México D.F. Martes 13 de julio de 2004
Alumnos estadunidenses censuran la "arrogante"
política exterior de George W. Bush
Filipinas retirará tropas de Irak para salvar
a ciudadano plagiado
El repliegue, "lo antes posible", señala; Polonia
y El Salvador enviarán más tropas al país árabe
Anticipan nuevo golpe a Tony Blair en el informe Butler
sobre el uso de datos de inteligencia
REUTERS, DPA, AFP Y THE INDEPENDENT
Manila, 12 de julio. Las consecuencias de la guerra
contra Irak pusieron hoy en jaque a varios gobiernos que respaldaron la
iniciativa estadunidense de invadir ese país, entre los cuales destacó
Filipinas, nación que anunció el retiro de sus tropas "lo
antes posible" para evitar la ejecución de uno de sus ciudadanos
capturado por la resistencia.
Por su parte, el presidente estadunidense, George W. Bush,
quien hoy nuevamente justificó la ocupación, porque "eliminamos
a un enemigo declarado de Estados Unidos que tenía la capacidad
de producir armas y que podría haber pasado esa capacidad a los
terroristas, quienes están dispuestos a obtenerlas", recibió
una nueva crítica pública -esta vez de estudiantes becados
en Inglaterra- por su "arrogante" política exterior y por la forma
en que el republicano "socava, en vez de reforzar, las metas de seguridad".
En Londres, una investigación encabezada por el
juez Robin Butler sobre las inconsistencias de la información de
inteligencia proporcionada al primer ministro Tony Blair para apoyar la
ocupación en Irak será difundida este miércoles con
"malas noticias" para el jefe de gobierno británico, adelanta en
su edición de este martes el diario The Independent.
El vicecanciller filipino, Rafael Siguis, aseguró
hoy a la cadena de televisión qatarí Al Jazeera que, "en
respuesta a la exigencia del grupo Jaled ibn al Walid (Ejército
Islámico en Irak), el gobierno filipino va a retirar sus fuerzas
humanitarias de Irak, tan pronto como sea posible, en cuanto concluyan
los preparativos necesarios para su regreso a Filipinas".
En una declaración leída para la emisora,
Seguis declinó dar fecha exacta para el retorno, para el cual Manila
había establecido previamente el 20 de agosto. El grupo plagiario
exigió la salida de los soldados filipinos para el 20 de julio.
Para
evitar la ejecución de Angelo de la Cruz, capturado la semana pasada
cerca de la ciudad sunita de Fallujah, la organización dio a Manila
hasta el lunes a las 19 horas para aprobar una retirada anticipada de sus
51 soldados y policías de Irak.
Según un nuevo comunicado del Ejército Islámico
en Irak, difundido este lunes, "el rehén fue conducido al lugar
de su ejecución". De la Cruz, de 46 años de edad, trabaja
para una empresa de energéticos saudita. Es uno de los 4 mil filipinos
que laboran en este país, y de ser ejecutado su muerte se sumaría
a la de otros tres ciudadanos de esa nación del sureste asiático
que la resistencia iraquí asesinó en ataques. La mayoría
de las actividades de los filipinos se relaciona con el apoyo logístico
a las fuerzas de ocupación, particularmente a las estadunidenses.
En Estados Unidos, mientras tanto, en un discurso centrado
en la seguridad del país, Bush dijo que "los terroristas son despiadados
y con recursos, y sabemos que están preparándose para atacarnos
de nuevo".
El gobernante pronunció el discurso en un complejo
gubernamental del Departamento de Energía, en Oak Ridge, Tennessee,
donde están almacenados materiales nucleares decomisados a Libia.
Esto, aseveró Bush, es ejemplo de cómo la diplomacia puede
hacer algo contra el terrorismo.
Sin embargo, en Londres cerca de 200 estudiantes estadunidenses
-30 de ellos con becas Rhodes, institución que ha patrocinado a
prominentes políticos como Bill Clinton- dieron a conocer una carta
abierta en la cual afirman que las acciones de Bush en el extranjero han
sido "divisorias y polarizadoras".
Destacan además que "cada vez es más difícil
defender a Estados Unidos de las acusaciones de que nuestro país
ha hecho mal uso de su poder" y de cómo Washington tergiversó
información de inteligencia para justificar la guerra contra Irak.
En tanto, The Independent señala en su edición
de este martes que el informe de la llamada comisión Butler, la
cual investigó sobre la información de inteligencia entregada
al gobierno del primer ministro británico antes de la guerra y cuya
difusión se tiene prevista para este martes, "se enfoca particulamente
en el argumento de Blair de que Saddam Hussein estaba tratando de obtener
uranio de Níger".
"Esto es visto como mala noticia" para la oficina del
primer ministro, porque los inspectores de Naciones Unidas que estuvieron
en Irak para evaluar el potencial nuclear de Irak, Hans Blix y el director
de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohamed El
Baradei, ponen en duda las afirmaciones británicas y fueron interrogados
por la comisión Butler.
The Independent señala que la comisión
Butler envió cartas a Blix y El Baradei para solicitarles información
sobre sus visitas a Irak. El tema de Níger "es especialmente problemático
para el gobierno", que ha insistido en la veracidad de la información,
a pesar de haber sido desechada por otras entidades, incluida la administración
estadunidense.
El rotativo londinense también publica este martes
que existen diferencias cada vez más profundas entre Blair y el
ministro de Finanzas, Gordon Brown, a pesar de que en público dan
la apariencia de estar cerca uno del otro.
"El consenso es que esta relación clave está
ahora tan mal como estuvo desde que Blair asumió el liderazgo laborista
hace 10 años", afirma el diario, y asegura que nuevas tensiones
brotaron el pasado fin de semana, luego que la BBC informó que el
primer ministro habló recientemente de la renuncia de aliados en
su gabinete.
En Polonia, mientras tanto, Jerzy Szamjdzinski, ministro
de Defensa, expresó que "por el momento la situación en Irak
no permite retirar las tropas" de su país, pero aclaró que
sus soldados no estarán en ese país más del tiempo
necesario.
Varsovia aporta 2 mil 500 hombres a la fuerza de ocupación
en Irak, y este lunes envió remplazos a esa nación. Seis
soldados y cuatro civiles polacos han muerto hasta ahora en la guerra contra
ese país, lo cual ha incrementado las voces de la opinión
pública que rechazan el despliegue militar.
Respecto de las tropas japonesas, el primer ministro de
Japón, Junichiro Koizumi, afirmó que no tiene planes para
retirar de Irak a su contingente de 600 soldados, a pesar de que su gobierno
se debilitó el domingo pasado después que el opositor Partido
Democrático Japonés, que se opuso al envío de tropas
al país invadido en 2003, obtuvo una mayor cantidad de escaños
en la cámara alta.
En Washington, el presidente salvadoreño Elías
Antonio Saca fue criticado por la oposición de izquierda y un organismo
humanitario por haber tomado la decisión de enviar en agosto próximo
un tercer contingente a Irak. El Salvador contribuye con 380 soldados en
el país invadido.
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