El padecimiento, primera causa de demanda de apoyo en centros de salud mental

Más de un millón 500 mil niños, con trastorno por déficit de atención

Sufren graves daños los adultos no tratados por ese mal en la infancia, alertan especialistas

ANGELES CRUZ

Entre 1.5 y 2 millones de niños en el país padecen trastorno por déficit de atención (TDA), mal de origen genético que, si no es diagnosticado y tratado clínicamente, principalmente en los casos más graves, causa a quienes lo padecen severos conflictos personales, familiares y escolares, afirmaron los médicos Joseph Biederman, del hospital general de Massachussets, y Jesús del Bosque, presidente electo de la Asociación Psiquiátrica Mexicana.

Explicaron que el TDA es la primera causa de demanda de atención médica en los centros nacionales de salud mental. Es una alteración en el funcionamiento de algunos neurotransmisores del cerebro, la cual se manifiesta principalmente en hiperactividad e impulsividad, que a la vez provocan falta de concentración y problemas para relacionarse con los demás.

Entre quienes padecen el TDA hay niños que a los ocho años han cambiado cinco veces de escuela, reciben el calificativo de "burros" y no son invitados a las fiestas ni, en ocasiones, a reuniones familiares. En todos los casos, alertó Del Bosque, resulta afectada la autoestima de los pacientes.

Los especialistas destacaron que la falta de un tratamiento médico integral durante la infancia -en la que se incluyen algunos fármacos- puede ser causa, ya en la edad adulta, de divorcios, falta de empleo, violencia y adicciones, entre otros problemas.

Biederman refirió los resultados de una investigación realizada en Estados Unidos, según la cual, de 500 adultos que reportaron TDA, sólo entre 10 y 20 por ciento habían recibido atención médica, de 30 a 40 por ciento estaban divorciados y cuatro de cada 10 carecían de empleo; asimismo, quienes lo conservaban vivían en condiciones de pobreza.

Es frecuente encontrar, añadió Biederman, experto reconocido por su trabajo académico y de investigación sobre el TDA, adultos a quienes no se diagnosticó el trastorno durante la infancia.

Información de la Secretaría de Salud (Ssa) señala que ese padecimiento se ha conocido en la historia médica desde siempre, y entre los niños de México es la primera causa de consulta en los centros de salud mental.

Se trata, abundó Del Bosque, de una enfermedad que, como cualquier otra, requiere de tratamiento farmacológico, principalmente en los casos más graves, es decir, los que ocasionan serios problemas para los menores en su rendimiento escolar. Los niños con TDA pierden sus objetos, no pueden permanecer sentados, hablan todo el tiempo, son impulsivos, no controlan sus emociones y se enojan con gran facilidad.

Biederman señaló que, con base en estadísticas internacionales, entre 5 y 10 por ciento de los niños y 4 por ciento de los adultos tienen TDA. La mitad de los menores continúan con la enfermedad en etapas posteriores de su vida, aun cuando hayan recibido tratamiento médico.

Lo anterior ocurre porque se trata de un mal genético, una alteración en las funciones de los neurotransmisores del cerebro, las cuales sólo se controlan y, al paso del tiempo, lo más común es que los pacientes "aprendan a vivir con su TDA", explican los datos de la Ssa.

Del Bosque resaltó que en México existen sólo 200 siquiatras de niños y un número todavía menor de neurólogos infantiles, los cuales están entrenados para diagnosticar el TDA, tratarlo y, sobre todo, para prescribir medicamentos. Algunos de éstos, como el Ritalín, son de comprobada eficacia pues, se han utilizado durante más de 50 años.

Mencionó que el programa del gobierno federal para la atención del TDA incluye la capacitación de médicos generales y pediatras en la detección de la enfermedad. Añadió que eso permitirá detectar a un mayor número de pacientes y reducir el riesgo de que se desarrollen otras alteraciones, entre ellas violencia y adicciones.

El también ex director del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro alertó sobre la satanización que algunas organizaciones han hecho de los medicamentos. Rechazó que el uso de los fármacos ocasione trastornos a los niños. "Nadie hasta ahora ha presentado evidencia científica de algo así", aseveró.

Advirtió, no obstante, que la utilización de los fármacos debe ser uno de los componentes de un tratamiento clínico integral. La Ssa reportó que la terapia y la medicación logran 96 por ciento de mejoría de los síntomas del TDA; quienes sólo toman la terapia siquiátrica obtienen 30 por ciento, y los que se limitan al tratamiento farmacológico logran un avance de 70 por ciento.