México D.F. Lunes 13 de septiembre de 2004
Por cuarto año consecutivo entonan el
Himno Nacional en la Catedral Metropolitana
Aboga la Iglesia católica por desterrar el populismo
y por "mayor fuerza" a Fox
JOSE ANTONIO ROMAN
En
la misa en que por cuarto año consecutivo se rindieron los honores
patrios en la Catedral Metropolitana, se oró también por
el presidente Vicente Fox y el jefe de Gobierno capitalino, Andrés
Manuel López Obrador. Reunidos en celebración religiosa,
cientos de católicos, encabezados por el cardenal Norberto Rivera
Carrera, pidieron que los gobernantes "guíen a sus pueblos con amor,
justicia y paz". Y aunque en muchas ceremonias se hacen plegarias por las
autoridades, en esta ocasión tuvo destinatarios con nombre y apellido.
En entrevista, el arzobispo primado de México se
pronunció porque el presidente Fox tenga "mayor fuerza", pues es
"el gobernante que elegimos mediante el voto popular". Además, coincidió
con los empresarios en que en México no cabe más un gobierno
populista. "También opino lo mismo", expresó.
Dijo que las ceremonias en que se rinden honores a la
bandera y se entona el Himno Nacional -más aún en estas fechas
en que se celebra el aniversario de la Independencia-, son en realidad
una convocatoria a la unidad y a trabajar por México.
Al final de la misa, en la que se leyeron las parábolas
de la oveja extraviada, la moneda perdida y el hijo pródigo, en
las peticiones se escucharon los nombres de los dos personajes que en la
política nacional han protagonizado un constante roce.
Así, al referirse al presidente Fox y a todos los
encargados del gobierno federal, se pidió "porque el Espíritu
Santo los llene de sus dones". Por el jefe del Gobierno capitalino y todos
los gobernantes estatales, "para que guíen a sus pueblos con amor,
justicia y paz".
Las peticiones finales en la misa, de igual forma, alcanzaron
a los poderes Legislativo y Judicial. Por ellos, "para que haciendo posible
la organización nacional promulguen y ejerzan las leyes necesarias
para vivir con equidad y fraternidad".
En el contexto de las fiestas patrias, tampoco podían
faltar las peticiones por "los héroes que nos dieron patria y libertad,
para que con el ejemplo de ellos todos y cada uno de nosotros, con nuestro
trabajo, contribuyamos al engrandecimiento nacional". Por todos los mexicanos,
civiles, religiosos y militares, para que "recobremos la conciencia de
nuestra identidad como nación y podamos aportar nuestros esfuerzos,
sacrificios y trabajos a la paz y nobleza de la patria". Esa fue la petición
final encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Luego vendrían los honores a la bandera. Con el
acompañamiento de una banda de guerra de la delegación Iztacalco,
escoltada por seis jóvenes, la enseña patria paseó
por el altar mayor y terminó en la sacristía. El Himno Nacional,
también con la música de la banda de guerra, fue entonado
por todos los feligreses, quienes hojita en mano, distribuida previamente,
siguieron todas las estrofas.
Ante posibles críticas y especulaciones sobre el
trasfondo de las ceremonias religiosas y cívicas, el cardenal Norberto
Rivera insistió en que la Iglesia católica "siempre reza
por las autoridades". La ceremonia a los símbolos patrios, agregó,
no significa de ninguna manera violar la separación Iglesia-Estado.
"Esto no es Estado, esto es nación. Creo que ahí está
la confusión, la bandera es de todo México y el himno de
todos los mexicanos."
-¿Hay alguna intención en esta ceremonia
por el encuentro que tendrán el presidente Fox y el jefe de Gobierno
capitalino?
-No, desde que su servidor está aquí se
ha cantado el himno. Siempre rezamos por nuestras autoridades federales
y locales. Nunca hemos dejado de rezar por ellos, esté quien esté
en el gobierno. También lo hacemos por nuestros diputados y senadores,
y por todas nuestras autoridades-, dijo el cardenal, quien, sin embargo,
no respondió por qué ahora esas peticiones sí tuvieron
nombre y apellido.
Este es la cuarta misa consecutiva en la que se rinden
honores a la Bandera y se entona el Himno Nacional en la Catedral Metropolitana.
Se hace el domingo más cercano no sólo a las fiestas patrias
de los días 15 y 16 de septiembre, sino también el 24 de
febrero, cuando se celebra el Día de la Bandera Nacional.
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