México D.F. Viernes 9 de julio de 2004
Tino Contreras celebra 50 años en el jazz
''Se me han ido como si fueran cinco o 15, qué
sé yo'', dice el virtuoso baterista
ANTONIO MALACARA
La prolífica, inagotable y apasionada trayectoria
de Tino Contreras en el jazz mexicano ha estado siempre marcada por la
controversia. Hoy celebra 50 años de ser el más famoso baterista
del país.
Algunos no dudan en aplaudir y festejar su música
y sus constantes ocurrencias, mientras otros lo critican y juzgan sin miramientos.
Al margen de todo ello surge una verdad inapelable, digna de Descartes:
Tino Contreras ha entregado toda una vida al jazz y eso le otorga, de entrada,
el derecho de hablar como le venga en gana; así de sencillo. "Quiero
que te quede muy clara una cosa: este país es un emporio de grandes
músicos, pero al decir 'grandes músicos' no estoy diciendo
'grandes jazzistas', porque jazzista es aquel que vive del jazz; aquel
que se respeta como jazzista tiene una obligación moral, intelectual:
tiene que respetar el jazz. ¿Cómo se respeta?... yo no puedo
aparecer mañana tocando la batería con Julio Iglesias, ¡por
favor! No, eso es ser huesero".
El
programa de esta noche (Hard Rock Live, Campos Eliseos 278, Polanco, a
las 22 horas) estará integrado, en su mayor parte, por temas compuestos
por el maestro, aunque no faltarán las piezas que identifican a
Tino con su público: Take five, The shadow of your smile
o El hombre del brazo de oro. Actualmente su grupo está integrado
por el bajo de Valentino Contreras (su hijo), la batería de Jerson
Vázquez y el extraordinario piano de Alan Zundelevich. Como invitados
estarán Rodrigo de Leo en el sax tenor, Topete en la trompeta, Carlos
Mercado en una tercera batería y Carlo Briones y Eduardo Eddy en
las percusiones.
-La mayoría de los músicos de jazz en México,
de siempre, han trabajado en otros géneros o han acompañado
a cantantes. ¿Considera que todos le han faltado el respeto al jazz?
Tino empieza a enojarse.
-¿Me lo dices a mí? El asunto del modus
vivendi es muy justificado. Un músico que está capacitado
para andar hueseando, digo, bienvenido, pero que no se ponga el
título de jazzista.
-Se festejan entonces 50 años de...
-Los 50 años en el jazz se me han ido como si fueran
cinco o 15, qué sé yo; no lo he sentido como una carga, ¡al
contrario!, ha sido un disfrute extraordinario, porque afortunadamente
me ha tocado viajar mucho por el mundo. Es una dicha del Señor tener
50 años en un arte tan importante, tan trascendente en la cultura
universal.
-Además, ha podido iniciar en la batería
a músicos que...
-Sí, también, tengo la dicha de tener discípulos
por el mundo, como tu tocayo, Antonio Sánchez, que anda por Europa
causando furor. Por Miami y Nueva York anda Ricardo Gómez, también
haciendo de las suyas. Ellos tomaron clases conmigo cuando tenía
mi academia en la Sala Chopin.
-Además de estas grandes satisfacciones como músico
y maestro, no debe haber sido fácil este trayecto. ¿Cuáles
han sido los problemas, las broncas más serias que ha enfrentado
en el jazz en México?
-Bueno, las broncas más broncas han sido en el
ámbito sindical; existió un señor aquí que
se aventó un porfiriato de treinta y tantos años (Tino se
refiere al líder gremial Venus Rey); como las famosas musas no fueron
benévolas con él en el contexto de la música, el tipo
fue un verdadero dolor de cabeza cuando empezamos a gestar el jazz. Esto
nace exactamente en 1959, el movimiento al cual yo pertenezco. En aquel
entonces los músicos no estábamos conscientes de que hacíamos
algo por el jazz, sencillamente lo tocábamos.
"Festejamos los 50 años de que llegué por
acá; es que el jazz llega por Ciudad Juárez, m'ijo, aquí
no había nada, y me volví un profesional del jazz y lo he
respetado toda la vida. Pero ponle como tú quieras. Ahora me dicen...
esto no me lo has preguntado y te lo voy a decir... ¿cómo
vive Tino Contreras? ¿Ves este cuartito, ves este camerino? Aquí
vive Tino Contreras y no deseo un cabrón palacio, no deseo los Cadillacs,
lo que sí deseo mucho es seguir haciendo la historia de mi país
en el contexto del jazz."
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