México D.F. Domingo 20 de junio de 2004
Ellas aceptaron ante amenazas de enfrentar juicio
político por el caso Millet, según el PRI
El gobierno yucateco presionó a dos ministras
para avalar triunfo de AN
Patrón Laviada rechaza acusaciones; "el tricolor
busca desvirtuar el voto que favoreció a Fuentes Alcocer"
LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL
Merida, Yuc., 19 de junio. En su recurso de impugnación
presentado ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
(TEPJF) por el resultado adverso que tuvo en esta capital en los comicios
del 16 de mayo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) documentó
que las magistradas Mygdalia Rodríguez Arcovedo y Mercedes Pérez
Fernández, integrantes del Tribunal Superior Electoral (TSE), fueron
"presionadas" por el gobierno estatal para avalar el triunfo al Partido
Acción Nacional (PAN).
En
la exposición de motivos, los representantes jurídicos del
PRI, Rafael Ortiz Ruiz y Juan Solís Benavides, notificaron al TEPJF
que ambas togadas decidieron no aprobar el dictamen del juez Júnior
Arellano Santana, quien votó por la anulación de las elecciones
debido al hostigamiento que recibieron de las autoridades gubernamentales,
pero tampoco presentan pruebas contundentes de su versión.
Los funcionarios priístas explican que Rodríguez
Arcovedo, Pérez Fernández y sus colegas Angel Prieto Méndez,
Ricardo Avila Heredia y Ligia Cortés Ortega, han sido amenazados
desde principios de 2004 con enfrentar juicio político, el cual
pretenden fincarles 14 diputados salientes (12 del PAN y dos independientes),
por el supuesto de que los cinco impiden la liberación de Armando
Medina Millet, ex empresario sentenciado a 20 años de cárcel
por matar a su esposa, Flora Abraham Mafud, en 1995, pero cuyo caso se
ha politizado y enfrentado a poderosos sectores sociales de la entidad.
El TSE se integró como la segunda instancia calificadora
de las elecciones, con las dos magistradas ya citadas y el juez Arellano
Santana. La semana pasada, al resolver la impugnación que interpuso
el tricolor por los resultados que favorecieron al candidato panista
a la alcaldía, Manuel Fuentes Alcocer, aquéllas, por voto
mayoritario, resolvieron no revocar el triunfo blanquiazul a pesar
de que se documentaron presuntas evidencias de que el gobierno local dispuso
de recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales para condicionar
el voto ciudadano.
El PRI considera en su impugnación ante el TEPJF
que, "de alguna manera", las magistradas fueron presionadas para que no
alteraran el sentido de la elección en Mérida, en la cual
salió derrotado el ex gobernador Víctor Cervera Pacheco.
Ante esta acusación, el Poder Ejecutivo que encabeza
Patricio Patrón Laviada rechazó haber hostigado a las ministras
o amenazarlas con llevarlas a juicio político. "Todo forma parte
de una estrategia del PRI para desvirtuar el sentido del voto que favoreció
al candidato panista Manuel Fuentes Alcocer; no aceptan (los del tricolor)
su derrota", destacó el gobierno local.
"Hay respeto entre los poderes constitucionales (Ejecutivo,
Legislativo y Judicial) y no pesamos en el ánimo de las magistradas
Mygdalia Rodríguez y Mercedes Pérez", agregó.
El TEPJF deberá resolver antes del 30 de junio
un paquete de impugnaciones que remitieron PRI, PAN y PRD, por las elecciones
en los municipios de Mérida, Akil, Opichén, Dzan, Kinchil
y Chocholá, donde se anularon resultados y se convocó a comicios
extraordinarios.
Desde 1996, por falta de consenso entre las fracciones
legislativas, no se han podido aprobar reformas constitucionales, una de
ellas, el ordenamiento para desaparecer el TSE, que estaba contemplado
en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales
(Cofipe). El año pasado, los diputados de PAN, PRI y PRD discutieron
sobre el tema, pero por falta de consenso de la mayoría calificada
(al menos 17 de un total de 25 legisladores), todo quedó estancado.
La fracción de 12 panistas, el único perredista
Jorge Vallejo Buenfil y los independientes Manuel Avila Noh y Félix
Paat Alcocer, denunciaron que el PRI se opuso porque el TSE es un bastión
donde el tricolor podría acudir para resolver impugnaciones
electorales en su favor.
Una muestra de la actuación presuntamente parcial
del TSE se dio en los comicios de 2001, cuando los magistrados Ligia Cortés
Ortega y Ricardo Avila Heredia, y la juez Mercedes Gamboa García,
revocaron el triunfo de la candidata a diputada del PAN, Lizbeth Medina
Rodríguez, y se lo otorgaron al priísta Freddy Monforte Braga,
ex integrante del gabinete del entonces gobernador Víctor Cervera
Pacheco.
La decisión de anular el triunfo del PAN impidió
que ese partido ocupara la mayoría de la 56 Legislatura, cuya gestión
termina este primero de julio y quitó al TEPJF la posibilidad de
analizar el juicio, puesto que los plazos para interponer recursos ante
la instancia federal habían terminado.
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