De nuevo, el Presidente criticó a la clase política

El caso Murat, asunto judicial, se deslinda Fox

Maquiladoras que se fueron a China ya regresaron, afirma

ROSA ELVIRA VARGAS Y CRISTOBAL GARCIA BERNAL ENVIADA Y CORRESPONSAL

Hermosillo, Son., 4 de junio. En su gira de hoy -de Hermosillo a Nogales, pasando por Agua Prieta- el presidente Vicente Fox nunca depuso la euforia por las cifras crecientes de empleo, las importantes inversiones en la generación de electricidad, los grandes proyectos de infraestructura urbana... Puro logro presente o por venir.

Sin embargo, de nuevo expresó su enfado porque los políticos "traemos mucho argüende", aunque al final él tampoco pudo sustraerse y arremetió: "Venimos a hablar de segundos pisos -refirió en Nogales con sorna que pedía la complicidad de su auditorio- con gran ingeniería que para construir siete kilómetros y cuatro distribuidores, (el) costo (será) de 260 millones de pesos. Hay otro lugar en el país que hace segundos pisos, 3.5 kilómetros, (a un costo) 750 millones de pesos. Algo hacen bien ustedes aquí".

Hizo un alto para referirse al dictamen de la Procuraduría General de la República sobre el caso del gobernador de Oaxaca, José Murat, para insistir en su teoría de los carriles: "la única declaración de mi parte es que se atienda lo que el Ministerio Público señaló. Es un asunto judicial y ahí que se ventile''.

La autocrítica al "gremio'' de los políticos, con el paso de las horas, se convirtió en traslado de culpas a los otros. A él sólo le correspondía elogiar el esfuerzo ciudadano y remarcar que el gobierno federal ha hecho su parte. Cuando habló de maquiladoras dijo que de las que fueron a China, muchas están ya de regreso. Allá les prometieron "el oro y el moro'', pero resulta que en México están "los mejores trabajadores'' y aquí hay condiciones de estabilidad.

Era tal su gusto por ese hecho, que hasta ordenó que las cámaras de televisión y los fotógrafos de la Presidencia tomaran gráficas de los letreros donde esas fábricas solicitan personal para así patentizar, además, el crecimiento del empleo.

(Los escépticos que nunca faltan, quienes conforman el gremio periodístico de Nogales, daban la verdadera dimensión a la euforia presidencial: 600 pesos a la semana por ocho horas de trabajo en las maquiladoras; los nogalenses no toman esos jales; casi todos están ocupados por migrantes que vienen principalmente de Sinaloa.)

La terca realidad se imponía también aquí. Pero para Fox el reproche lo merecían otros. Quienes, por ejemplo, no creen que la producción agropecuaria ha crecido en los recientes tres años a mayor ritmo que toda la economía, son aquellos, dijo ante prósperos ganaderos en Agua Prieta, que siguen empeñados en el paternalismo, en el corporativismo, en la corrupción y en la falta de visión "hacia delante".

Porque de eso se trataba al venir dos días a Sonora. De reprochar a la clase política mexicana que ha carecido de madurez, tolerancia, coordinación y unidad de propósitos, "porque tal parece que ustedes nos pagan, nos eligen para que andemos en estos debates que no producen mucho al país".

Antes de prodigar las bendiciones con que suele rematar cada discurso, insistía en que, a pesar del tiempo que pierden los políticos satanizándose en los medios de comunicación, cada asunto -judicial, económico, político- está en su respectivo carril. "Yo sé que todo tiene que ver con todo, pero afortunadamente no hay inquietud ni duda entre los inversionistas''.

Anunció que en mayo se crearon 36 mil empleos -"la mayor cantidad para el mismo mes en la historia de México"- y se mostraba confiado ante las posibilidades de la llamada Iniciativa de Norteamérica, por la cual "vamos a proteger nuestros empleos los tres países, vamos a abrir espacios de oportunidad para la inversión y para las empresas''.

Tal es su expectativa, que ya de plano aventuró: "tarde o temprano tenemos que llegar a un acuerdo migratorio sensato, con visión de futuro, si la política la hacemos a un lado'' y remitía a lo expresado recientemente por el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, quien "señaló que los empresarios americanos ahora están pidiendo nuevamente mano de obra mexicana, y que el gobierno (de allá) no va a la velocidad de las empresas en sus demandas por mano de obra calificada''.