México D.F. Viernes 9 de julio de 2004
"Desvanecimiento de datos", base del auto de
libertad
Exculpan de vuelos de la muerte a Acosta Chaparro
El juez desechó declaraciones de testigos presenciales
JESUS ARANDA
El juez cuarto de justicia militar, Domingo Arturo Salas
Muñoz, decretó auto de libertad "por desvanecimiento de datos"
en favor del general Arturo Acosta Chaparro Escapite, en el juicio que
se le sigue por el homicidio de 22 campesinos en Guerrero durante la guerra
sucia de los años 70. Se prevé que la próxima
semana el mayor Francisco Javier Barquín Alonso sea beneficiado
también por haber interpuesto el mismo recurso.
Pese al hermetismo con que se ha manejado el asunto, trascendió
también que el general Francisco Quirós Hermosillo no interpuso
este recurso, por lo que continúa su proceso normal, que concluirá
cuando se convoque a un consejo de guerra para que lo juzgue. Por su parte,
la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) acudió
a la reclamación ante el Supremo Tribunal Militar, con lo que intenta
revocar el fallo.
La
razón por la que Quirós se mantuvo al margen, según
fuentes extraoficiales, fue que teme que al no haber acusación en
su contra en el fuero de guerra, se abriría la puerta para que por
la vía civil fuera juzgado por desaparición forzada (apenas
hace unos días la Suprema Corte estableció que este delito
no prescribe).
Pero cabe recordar que la decisión del juez militar
-quien al igual que el procurador castrense y los defensores de oficio
es designado por el Presidente de la República a propuesta del secretario
de la Defensa Nacional- tiene lugar apenas días después de
que el secretario Ricardo Clemente Vega García hizo un llamado público
a los mexicanos a saber perdonar y a poner atención "en que no se
nos vaya la nación de las manos".
Fuentes cercanas al proceso admitieron su extrañeza
porque se le otorgó a Acosta libertad por desvanecimiento de datos,
ya que por ser un recurso con poco éxito, muy pocas veces se interpone.
Los informantes revelaron también que hace unas semanas ambos generales
y el mayor procesados recibieron por un conducto oficial una propuesta
para que presentaran este reclamo de libertad, pero sólo los defensores
de Acosta y Barquín aceptaron el ofrecimiento.
La decisión judicial constituye un nuevo golpe
a la intención de juzgarlos por su participación en la guerra
sucia -apenas meses atrás habían sido condenados a más
de 14 años de prisión por vínculos con el narcotráfico,
sentencia que purgan en la prisión del Campo Militar Número
Uno-, ya que la acusación inicial en su contra fue por el asesinato
de 143 campesinos guerrerenses, cuyos cuerpos lanzaban al mar en vuelos
que partían de la base aérea militar de Pie de la Cuesta.
Sin embargo, cuando se consignó el expediente AJI008/2003-A
ante un juez, éste consideró que la causa procedía
únicamente por la muerte de 22 campesinos, ignorando así
las acusaciones de la PGJM, que incluyó en el expediente la bitácora
de 33 vuelos de la muerte y testimonios de personal de vigilancia
que confirman el lanzamiento de entre ocho y 12 cadáveres al mar
"en cada viaje", entre 1975 y 1979.
El juez cuarto militar concedió la libertad para
Acosta al considerar que la defensa de éste "desvirtuó totalmente"
las acusaciones de que el militar participó en el asesinato contra
Ruperto Adame de Jesús, Vicente Adame de Jesús, Eusebio Arrieta,
Anastasio Barrientos Flores, Justino Barrientos Flores, Emiliano Barrientos
Martínez, Raymundo Barrientos Reyes, Luis Armando Cabañas
Dimas, Miguel Angel Cabañas Vargas, Roberto Castillo de Jesús,
Rosalío Castrejón Vázquez, Artemio Chávez,
Esteban Fierro Valadez, Jesús Fierro Valadez, Antonio Flores Leonardo,
Marcelino Flores Zamora, Flavio Morales Legideño, Juan Onofre Ocampo,
Lucio Peralta Santiago, David Rebolledo Martínez, Mariano Serrano
Zamora y Perla Sotelo Patiño.
Para el juzgador no tuvieron validez las imputaciones
directas de testigos presenciales, quienes afirmaron que vieron cómo
los generales encabezaron operativos en que llevaron a los campesinos
a la base aérea de Pie de la Cuesta, los mataron y los subieron
a los aviones para tirarlos al mar.
Para el juez de la causa fueron suficientes las declaraciones
de militares que estuvieron en Guerrero en aquellos años, quienes
al ser citados a comparecer respondieron con un lacónico: "No me
acuerdo".
El 10 de octubre del año pasado La Jornada
dio cuenta de los nombres de quienes dieron esa respuesta: el general Enrique
Cervantes Aguirre, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional,
compareció ante el Ministerio Público Militar en su calidad
de ex jefe del Estado Mayor de la 27 Zona Militar de 1974 a 1976; el general
de división Luis Humberto López Portillo Leal, subjefe del
Estado Mayor en el cuartel general de la 27 Zona Militar de 1974 a 1976;
el general Mario Guillermo Fromow García, ex procurador general
de Justicia Militar (1974-1976), que estuvo adscrito como agente del Ministerio
Público Militar en la 27 Zona Militar, y el teniente coronel de
Fuerza Aérea Angel Bravo Beltrán, quien declaró como
oficial subalterno y ayudante de la base aérea de Pie de la Cuesta
de 1971 a 1980.
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