La visita, plan proselitista, acusan medios italianos

Pide el Papa a Bush devolver lo antes posible la soberanía a Irak

AFP, REUTERS Y DPA

Ciudad Del Vaticano, 4 de junio. El papa Juan Pablo II pidió hoy al presidente George W. Bush la rápida devolución de la soberanía al pueblo de Irak, y expresó su deseo de que tanto en ese país, como en "tierra santa" la situación "sea normalizada con la activa participación de la comunidad internacional y en particular de Naciones Unidas".

Bush fue recibido en Roma con una multitudinaria manifestación contra la guerra en Irak y la presencia del republicano en Italia, que tuvo como lema "No a la guerra, no a Bush". Los pacifistas dijeron haber reunido a 150 mil personas, mientras la policía local calculó la presencia de 6 mil.

Adversario de la guerra en Irak, Karol Wojtila se entrevistó durante 15 minutos con Bush en su estudio del palacio apostólico. Pero el mandatario, que llegó tarde a la cita, estuvo antes dos horas con funcionarios.

En el encuentro, el jerarca católico condenó implícitamente las torturas infligidas a los prisioneros iraquíes por soldados estadunidenses, y advirtió que de esa manera no se podrá combatir al terrorismo.

"En estas últimas semanas han salido a la luz acontecimientos deplorables que afectaron la conciencia cívica y religiosa y dificultaron el compromiso sereno y determinado en favor de los valores que compartimos", afirmó. "Si esos valores no se respetan, ni la guerra ni el terrorismo serán derrotados".

Sobre Medio Oriente, Wojtila se pronunció por fomentar "un diálogo sincero y determinado entre el gobierno israelí y la Autoridad Palestina". Para el Vaticano, ese conflicto es punto clave para la estabilidad mundial y considera que Washington tiene la capacidad de presionar para lograr una solución.

El Papa pidió mayor cooperación entre Estados Unidos y Europa para resolver los conflictos, incluidos los de Africa.

Bush, quien apareció un poco intimidado dentro del palacio de arquitectura renacentista, según descripción de Afp, dirigió un bre-ve mensaje al jefe de la Iglesia católica, tras entregarle una medalla especial de la presidencia de Estados Unidos.

"Le traigo un mensaje de mi gobierno, que le dice a usted que trabajaremos por la libertad y la dignidad humanas para extender la paz y la compasión; que apreciamos el fuerte símbolo de libertad que usted representa y reconocemos el poder de la libertad para cambiar a las sociedades y al mundo", dijo Bush, acompañado de su esposa Laura.

Es la tercera reunión del Papa y Bush, pero fue la primera desde la invasión angloestadunidense de Irak, en marzo de 2003.

Medios italianos consideraron que la vi-sita del mandatario estadunidense obedece más a un plan proselitista para la relección presidencial que a cualquier otra causa.

"Vino para la foto con Juan Pablo II para poder exhibirla a los electores católicos an-tes de las elecciones del 2 de noviembre", comentó un canal de la televisión italiana.

Bush, quien luego asistió con el jefe del gobierno, el primer ministro Silvio Berlusconi, a una breve conmemoración de la ma-sacre de las Fosas Ardeatinas, la mayor ma-tanza cometida en Italia por los nazis durante la ocupación de la capital italiana, pasó el resto de la jornada en la residencia de la embajada de Estados Unidos.

A pesar de la alarma lanzada la víspera por Berlusconi, quien confesó sus temores de atentados, y del imponente dispositivo de seguridad desplegado por la ciudad, miles de pacifistas salieron a las calles de Roma.

Dirigentes de fuerzas políticas de izquierda iniciaron la marcha desde plaza Venecia hasta la Plaza de la República, informó el enviado de La Jornada, Guillermo Almeyra.

Fausto Bertinotti, secretario de Refundación Comunista, y Victorio Agnoletto, católico independiente, candidato al Parlamento Europeo, encabezaron la manifestación.

Refundación Comunista trató de unir las consignas por la paz con otras ligadas a los salarios y a las condiciones de trabajo en Italia, pero la mayor parte de las demandas se limitaban a repudiar la guerra y las torturas infligidas a prisioneros iraquíes en la tristemente célebre cárcel de Abu Ghraib.