México D.F. Sábado 19 de junio de 2004
El recinto se suma a la conmemoración
del Día Mundial del Refugiado
Instalación narrativa en el MUCA incita a jóvenes
para que rompan los confines
MERRY MAC MASTERS
La exposición La balada de Kastriot Rexhepi,
instalación narrativa de la artista estadunidense Mary Kelly, vinculada
con los derechos humanos, el dolor, el deseo de paz, de convivencia, ha
detonado que el Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA), de Ciudad
Universitaria, salga de sus confines para unirse en la conmemoración
del Día Mundial del Refugiado que el domingo 20, de 10 a 15 horas,
se llevará a cabo en el vestíbulo y el Teatro Carlos Lazo
de la Facultad de Arquitectura, y la explanada central de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
A su vez el público asistente a las actividades
académico-artísticas, podrá visitar la pieza de 63
metros de largo de Kelly, consistente de 49 paneles elaborados con pelusa
comprimida recogida de la secadora de ropa, así como el ''espacio
de interpretación" que por primera vez acompaña esta muestra.
De tal acierto ha sido esa zona complementaria que la
misma artista admitió que de ahora en adelante resultaría
imposible concebir la exposición sin ella debido a la multiplicidad
de lecturas conferidas a la obra.
De esta manera el creador no depende sólo de la
recepción del visitante, sino del trabajo del museo como comunicador.
Puentes entre obra y público
El
espacio de interpretación, explica su responsable Ricardo Rubiales,
trabaja mucho sobre cómo explorar, desmenuzar, ampliar y evidenciar
los conceptos de la obra, a la vez que crear puentes entre ésta
y el público.
A veces el arte contemporáneo está muy lejano
a la visión general del público, así que ''buscamos
puntos en los cuales podamos acercarnos".
Hay varias formas para acercarse a la obra de Kelly. La
primera sería por medio de la producción artística,
pues Kelly se expresa mediante la secadora de ropa, que emplea como imprenta,
el espacio de interpretación también tiene media docena de
esos aparatos que conducen a repensar el proceso artístico, a la
vez son utilizados en los talleres allí impartidos y para fabricar
las placas de pelusa comprimida, que luego son colgadas en los muros.
Como el tema de la instalación versa sobre las
consecuencias de la guerra, la población civil, los dolores de la
pérdida, otro área del espacio maneja información
sobre desplazados proporcionada por la ONU, el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Comité Internacional
de la Cruz Roja.
Otra sección está pensada para ''acercarse
a la obra de Mary desde la misma Mary". En una isla se han colocado catálogos
de exposiciones anteriores como Posparto, en los que se puede rastrear
su preocupación por las labores femeninas para entender La balada
de Kastriot Rexhepi desde su postura como artista.
Otro apartado consta de audífonos para escuchar
material musical, como el que escribió Michael Nyman para la pieza,
así como corridos mexicanos emparentados con la balada.
Proyecto único en su género
La última zona del espacio son los muros donde
quienes desean dejar un pensamiento escrito en las placas de pelusa comprimida,
están en libertad de colocarlas donde les plazca.
Para Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales
de la UNAM, el espacio de interpretación se trata de un proyecto
único en su género en la medida que rara vez se atiende al
adulto joven. Los espacios lúdicos suelen ser para niños
y sus familias. El espacio de interpretación, sin embargo, ya no
tiene que ver con lo educativo, sino con provoca experiencias y sentimientos.
En el caso de los jóvenes, agrega De la Torre,
esto equivale a un reto porque es un público desatendido en la educación
artística. Y, sobre todo, cuando se trata del arte contemporáneo
no hay nada más equivocado que pensar que basta con sólo
mostrarlo. Hay que provocar que sucedan cosas a partir de las herramientas
brindadas.
|