México D.F. Viernes 9 de julio de 2004
Diferencias ideológicas irreconciliables
impiden la continuación del movimiento
Desaparece El campo no aguanta más
Integrado por 12 agrupaciones, fue principal promotor
del acuerdo nacional para el agro
ANGELICA ENCISO L.
El movimiento El campo no aguanta más, integrado
por 12 agrupaciones, desapareció por diferencias ideológicas
entre sus dirigentes. Surgió a finales de 2002 para protestar por
el deterioro del agro mexicano, luego de nueve años de vigencia
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y fue
el principal promotor del Acuerdo Nacional para el Campo (ANC), firmado
en abril del año pasado.
El miércoles, en una reunión entre los líderes
de las organizaciones, éstos determinaron su desaparición
como grupo, ya que sus desencuentros fueron irreconciliables. Ayer varios
de ellos fueron consultados acerca de los motivos que tuvieron para tomar
esta decisión, pero rehusaron precisarlos.
De
acuerdo con versiones de integrantes de las organizaciones, tenían
previsto dar la noticia el próximo lunes; sin embargo, desde ayer
se comenzó a divulgar que el movimiento ya estaba disuelto por las
distintas visiones acerca del rumbo que debía tomar.
La ruptura se habría dado porque había quienes
promovían la centralización del movimiento, mientras otros
buscaban el trabajo en las regiones, donde están los problemas del
campo.
Desde el año pasado, antes de la firma del ANC,
se empezó a manifestar que entre los dirigentes había concepciones
distintas sobre el rumbo que debía llevar el movimiento. En aquel
momento la mayoría optó por flexibilizar y cambiar sus demandas
originales.
Entre ellas estaba la moratoria al apartado agropecuario
del TLCAN y su renegociación inmediata; sacar al maíz y al
frijol de los tratados comerciales con otras naciones; un programa emergente
para la reestructuración de la agricultura nacional con la participación
de los campesinos; calidad y sanidad en los alimentos para los consumidores
mexicanos, y el reconocimiento a los derechos y cultura de los pueblos
indios conforme a los acuerdos de San Andrés.
Ninguno de esos puntos quedó establecido al pie
de la letra en el ANC, lo cual originó los primeros encontronazos.
Incluso el último punto, referente a los acuerdos de San Andrés,
quedó totalmente fuera de las negociaciones con el gobierno.
Después, el hecho de que decidieran cancelar su
demanda de revisión del capítulo agropecuario del TLCAN,
originó las primeras diferencias entre los líderes de las
organizaciones. Antes de la firma del acuerdo, cuatro agrupaciones determinaron
no signarlo porque consideraron que sus demandas fundamentales no estaban
plasmadas en el documento. Fue el caso de Unorca, FDCCH, Unocof y el FNDCM,
las cuales consideraron que varias medidas establecidas fueron para reforzar
el denominado "blindaje agropecuario" del gobierno.
En enero de 2003, el movimiento, junto con El Barzón
y la CNC, realizó la marcha más grande de campesinos de los
últimos años: unas 100 mil personas llenaron el Zócalo
capitalino. En aquel momento se conjuntaron las organizaciones priístas,
las 11 que integran el Congreso Agrario Permanente (CAP) y el movimiento,
no sólo para manifestarse, sino para negociar con el gobierno el
ANC, que -aseguran- no se ha cumplido.
Había quienes buscaban darle una figura jurídica,
que el trabajo se centralizara en la ciudad de México, en las negociaciones
con el gobierno, mientras para otros era fundamental acudir a las regiones
para trabajar desde ahí las demandas de los campesinos y además
buscar el cumplimiento del ANC por el gobierno.
Existía oposición a que la CIOAC y la CCC,
que forman parte del CAP, también estuvieran integradas al movimiento.
Pero sobre todo, fue difícil remontar la falta de confianza interna
para lograr la reconstrucción del movimiento, sobre lo cual tampoco
había una visión unificada. Al final los dirigentes determinaron
que ya no era posible mantener la agrupación y además tampoco
había voluntad.
El movimiento estaba integrado por la Asociación
Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social, la Asociación
Nacional de Empresas Comercializadoras, la Central Independiente de Obreros
Agrícolas y Campesinos, la Coordinadora Estatal de Productores Cafetaleros
de Oaxaca, la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas
y Campesinas, la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, la
Coordinadora Nacional Plan de Ayala, el Frente Democrático Campesino
de Chihuahua, el Frente Nacional en Defensa del Campo Mexicano, la Red
de Organizaciones Campesinas Forestales, la Unión Nacional de Organizaciones
en Forestería Comunitaria y la Unión Nacional de Organizaciones
Regionales Campesinas Autónomas.
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