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México D.F. Lunes 6 de septiembre de 2004
Herrera y Buganza se proclaman triunfadores;
retraso en las cifras del Prep
Aún nada para nadie en Veracruz, en la elección
más disputada de su historia
Se ha computado 56.25 por ciento de casillas; guerra
mediática entre los candidatos
ALONSO URRUTIA Y GUADALUPE LOPEZ ENVIADO Y CORRESPONSAL
Jalapa,
Ver., 5 de septiembre. Al final de la jornada electoral más
disputada de que se tenga memoria en esta entidad -históricamente
reserva priísta- los candidatos a la gubernatura de Fidelidad por
Veracruz, Fidel Herrera, y del PAN, Gerardo Buganza, se proclamaron triunfadores,
y este último advirtió al gobernador del estado, Miguel Alemán,
que no permitirá que ''le roben'' el triunfo que, dijo, obtuvo en
las urnas.
En un cierre de elección cuyos resultados definitivos
todavía eran de pronóstico reservado, las cifras del Programa
de Resultados Electorales Preliminares (Prep) daban a la medianoche, con
56.25 por ciento de las casillas computadas, una ventaja de 0.3 por ciento
a Fidelidad por Veracruz (PRI-PVEM), que tenía 347 mil 430 votos,
33.14 por ciento del total; PAN, 344 mil 162, esto es, 32.83 por ciento,
y Unidos por Veracruz, 326 mil 185 sufragios, que representaban 31.11 por
ciento.
Dichas cifras eran apenas de 3 mil 473 casillas, de un
total de 8 mil 766 votos. Con estos resultados el Consejo General del Instituto
Electoral de Veracruz (IEV) determinó un receso hasta las 0:30 horas
de este martes, cuando reanudará la sesión. Los apretados
resultados de la elección, calificados por algunos consejeros de
"no aptos para cardiacos", empezaron a fluir después de las nueve
de la noche y por momentos el PAN iba arriba, pero después despuntaba
el PRI. Incluso se dio el caso de que la ventaja la llevaba el candidato
de Convergencia, Dante Delgado.
La disputa por el Congreso del estado también estaba
muy apretada, aunque al cierre de la edición el panismo aventajaba
en 14 de los 30 distritos electorales, Fidelidad por Veracruz en 9 y la
Alianza Unidad por Veracruz en 3. En el resto las diferencias eran muy
estrechas. Sin embargo, el porcentaje de casillas computadas era en promedio
de 35 por ciento y en muchos distritos podría modificarse la tendencia.
Cuestionado desde muy temprano ante el diseño que
se había realizado por decisión del secretario ejecutivo
del IEV -y ex diputado priísta-, Carlos Rodríguez, el lento
flujo del Prep abrió la puerta a la guerra de cifras provenientes
de encuestas entre PRI y PAN. No bien cerraron las casillas, la filtración
de cifras por ambos contendientes comenzó a fluir. Horas de incertidumbre
en que la autoridad electoral estuvo ausente, con un Prep paralizado, mientras
Herrera Beltrán ya ofrecía el perdón a sus
adversarios para gobernar la entidad y Buganza prometía un gobierno
para todos.
Más
de tres horas tardó el programa en presentar sus primeras cifras
y ya para entonces la lucha mediática por convencer de sus respectivas
victorias entre Herrera Beltrán y Buganza Salmerón se había
intensificado. Cerca de las 19:20, en las oficinas priístas de Acción
Electoral, Herrera, visiblemente demacrado por el cansancio y la tensión,
hablaba de la ''descarada intromisión'' del gobierno federal, del
caso omiso que le hicieron los secretarios de Gobernación, Santiago
Creel, y de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta,
para sacar las manos del estado y retirar "los retenes que colocaron en
la entidad".
Dando por descontado su triunfo, Herrera Beltrán
anticipaba que a pesar de la tensión en las campañas, de
las acusaciones que le hicieron, perdonaba a todos los actores para
alcanzar acuerdos por el estado. Esto incluía limar asperezas a
la brevedad con el gobierno federal, pues a pesar de la intervención
encabezada por la Sedeso, buscaría pactar para obtener recursos
para el estado.
De esas oficinas, Herrera se trasladó a la sede
estatal del PRI, donde en un auditorio lleno y acompañado por los
dirigentes nacionales de su partido, Roberto Madrazo, y del PVEM, Jorge
Emilio González, así como de varios senadores y diputados,
oficializaba su triunfo con base en las diferentes encuestas que,
dijo, tenía en su poder. A esas horas -alrededor de las 9 de la
noche- el Prep aún no ofrecía el resultado de una sola casilla.
Afuera, un grupo de rock encabezaba ya el festejo, mientras
que en la Plaza Lerdo, de esta ciudad, otro grupo tropical ya ofrecía
cumbias y sones para festejar a Herrera Beltrán. Este apenas se
dirigiría al puerto de Veracruz a ofrecer entrevistas a televisoras
locales. Ahí ya no se le miró tan convencido, pero adelantó
que ganaría por cerca de 120 mil votos. Habló de que todas
las encuestas le daban ventaja, pero señaló que sería
este lunes por la mañana cuando, con 100 por ciento de las actas,
corroboraría su victoria.
Buganza aventuró su triunfo al subrayar que con
64 por ciento de las casillas computadas el PAN mantenía ventaja
de 4 por ciento frente a Herrera Beltrán. Con la certeza de haber
ganado, ya prometía un gobierno para todos los veracruzanos, sin
importar filias políticas. El panista se trasladó desde Córdoba,
donde se mantuvo a lo largo de todo el día, a esta capital y posteriormente
a Veracruz, en un recorrido mediático para sustentar su victoria.
Acompañado por el dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo
Mena, ya adelantaba un gobierno con ''nuevo rumbo''.
Poco antes de las 19 horas los panistas, encabezados por
el secretario general del CEN, Manuel Espino, y del dirigente estatal,
Alejandro Vázquez, arremetían contra una televisora local
por haber difundido una encuesta que a nivel nacional no se habían
atrevido a comunicar por el estrecho margen de ventaja. ''Fueron presionados
por el gobierno del estado para difundir esta información y generar
incertidumbre'', dijo Vázquez.
Apenas era el comienzo de la guerra de encuestas.
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