México D.F. Lunes 6 de septiembre de 2004
Católicos condenan la visión del deceso de esos connacionales "como algo normal"
Conmemoran a miles de indocumentados muertos en 10 años en zonas fronterizas
JORGE ALBERTO CORNEJO Y ANTONIO HERAS CORRESPONSALES
Al conmemorarse ayer el Día del Migrante, católicos de Tijuana, Baja California, recordaron a más de 3 mil personas que en la década pasada han muerto en su intento por ingresar sin documentos en territorio estadunidense.
La diócesis de esta ciudad giró la instrucción de que las liturgias de las misas dominicales fueran dedicadas a los migrantes, "para que encuentren el descanso que no hallaron aquí".
El sacerdote Luis Kendzierski, director de la Casa del Migrante, informó que, como cada año, la Iglesia católica hace un llamado a sus fieles a reflexionar en torno a esa problemática social.
"La gente los debe respetar (a los migrantes) y ver en ellos a personas que, empujadas por las circunstancias, se ven en la necesidad de abandonar su país y a sus familias en busca de una mejor calidad de vida", expresó.
Para muchos habitantes de esta región fronteriza, abundó, el fenómeno migratorio ha dejado de ser un tema preocupante y se ha convertido en algo cotidiano. Incluso, "la muerte de connacionales se ve como algo normal, por lo que es necesario recuperar la conciencia de que se trata de una terrible tragedia cada vez que un migrante cae muerto por cansancio, en el desierto".
"No se trata de individuos solos, sin nombre, sino de padres, hijos, hermanos, madres e hijas, quienes son esperados y a veces nunca se vuelve a saber de ellos", expuso el prelado al referirse a los más de 900 migrantes muertos en la década pasada en la región limítrofe entre México y Estados Unidos y nunca fueron identificados.
En Mexicali, Uriel González, coordinador de las Casas YMCA para Menores Migrantes que operan en Tijuana, Agua Prieta, Piedras Negras y Ciudad Juárez, señaló que los operativos del gobierno estadunidense en la frontera con México, especialmente en California y Arizona, propician que se ejerza la ley del más fuerte, porque "el débil desiste o se queda ahí y normalmente el sector más vulnerable son los menores de edad".
Agregó que a 10 años de que el país vecino inició la Operación Guardián en la frontera de California con Baja California -que ha propiciado asesinatos, tragedias, violaciones y agresiones a indocumentados-, los centros de atención a migrantes han atendido a 35 mil niños y adolescentes.
Explicó que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, en lo que va del año han sido deportados por Tijuana 2 mil 76 adolescentes, de los cuales mil 776 han sido atendidos por la casa YMCA en esa ciudad.
Lamentó que en México se haya perdido sensibilidad hacia el problema de la migración, que pasó a formar parte del "paisaje de la frontera".
Expuso que Ciudad Juárez es la frontera "más difícil" porque se ha detectado que algunos traficantes de indocumentados proporcionan droga a menores que intentan cruzar la frontera, para que resistan las caminatas.
En tanto, decenas de católicos de Nuevo Laredo colocaron el sábado cruces de madera en el puente internacional que conecta a esa ciudad con Texas, en memoria de los migrantes indocumentados que han muerto en su intento por llegar a Estados Unidos.
Durante el Viacrucis del Migrante, que por sexto año consecutivo se realiza en Nuevo Laredo, los católicos, acompañados por el obispo local, Ricardo Watty Urquidi, hicieron una caminata "simbólica" en el puente, cargando las cruces y vistiendo playeras con la leyenda: "Por la vida y la dignidad de los migrantes".
"La caminara representa lo vivido por tantos hombres y mujeres que toman en ocasiones un camino de muerte, buscando una mejor situación económica para ellos y sus familias", afirmó el titular de la Casa del Migrante, Leonardo López.
En la caminata participaron personas que externaron su determinación emigrar sin documentos a Estados Unidos. CON INFORMACION DE AFP
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