México D.F. Viernes 9 de julio de 2004
La solución es atacar pobreza e injusticias, recomienda
Critica Unicef intentos de disminuir la edad penal
Niños que viven en el campo, de los sectores más vulnerables
Antes de impulsar iniciativas de ley orientadas a disminuir la edad penal y encarcelar a menores, se debe enfrentar la pobreza, injusticia y exclusión social que limitan las oportunidades educativas y la calidad de vida de los jóvenes, "pues sancionar a quienes no tienen una responsabilidad directa ante el fenómeno de la delincuencia no dará ningún resultado", afirmó Theresa Kilbane, oficial del programa de protección especial del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La representante de Unicef reiteró que el organismo internacional está "en contra" de estas iniciativas que han demostrado que no tienen una clara efectividad sobre los índices delictivos e indicó que "disminuir la edad penal no puede ser el camino a seguir, sino la construcción de espacios de superación y de oportunidades".
Agregó que sancionar penalmente a menores de edad es un error, pues se "castiga a quienes no son directamente responsables de las situaciones que ocasionan el aumento de los hechos delictivos, sino a las víctimas de la falta de una vida digna".
Reconoció que uno de los principales problemas que afronta la infancia mexicana es la pobreza, pues cuando más de 50 por ciento de los niños mexicanos "viven en la pobreza, sin oportunidades para impulsar un proyecto de vida, esto indica que se afectará no sólo su salud, nutrición, vivienda y acceso a la educación, sino todas sus expectativas".
Entrevistada luego de participar en la difusión del segundo estudio en 100 ciudades de niñas, niños y adolescentes trabajadores en México, elaborado por Unicef y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, Kilbane agregó que los niños que laboran en las zonas rurales siguen siendo la población más marginada al estar expuestos "a problemas de salud, falta de acceso a servicios básicos y educación".
La población rural infantil, indicó, es altamente vulnerable, ya que presenta los índices más altos de desnutrición, falta de atención de los padres, problemas para que dediquen su tiempo a actividades de esparcimiento y "una creciente dificultad para que acudan a la escuela". LAURA POY SOLANO
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