México D.F. Lunes 30 de agosto de 2004
Los comicios, bajo estrictas medidas de seguridad
Alu Aljanov gana la elección presidencial en
Chechenia
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 29 de agosto. Como no podía ser de
otro modo, en unos comicios manejados por completo desde Moscú para
mantener la apariencia de que la población apoya el modelo de arreglo
que a fuego y espada intenta imponer Rusia en Chechenia, el general Alu
Aljanov fue proclamado esta noche como presidente de esa república
del Cáucaso del Norte.
El presidente interino de Chechenia, el ruso Serguei Abramov,
suplantando a la Comisión Electoral republicana, la autoridad formal,
fue el primero en anunciar el triunfo del favorito del Kremlin: "Según
nuestros datos, el candidato Alu Aljanov ya superó 50 por ciento
de los votos, requisito para ganar las elecciones en una primera vuelta".
Horas
después, el titular del organismo electoral checheno, Abdul-Kerim
Arsajanov, dijo que, de acuerdo con los resultados preliminares, la participación
alcanzó 80 por ciento del padrón y Aljanov obtuvo 71 por
ciento del voto.
Concebidos como simple trámite para "legitimar"
en las urnas al sucesor designado de Ahmad Kadyrov, el gobernante pro ruso
asesinado por la guerrilla separatista en un atentado con bomba el pasado
9 de mayo, estos comicios fueron una mecánica repetición
de todos los abusos e irregularidades que facilitaron la elección
del propio Kadyrov, en octubre del año anterior.
La victoria inevitable de Aljanov, cuya candidatura aprobada
por el Kremlin también contó con el visto bueno del clan
Kadyrov, se dio en este contexto electoral: persecución y/o cooptación
de rivales para hacerlos desistir de ser postulados; negativa de registro
a candidatos con posibilidades reales que no aceptaron declinar; inclusión
en las boletas de desconocidos comparsas; recursos apabullantes, financieros
y mediáticos, para el aspirante bendecido por Moscú; inducción
del voto mediante amenazas a comunidades rurales enteras y "ajuste" de
resultados hasta los niveles de apoyo ordenados a cada colegio electoral.
Otros factores determinantes: ausencia de observadores
internacionales, exclusión del derecho de votar a los cientos de
miles de chechenos que componen la diáspora en el territorio ruso,
autorización -en cambio-- para que voten los 80 mil soldados rusos
estacionados en Chechenia y reducción de 50 a 30 por ciento del
mínimo de participación para considerar válida la
votación.
Para prevenir eventuales ataques de la guerrilla separatista,
se tomaron muy severas medidas de seguridad, con un triple cordón
policial y arcos detectores de metal y explosivos en cada uno de los 430
colegios electorales.
Al aproximarse al primer control en dirección al
colegio electoral instalado en la céntrica calle Griboyedov de la
capital chechena, Grozny, un hombre llamó la atención de
la policía, que intentó detenerlo para revisar el contenido
de la bolsa de plástico que llevaba.
El hombre, más tarde identificado como Rustam Chebiyev,
de 25 años y residente en el distrito Staropromyslovsky de Grozny,
se dio a la fuga y, poco después, se inmoló al detonar el
artefacto explosivo que escondía presumiblemente en la bolsa de
plástico.
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