México D.F. Viernes 9 de julio de 2004
El país padece una larga fractura de discriminación, considera De la Fuente
Se debe reanudar el debate sobre la reforma a la ley indígena: Stavenhagen
KARINA AVILES
A pesar de los esfuerzos realizados durante más de 70 años, la situación general de la población indígena en México es aún "desastrosa", "catastrófica y "lamentable", advirtió Rodolfo Stavenhagen, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos nativos.
En el mismo sentido, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, manifestó que los ciudadanos mexicanos "estamos obligados a dar una respuesta suficiente y definitiva a esta larga fractura nacional no resuelta que tiene su expresión más aguda en la persistente situación de marginación y discriminación que afecta a los pueblos originarios".
Acompañado por el rector en una mesa de reflexión, Stavenhagen comentó el informe que presentó sobre la situación de los derechos humanos de las comunidades indígenas con motivo de su visita oficial en julio del año pasado al país.
En el auditorio de la Coordinación de Humanidades, el funcionario de la ONU destacó que la característica más frecuente de la situación de los pueblos indígenas no sólo son los rezagos social, político, económico, sino también una "gran injusticia y alta conflictividad" en las regiones que habitan, donde existe una "violación sistemática" de los derechos de los pueblos indios.
Expresó que los grados de marginación "siguen siendo muy altos", lo cual es motivo de gran preocupación, porque tiene que ver con la discriminación estructural, institucional, personal, con el racismo y con la falta de participación en las decisiones políticas del país.
El levantamiento zapatista fue una llamada de atención para que el "país se sacudiese" y nos diéramos cuenta de que existe una asignatura pendiente muy grave, añadió. También destacó que una demanda reiterada de los pueblos indígenas es el de la autonomía y la libre determinación.
Lo anterior, enfatizó, conduce a que se reabra el debate sobre la reforma constitucional en la materia, ya que la iniciativa aprobada no satisface las aspiraciones de los pueblos, además de que no atiende los acuerdos de San Andrés.
Apuntó que otro debate abierto es cómo hacer compatibles los derechos colectivos y los individuales. Por otra parte, dijo que el derecho a la cultura y a la educación bilingüe no sólo es una cuestión de política educativa, sino de garantías básicas. Sin embargo, el Estado no cumple con ello, a pesar de lo que dice la retórica oficial, puntualizó.
Otra de las grandes demandas de los pueblos indígenas es ser tomados en cuenta, sobre todo cuando se trata de decisiones que los afectan. Por ejemplo, dijo, el Plan Puebla-Panamá "no se ha consultado con nadie". Por ello señaló que una reforma constitucional requiere la realización de estos mecanismos para conocer la opinión de las comunidades.
También explicó que la conflictividad en las regiones está vinculada a la cuestión agraria, que sigue sin resolverse; al problema básico de acceso a la tierra y a las luchas políticas. Además, buena parte de las violaciones a los derechos humanos se deben al inadecuado funcionamiento del sistema de administración de "justicia o de la injusticia".
Si no se controlan a tiempo los conflictos anteriores, se producirán las condiciones propicias para "violencia, encarcelamientos, desplazados, muertes, asesinatos, involucramiento de policías y a veces del Ejército", advirtió.
Por su parte, el rector De la Fuente indicó que tal vez el mayor reto que enfrentamos es construir una voluntad colectiva hasta alcanzar la meta de convertirnos en una nación intercultural, en el contexto de la democracia y de la justicia. La universidad, añadió, considera que nuestro destino "está atado ineludiblemente al destino y situación de los pueblos originarios de México".
En ese sentido apuntó que la institución es el espacio privilegiado para promover el respeto a toda forma de diversidad entre los mexicanos, sin exclusiones.
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