México D.F. Domingo 20 de junio de 2004
Favoreció concentración del mercado:
Cepal
Argentina, punta de lanza de la privatización
energética en AL
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Ayer, mientras Repsol YPF atraía la atención
de la industria petrolera mundial por el inicio de trabajos de perforación
en aguas cubanas, la compañía española enfrentaba
protestas en Argentina, donde es vista por una buena parte de la población
como uno de los claros ejemplos de las consecuencias negativas de la privatización
de empresas públicas en América Latina (AL).
La
privatización de la industria eléctrica en Argentina, proceso
que abrió la puerta para una mayor presencia de la trasnacional
española en este continente, "puede verse como una gigantesca operación
de concentración de poder cuasimonopólico, no sólo
en Argentina sino en toda la región", destacó un estudio
de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (Cepal).
Yacimientos Petrolíferos y Fiscales (YPF), la más
importante empresa estatal argentina del sector de la energía, comenzó
a ser vendida en 1993, en el gobierno del ex presidente Carlos Saúl
Menem. En junio de ese año el Estado vendió 43.5 por ciento
de las acciones de la compañía por 3 mil 40 millones de dólares
en efectivo y mil 271 millones de dólares en títulos de la
deuda pública. Pero el Estado a su vez asumió una deuda de
la empresa por aproximadamente mil 800 millones de dólares. A finales
de 1999, la española Repsol concretó la compra de 98.23 por
ciento de las acciones de YPF, en una operación con valor de 13
mil 300 millones de dólares.
Así nació Repsol YPF, la empresa que realiza
actualmente -entre muchas otras actividades en la región, incluido
México- la perforación de un pozo petrolero en aguas profundas
de la parte cubana del golfo de México.
Según el estudio de la Cepal, el capital accionario
de Repsol YPF se distribuye actualmente de la siguiente manera: 35 por
ciento en poder de fondos institucionales estadunidenses; 24 por ciento
de inversionistas españoles; otro 27 por ciento de accionistas minoritarios
españoles -pequeños inversionistas- y 14 por ciento restante
entre minoritarios de América y Europa.
Entre los principales accionistas tiene al Banco Bilbao
Vizcaya Argentaria (BBVA), con 9.8 por ciento de participación directa;
Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa), con 5 por ciento;
The Chase Manhattan Bank, con 5 por ciento; Petróleos Mexicanos
(Pemex), con 5 por ciento, y la eléctrica española Endesa,
con 3.6 por ciento, de acuerdo con el documento de la Cepal.
El documento plantea que el proceso seguido para la privatización
y venta de YPF a Repsol "no logró crear las bases de un mercado
competitivo, a pesar de que el índice de concentración de
los activos obviamente disminuyó, en tanto se pasó de un
esquema prácticamente monopólico a un sistema más
fragmentado de tipo oligopólico con liderazgo de precios por parte
del actor dominante".
Desde el punto de vista, continúa el documento,
del valor obtenido por el Estado por la enajenación de los activos
"resulta evidente" que la venta se realizó a precios inferiores
a los de mercado.
"Uno de los aspectos más preocupantes de la modalidad
de privatización ha sido el enorme grado de concentración
de la propiedad que esta operación implicó al nivel de toda
la región y en el propio país", considera el documento de
la Cepal. "La articulación financiera a través del grupo
BBVA y otros, obviamente excede con mucha amplitud al mero sector petrolero
y aun al sector energético".
El viernes pasado, el diario británico Financial
Times publicó que Repsol YPF había iniciado los trabajos
de perforación en búsqueda de petróleo en un campo
marino a casi 30 kilómetros al noroeste de las costas de Cuba, en
el golfo de México. La firma española mantiene un contrato
con el gobierno del presidente Fidel Castro en el que el petróleo
extraído será compartido por las dos partes.
La información del diario británico destacaba
que la industria petrolera mundial estaría a partir de ahora con
los ojos puestos en Repsol, por las grandes probabilidades de extracción
que expertos atribuyen al campo marino en cuestión, uno de los 54
en los que el gobierno cubano dividió su porción del golfo
de México y que están siendo concesionados a empresas privadas
internacionales, en un negocio del que están excluidas las firmas
estadunidenses por el embargo comercial contra la isla.
Repsol YPF es una de las empresas españolas que
han aumentado sus activos e inversiones en América Latina, aunque
con resultados que dividen las opiniones. Ayer sábado, Repsol YPF
mantenía cerradas, por segundo día consecutivo, sus oficinas
en Argentina para evitar que fueran ocupadas por grupos de manifestantes
que reclaman combustible barato para familias pobres, de acuerdo con un
reporte de Reuters.
Para muchos argentinos, empresas como McDonald's y Repsol
YPF representan los símbolos de las reformas de libre mercado impuestas
durante el gobierno del presidente Carlos Menem que abrieron las puertas
a los capitales privados en la década de los noventa, pero que han
fracasado en mejorar los niveles de vida de la población, según
la agencia de noticias.
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