México D.F. Sábado 5 de junio de 2004
Se disputan ahora la titularidad del contrato
de los trabajadores de Profeco
Persiste pugna entre Ayala y Gordillo por agremiar
a empleados públicos
Se inconforman los seguidores del líder de la
FSTSE por irregularidades en el recuento
FABIOLA MARTINEZ
La disputa por la membresía de los empleados públicos
del país continúa entre la FSTSE, que encabeza el senador
priísta Joel Ayala Almeida, y la central impulsada por la presidenta
del sindicato magisterial y secretaria general del PRI, Elba Es-ther Gordillo
Morales.
Esta vez la pugna ocurrió en la Procuraduría
Federal del Consumidor (Profeco), donde cerca de un millar de trabajadores
participaron ayer en un recuento para determinar cuál de las dos
organizaciones que existen en el organismo ostenta la representación
mayoritaria.
Por
la tarde, los enviados de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje
(JFCA) informaron que el Sindicato Independiente de Trabajadores de Profeco
(adherido a la nueva central de burócratas), que encabeza Arturo
Martín Corona, pudo mantener la titularidad del contrato colectivo
en esta dependencia regida ahora por el apartado A del artículo
123 constitucional, es decir, reglamentado por la Ley Federal del Trabajo,
como cualquier empresa privada.
Como era de esperarse, el sindicato demandante, afiliado
a la FSTSE, manifestó su inconformidad por la participación
de empleados de confianza en el recuento y alegó pérdidas
de derechos laborales desde que el sindicato de Corona es el "administrador"
del contrato colectivo.
Durante el proceso, el director general de Recursos Humanos
de Profeco, Ignacio Bravo Betancourt, aseguró que las autoridades
de ese organismo aceptarán el resultado final del recuento y, dijo,
"tendremos que aprender a coexistir con dos organizaciones sindicales".
El desenlace de este recuento -cuyos detalles se darán
a conocer la próxima semana- tiene una historia sin precedente en
la administración pública federal, toda vez que después
de 26 años de la presencia de un sindicato nacional, una organización
independiente logra, a través del voto de los empleados, asegurar
mayoría.
Para la organización independiente el camino no
fue fácil ni rápido. El 28 de noviembre de 2001, un grupo
de empleados creó el sindicato independiente y solicitaron su registro
a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Ese trámite tardó dos años en un
proceso jurídico en el que el equipo de Corona señaló
al gobierno federal de "complicidad indebida". Finalmente, el registro
fue otorgado el 25 de julio de 2003. El caso llegó inclusive a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Entonces, el sindicato afiliado a la FSTSE interpuso un
juicio para demandar la titularidad del contrato. La demanda fue rápidamente
admitida por la JFCA, de ahí que fue posible la realización
del recuento, el cual -según el Comité de Obervadores Independientes-
se desarrolló normalmente.
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