México D.F. Sábado 5 de junio de 2004
Videograbaciones acusan a ejecutivos que bromeaban
sobre estafas a consumidores
Premeditada, la crisis energética que provocó
Enron en California
Varios altos jefes deseaban en 2004 que Bush ganara
para que no existiera control de precios
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 4 de junio. Em-pleados
de alto rango de Enron Corporation encargados de controlar el suministro
eléctrico a California, después que el estado desreguló
y privatizó la industria, bromeaban sobre el dinero que estaban
ganando al manipular ilegalmente el flujo de electricidad mientras los
consumidores sufrían apagones y alzas extraordinarias de precios,
según audiograbaciones dadas a conocer esta semana.
Funcionarios
del gobierno y ejecutivos de las empresas energéticas han insistido
en que la crisis eléctrica en California, hace cuatro años,
fue resultado del mal manejo del proceso de privatización del suministro
eléctrico y la desregulación de la industria en el estado,
por no llevarse suficientemente lejos.
Pero las nuevas grabaciones, combinadas con revelaciones
que se esperan al comenzar el lunes un juicio contra ex ejecutivos de En-ron,
ampliarán las pruebas de que los empresarios encargados de ga-rantizar
el suministro de electricidad a ese estado deliberadamente redujeron la
oferta para incrementar los precios, aun si eso implicaba cortes de electricidad
a decenas de miles de hogares.
Un empleado de Enron, al ha-blar con admiración
de las acciones de uno de sus colegas durante la crisis, dice: "acaba de
chingarse a California (...) Le roba dinero a California al son de un millón
o 2 millones de dólares al día".
Las grabaciones fueron obtenidas por una empresa de generación
eléctrica cerca de Seattle, la cual ha presentado una demanda legal
contra Enron y empleados involucrados por intentar recuperar sus pérdidas
al incrementarse estrepitosamente el precio de la electricidad que compraba
en 2000.
Los comerciantes de energía de Enron se escuchan
en las grabaciones, algunas de las cuales fueron trasmitidas por CBS, ordenando
la suspensión de operación de plantas de generación
en medio de la crisis con el propósito de provocar un alza en los
precios del mercado.
"Si apagas el vapor, ¿qué tanto tiempo tardas
en prenderlo?", pregunta un empleado de la empresa a los de la planta generadora.
"Uy, pues no es algo que deseas apagando y prendiendo cada hora", le responde.
El de Enron da la instrucción: "bueno, pues, sigue adelante y apaga
esa".
En otra instancia, los de Enron están viendo imágenes
de televisión de un incendio forestal que dañó las
líneas de transmisión eléctrica en California, lo
que causó apagones en decenas de miles de hogares. "Quema, baby,
quema", se escucha el canto de los de Enron, ya que esto ofrecería
otra oportunidad para elevar los precios.
Pero las grabaciones también demuestran que no
fueron acciones de unos cuantos empleados traviesos. En una de ellas hablan
de cómo están presionados el ejecutivo en jefe de Enron,
Kenneth Lay, y otros altos ejecutivos para incrementar las ganancias.
Al hablar de las elecciones presidenciales que se aproximaban
en 2000, un empleado de Enron especula sobre lo que ocurriría si
ganaba el candidato George W. Bush: "sería maravilloso, me encantaría
ver a Ken Lay como secretario de Energía". Este era amigo cercano
de Bush y contribuyó con más dinero a sus campañas
que cualquier otra persona.
Otro empleado dice confiado que si Bush llegara a la presidencia
aseguraría que jamás hubiera límites a los precios
de electricidad.
Bush ganó, pero Lay no fue llamado al gabinete,
aunque cuatro meses después de arribar a la Casa Blanca el nuevo
presidente anunció su oposición a toda imposición
de límites sobre los precios de electricidad, al argumentar que
tales medidas tendrían un impacto negativo en la crisis eléctrica.
Pero lo revelado en las grabaciones, entre otras cosas,
sugiere precisamente lo contrario: la imposición de un control de
precio po-dría haber beneficiado a los consumidores. El problema
fue confiar a empresas privadas como Enron el mercado eléctrico
después de la desregulación del sector.
En otra grabación se escuchan los comentarios de
los empleados de Enron en torno a esfuerzos de demandar a su empresa para
recuperar parte del dinero que ganó al manipular el mercado de California.
"Están tratando de chingarse el dinero que ustedes ganaron", dice
uno, y añade: "todo ese dinero que ustedes robaron de las pobres
abuelas de California".
Otro responde, bromeando cínicamente: "Sí,
la abuelita Millie, cuate. Ahora quiere que se le regrese todo su chingado
dinero por todo lo que le cobraron por la energía, lo que le metieron
en el culo por pinches 250 dólares por hora megawatt", dice entre
risas. Estaban plenamente conscientes de que lo que estaban haciendo era
ilegal.
En una grabación se puede escuchar una conversación
en la que se comenta la importancia de no hablar a los medios de comunicación,
ya que eso podría "meternos en líos". Otro bromea que de-sea
ser cuidadoso, ya que "lo único que estoy intentando es ser un colega
honesto para que tenga que ira a la cárcel una sola vez".
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