México D.F. Domingo 20 de junio de 2004
Durante tres semanas, 60 artistas presentarán
su obra en tres ciudades germanas
Nagualia 2004, escaparate de la cultura mexicana en
Alemania
Se busca dar el justo reconocimiento al talento de nuestro
país, dice el director del festival, Jorge Alfonso Gordillo Los
Pregoneros, Susana Harp y Rafael Catana, entre los participantes
ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL
Dresde, 19 de junio. Entre muchas otras manifestaciones
artísticas mexicanas, este verano sonarán en Alemania las
marimbas mexicanas. En la ciudad de Dresde, famosa por su ópera,
en el estado alemán de Sajonia, se inauguró el Festival de
Verano Nagualia 2004 que ha reunido a más de 60 artistas mexicanos
quienes, durante tres semanas, presentarán importantes expresiones
del arte y la cultura mexicanas. Se suman también a Dresde las ciudades
sajonas de Plauen y Görlitz.
Ampliar la percepción del público alemán
acerca de las manifestaciones culturales contemporáneas mexicanas
es el eje central de este importante esfuerzo organizado por la Asociación
Cultural Nagualia, organismo independiente que pretende dar a conocer el
valor de artistas mexicanos que no han recibido aún el justo reconocimiento
por su talento y trayectoria.
Jorge
Alfonso Gordillo González, artista plástico chiapaneco, al
frente de esta asociación y organizador del Festival Nagualia 2004,
encontró una contraparte alemana para llevar a cabo este importante
proyecto: el príncipe Alexander von Sachsen. Aunque en Alemania
no existe una monarquía oficialmente reconocida, este príncipe
desciende de una familia que reinó Sajonia durante nueve siglos
con una particularidad: al haber vivido gran parte de su vida en México,
además de ser alemán es también mexicano.
Empresario y asesor de economía y trabajo de Sajonia,
su compromiso con la cultura y el arte de México lo llevó
a apoyar el proyecto de Nagualia, programa artístico y cultural
que comprende exposiciones de pintura, muestras fotográficas, música,
teatro, danza, cine, conferencias y talleres. Nagualia, organización
integrada por artistas que no dependen de apoyos gubernamentales, ha expresado
en voz de Gordillo González que es una lástima que los talentosos
artistas que hoy forman parte de este festival sean mejor reconocidos en
el extranjero que en su propio país.
La idea partió precisamente de Gordillo quién
al conjuntar esfuerzos con un numeroso grupo multidisciplinario de artistas
se dió a la tarea de esta gigantesca organización y de la
adquisición de patrocinios tanto alemanes como mexicanos.
Oralia García, participante de este proyecto, informó
a La Jornada sobre algunos de los detalles del festival que reúne
también a empresarios alemanes y mexicanos, quienes en el marco
de este evento podrán comprobar que las manifestaciones artísticas
y culturales de México son dignas también de ser apoyadas
con fondos privados.
Ricardo Guevara, pintor y colaborador del proyecto, expresó
que con este festival se pretende que a Nagualia se le escuche en México
al tener ya otras propuestas en puerta para futuros festivales, e incluso
realizar un festival anual en otras ciudades de Estados Unidos o Europa.
La realidad de artistas mexicanos que carecen de apoyos
gubernamentales no es historia nueva, Alemania cuenta con un buen número
de artistas mexicanos que han decidido radicar en este país y que
se han cansado de tocar puertas en instituciones mexicanas sin obtener
respuesta alguna.
En la fiesta de inauguración, presidida por los
organizadores del festival, el príncipe Alexander von Sachsen, el
embajador de México en Alemania, Jorge Castro-Valle Kuenne, y Eva
Maya Montaño, de la Asociación Mexicana-alemana, participaron
Susana Harp y sus músicos, los tríos de Javier Nandayapa
y Los Pregoneros, el grupo Dos Luces, el grupo a capella Voz en
Punto, Leticia Servín y Rafael Catana.
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