México D.F. Miércoles 9 de junio de 2004
De 1994 a 2001
Cayó 9.6% el empleo en la industria refresquera: experto
KARINA AVILES
Aunque la industria de los refrescos y aguas embotelladas mantiene un crecimiento constante, la ocupación cayó 9.6 por ciento al pasar de 624 mil trabajadores en 1994 a 564 mil en el 2001, indicó el académico de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Jesús Sánchez Arciniega.
El profesor universitario expresó que pese a que la economía del país ha disminuido, en esta industria "no se ve reflejada la situación crítica o de desaceleración que ha presentado el resto de la manufactura en los últimos tres años".
Lo anterior, consideró, es un indicador de que se trata de productos que difícilmente serán desplazados por razones monetarias porque "ya están incluidos en la canasta de consumo de los mexicanos".
En este sentido, precisó que con apenas 2.6 por ciento del total de las compañías de la división de alimentos, bebidas y tabaco, la industria del refresco y aguas embotelladas produce 13.5 por ciento del valor agregado.
Sin embargo, advirtió que las fusiones y la mayor productividad de esta industria no benefician a los consumidores porque a partir de 1995, los precios de refrescos y aguas embotelladas han sido más dinámicos que el Indice Nacional de Precios al Consumidor, además de que están por arriba de la inflación.
En la conferencia en la sala multimedia Octaviano Campos de la Facultad de Economía, explicó que las compras de empresas regionales y las fusiones por parte de los grandes consorcios internacionales han impulsado la productividad, pero la inversión, en particular, la extranjera, no ha sido un detonador del rendimiento sino de los costos de venta al público y de sus insumos.
En referencia al comercio exterior, señaló que las transacciones con el resto del mundo son pequeñas. En promedio, dijo, representan 128 millones de dólares anuales, entre compras y ventas. Nuestro principal cliente y abastecedor es Estados Unidos, añadió.
Sánchez Arciniega recomendó hacer alianzas para beneficiar en términos netos a los mexicanos a través de la estricta vigilancia de la Comisión Federal de Competencia para que no sean sólo dos las industrias que monopolicen el mercado.
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