de cohetes y morteros contra la Zona Verde, de la cual ascendieron columnas
de humo negro. La zona alberga la embajada estadunidense y el vasto complejo
del Palacio Republicano de Saddam Hussein, que Estados Unidos va a reacondicionar
para uso de sus oficiales a un costo de 200 millones de dólares.
Soldados de ese país dispusieron bloqueos de calles con apoyo de
vehículos blindados por toda la ciudad, causando enormes embotellamientos
de tránsito, en un inútil esfuerzo por capturar a quien los
estaba cañoneando.
En otras partes de Bagdad hubo hechos aislados de violencia,
en los cuales otras 12 personas murieron y 41 resultaron heridas. El coronel
Alaa Bashir, jefe de policía del distrito de Yarmourk, en el oeste
de la capital, pereció víctima de una bomba cuando patrullaba.
Un atacante suicida se voló en un vehículo retacado de explosivos
en las puertas de la prisión de Abu Ghraib, aunque sólo él
pereció. Un avión estadunidense atacó a los encargados
de una ametralladora del Ejército del Mehdi en el bastión
que éste tiene en Ciudad Sadr, en el este de Bagdad. En Ramadi,
ciudad del Eufrates controlada por insurgentes, al oeste de la capital,
diez personas murieron y 40 resultaron heridas en combates, según
el hospital local. Un vehículo Humvee fue incendiado, y sus
partes quedaron esparcidas por la calle, pero se ignora el número
de bajas.
Al sur de Bagdad tres soldados polacos resultaron muertos
en un ataque, un indicio más de que la violencia se extiende a todas
partes del país mientras hace seis meses estaba confinada en gran
medida al llamado triángulo sunita o a las provincias sunitas de
los alrededores de Bagdad. La guerra también se ha intensificado
porque Estados Unidos y sus aliados iraquíes ahora atacan a los
hombres armados de la comunidad chiíta, además de a los guerrilleros
sunitas.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
"Insurrección furiosa" en Irak, admite Powell
Washington, 12 de septiembre. En Irak "hay una insurección furiosa. Lo vemos cada día. No hay duda acerca de ello", reconoció hoy el secretario de Estado estadunidense, Collin Powell, en entrevista con la cadena NBC, mientras que desde Bagdad llegaban reportes sobre un enfrentamiento entre guerrilleros iraquíes y el ejército de ocupación en el centro de Bagdad.
"Es un tiempo difícil. La insurgencia todavía es fuerte, aunque trabajamos para controlarla", agregó Powell en alusión al recrudecimiento de los combates con la milicia de Musab Al Zarqawi en el triángulo de ciudades sunitas, al oeste de Bagdad y en la propia capital.
Al cierre de esta edición, en los distintos escenarios de conflicto en Irak, la agencia Reuters informó sobre la muerte de por lo menos 110 personas, en lo que describió como uno de los días más sangrientos del año. AFP Y REUTERS
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