México D.F. Sábado 7 de agosto de 2004
Michaelis Cué interpreta en Cuba y por
primera vez fuera de EU esa obra de Zinn
Versión sintética, jocosa y osada del
pensamiento de Marx en un monólogo
Se muestra que el marxismo como ideología nunca
se ha llevado a la práctica, dice el actor
El montaje se presentará en el festival de Camagüey
y fue invitado a España y México
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 6 de agosto. Traído al mundo
de los vivos de la mano del historiador, ensayista y dramaturgo estadunidense
Howard Zinn, Carlos Marx se sincera en público, después de
que un siglo y medio de convulsiones puso a prueba su pensamiento.
Marx
en el Soho es un monólogo de Zinn que el actor cubano Michaelis
Cué adaptó y montó, por primera vez en español
y fuera de Estados Unidos, con beneplácito del autor.
¿Es Marx sin barba? En realidad, explica Cué
a La Jornada, el viejo pensador de Tréveris es el personaje
original.
''Yo parto de alguien que tiene un trauma con la caída
del socialismo real, alguien que evidentemente compartía el marxismo
como ideología y se encuentra el texto de Zinn y eso le sirve para
reafirmar su idea de que el marxismo no ha muerto."
Hombre de carne y hueso, testigo de su propia tragedia
en la muerte de sus hijos, el Marx que habla por el personaje desde un
barrio neoyorquino vuelve a denunciar al capitalismo, se asombra de cómo
el sistema encuentra oxígeno para sobrevivir y pide que no le carguen
culpas ajenas como el estalinismo.
Supresión de cosas ''muy didácticas''
Howard Zinn escribió el texto al calor de la caída
del Muro de Berlín en 1989. La obra se estrenó en 1996 y
ha tenido varias puestas en Estados Unidos.
El dramaturgo español Alfonso Sastre lo trajo a
La Habana el año pasado y en abril Michaelis Cué ya tenía
montado el espectáculo.
Del original se suprimieron varios tramos. ''Había
cosas que eran demasiado didácticas", dice el protagonista y director,
y que resultaban redundantes ''para el pueblo cubano, conocedor de Marx
con determinado nivel de profundidad".
Zinn aprobó la versión y la calificó
de la mejor que había visto.
El monólogo ''es muy complejo, muy difícil",
dice Cué.
''Tiene un nivel de riesgo hacerlo, a tal punto de que
estuve tentado a abandonar la idea varias veces. Al final salió
una versión sintética, jocosa, osada, porque se dicen cosas.
''Es un monólogo que le dispara a todo el mundo.
Aunque se escribió hace 15 años tiene una vigencia absoluta.
Está diciendo que, en definitiva, el marxismo como ideología
nunca se ha llevado a la práctica en ninguna sociedad."
Pieza para desempolvar el marxismo
-De estas expresiones: provocación, deslinde, búsqueda,
rencuentro, ajuste de cuentas, acto de fe, catarsis, ¿hay alguna
que refleja la pieza?
-Hay un poco de todo lo que tú has dicho. Lo que
más me impresiona del monólogo es que Marx era un fetiche
y aquí como que se le intenta humanizar, decir que éste era
un ser humano que tenía serios problemas, que escribió su
obra en medio de una pobreza brutal, que era un hombre enfermo, con virtudes,
con defectos.
''El monólogo yo pienso que presenta al ser humano
en todos esos matices que me acabas de dar. Podrían encontrarse
otros. No es un teque (rollo) político. Todo lo contrario.
Lo político se desprende de sus conflictos con su esposa, con los
adversarios y los amigos políticos, con sus hijas.
''La pieza intenta decir que el marxismo lo han empolvado
y es un monólogo para desempolvarlo.''
-¿Ves el riesgo de incomunicación con un
público que no está, como el cubano, familiarizado con el
marxismo y que le pueden resultar ajenos los códigos, los chistes
y en general el discurso?
-Pienso que no, que si lo hubiera hecho tal como está
escrito sí existía ese riesgo. Por ejemplo, la definición
de qué cosa es la plusvalía, qué cosa es la mercancía,
están dichas desde un ángulo popular. Pero la realidad, al
enfrentarme con otro público que no sea cubano, dirá la última
palabra.
Graduado de la Escuela Nacional de Teatro de Cuba, Michaelis
Cué ha incursionado en la actuación y en la dirección.
Es protagonista del más exitoso programa infantil de la televisión
cubana, La sombrilla amarilla, que empieza a exportarse a América
Latina.
Marx en el Soho, monólogo de Howard Zinn,
se presentará en el contexto del Festival de Teatro de Camagüey
el próximo septiembre y efectuará una gira por otras provincias
de Cuba, así como tiene invitaciones para escenificarse en España
y México.
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