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México D.F. Viernes 9 de julio de 2004
Luis Javier Garrido
El desbarajuste
La grave crisis por la que atraviesa el régimen foxista debe verse también como una fase más de la ofensiva de la extrema derecha por apoderarse plenamente del aparato estatal.
1. La renuncia del ex colosista y ex-priísta Alfonso Durazo Montaño a los cargos de secretario particular de la Presidencia y vocero presidencial (5 de julio) ha generado un nuevo escándalo en la vida pública del país porque ha puesto de manifiesto de nuevo lo que ya se sabía, pero esta vez dicho desde el interior de la vieja casona presidencial de Los Pinos y por quien fue durante tres años el más cercano colaborador de Vicente Fox: que existe un grave desbarajuste en el gobierno foxista por la obsesión de Marta Sahagún de conducir los asuntos del Estado y por el empeño de la pareja presidencial por conservar a toda costa el poder después de 2006, pero también por algo que apenas se empieza a comprender y que se colige de los argumentos del renunciante: el proceso de derechización del gobierno es cada vez mayor pues la extrema derecha está copando los espacios claves del poder político e imponiendo sus programas.
2. El texto de 18 páginas de renuncia de Alfonso Durazo como secretario privado y vocero de Vicente Fox, en el que formula la más severa crítica que jamás haya hecho un funcionario de este rango al titular del Ejecutivo, ha ahondado la crisis abierta en la burocracia gobernante y puesto en entredicho las relaciones del gobierno foxista con cualquier fuerza política, ya que hace señalamientos demoledores. Los panistas, que intentan con desesperación minimizar la renuncia y el contenido de la carta, olvidan que no tiene precedentes en nuestra historia reciente, y que Durazo era no sólo el más cercano colaborador del Presidente y en los últimos cuatro años el funcionario público con más poder después de él, sino el único que daba a su gobierno un leve matiz de pluralidad por provenir del priísmo y por ser su puente de comunicación con las fuerzas de oposición: su único operador político. Y es él quien dice a Fox que el país se halla en el riesgo de estallar por su traición a la promesa de cambio y de transición, que la alternancia fracasó como un proyecto "de valores, principios y compromisos" diferentes a los del priísmo, que las decisiones de Estado no las toma él, que carece de "ética" y de "principios" y que su gobierno es un desorden de "todos contra todos", así como la que más ha llamado la atención: que la preocupación central de Fox, a la que ha subordinado las responsabilidades de su cargo, es imponer en la silla presidencial a Marta Sahagún o a otro candidato suyo.
3. El gobierno, dice Durazo, participa activamente en el proceso de sucesión, pues Fox busca imponer a quien lo suceda, y acepta lo que todo mundo sabe: que está tratando de eliminar de manera ilegal al principal riesgo para su proyecto de continuismo. La mentira insistente de Fox, en la que nadie creía, de que él no está manipulando a la PGR con las acusaciones infundadas contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal, una vez más cae por tierra hecha pedazos cuando Durazo señala a Fox que al tratar de eliminar a López Obrador decidiendo quién no puede ser el próximo presidente, está actuando como se hacía en el viejo régimen.
4. La renuncia hace evidente, una vez más, que quien es el titular del Ejecutivo federal ha mentido de manera sistemática a los mexicanos y vuelve a poner de tal manera en el centro del debate una cuestión central: Ƒcómo puede en estas condiciones Fox tratar de "gobernar" a México sin seguir ahondando el desastre nacional? Las encuestas de Reforma y de CNI Canal 40 del miércoles 7 coincidían en que la gran mayoría de los encuestados no le creen a Fox y estiman que se ha apartado de los principios democráticos que pretendió sostener en 2000, que hay indisciplina y falta de coordinación en el gabinete y que está maniobrando ilegalmente para marginar de las elecciones de 2006 a López Obrador.
5. La legitimidad misma de quienes gobiernan está quedando cuestionada luego de estos cuatro años de gobierno, pues Fox pretendió siempre que ésta venía de las elecciones de 2000, que según él habrían sido "democráticas", y más tarde ha quedado demostrado que no lo fueron, pues Fox y el PAN recibieron a través de Amigos de Fox financiamiento ilícito del extranjero proveniente de trasnacionales. De ahí la desazón de foxistas, como el empresario regiomontano Javier Livas, quien publicó un desplegado contra Durazo, a quien, entre otras cosas, acusa de no ser un un "demócrata" como ellos (por el hecho de haber servido a Colosio), y que no haya a quien culpar del desastre del foxismo (Milenio, 7 de julio).
6. La retórica sobre "la transición democrática", el gobierno del cambio" y "los tiempos nuevos que se viven", como se sabe, no fue más que la coartada utilizada por los foxistas para encubrir su verdadero objetivo: culminar el desmantelamiento del Estado surgido de la Revolución Mexicana, entregando la banca nacional y las riquezas estratégicas al capital extranjero; ceder la autoridad estatal en materia económica y social a organismos del exterior y poner los aparatos ideológicos del Estado en manos de la derecha: desde la primaria hasta los medios.
7. La respuesta de Vicente Fox no podía ser más pobre, pues negó todos los señalamientos de su ex secretario en tres airadas entrevistas de prensa dadas a bordo del avión presidencial rumbo a Sudamérica (6 de julio) y en un acto oficial en Brasilia, donde abordó encolerizado estas cuestiones domésticas, ante el azoro del presidente Lula y de sus demás anfitriones que lo escucharon hacer un desbordado elogio de sí mismo que rayó ya en el desequilibrio mental (7 de julio).
8. El desbarajuste que hay en la vida política es absoluto y no sorprende por eso que empresarios mexiquenses llevaran el debate al exterior y que la Asociación de Industriales de Naucalpan haya ridiculizado a Fox a su llegada a Argentina, publicando ayer un desplegado en La Nación, de Buenos Aires, titulado: "Despierta, Vicente, mira que en México ya amaneció", acusándolo de carecer de energía y de voluntad para gobernar y exigiéndole la renuncia del procurador Macedo y del secretario de Seguridad, Alejandro Gertz Manero, por su fracaso en el tema de la seguridad.
9. En este escenario desastroso para el país no debería ya sorprender la vergonzosa decisión de Fox de aceptar que soldados estadunidenses hicieran el 4 de julio en territorio mexicano un acto militar de homenaje a un soldado de las fuerzas invasoras muerto en Irak (quien por servir sin permiso del Congreso a un ejército extranjero habría perdido la nacionalidad mexicana), que se atrevieron a afrentar a militares mexicanos que quedaron en ridículo (pues a lo más que osaron fue a pedirles las armas) y que tres días después el secretario Derbez lamentara la actitud de los soldados... mexicanos.
10. La renuncia de Durazo está acelerando las disputas y reacomodos de "la clase política", pero, más allá del nuevo desprestigio que este acto le genera a Fox y a su esposa, constituye en los hechos un paso más en la escalada de la extrema derecha mexicana por alcanzar un control más absoluto del aparato estatal, proyecto en el cual Vicente Fox y Marta Sahagún están siendo los arietes.
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