México D.F. Lunes 17 de mayo de 2004
Comprometió con trasnacionales el futuro
del programa
Sahagún gestiona fondos para el plan e-México
El gobierno federal deberá pagar 2,500 mdd en
5 años
ELIZABETH VELASCO C./ I
Sin que a la fecha el gobierno federal explique por qué
la Fundación Vamos México se ha convertido en uno de los
principales "instrumentos de gestión" de recursos privados para
el Sistema Nacional e-México, este proyecto, aún inconcluso,
ya compromete el futuro del país por la fórmula de participación
mixta con que se concibió y el tipo de convenios firmados con trasnacionales,
entre ellas Microsoft.
Fernando
Romo, vocero del Grupo de Usuarios de Linux de México y promotor
del software libre (open source, por su nombre en inglés),
advierte a La Jornada que la "donación" que la presidenta
de la fundación, Marta Sahagún de Fox, "gestionó"
en 2002 para la iniciativa e-México, no es un obsequio. "Actualizar
el uso del software donado por Microsoft obligará al gobierno federal
a erogar unos 2 mil 500 millones de dólares en los próximos
5 años", afirma.
A su vez, Edgar Becerra Bertram, académico del
Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma
de México, anota que a tres años del lanzamiento de e-México,
surgen "varias dudas" sobre los beneficios que obtendrán las trasnacionales
(Microsoft, Intel, IBM, Cisco y otros proveedores de computadoras) con
ese proyecto que desarrollará un mercado de tecnología informática
y de comunicación de casi 60 mil millones de dólares en 2006,
según estima la revista Expansión (diciembre 2002-enero2003).
Cuestiona Becerra: "¿Por qué una iniciativa
del gobierno como e-México, que pone fondos públicos para
arrancar, buscó una fórmula de participación mixta
que puede dar lugar a un problema grave de dependencia tecnológica?
"¿Dónde quedaron los dineros para e-México;
cuánto se ha invertido; de dónde se obtienen fondos? Porque
IBM, Sun Microsystems, Hewlett Packard y varios fabricantes han donado
también equipo en software y hardware", inquiere Romo. Sobre el
donativo de Microsoft, pregunta: "¿Dónde están las
licencias, quién las está usando, por qué renunció
Julio César Margáin al cargo de coordinador de e-México?"
Para responder a esas y muchas otras preguntas, La
Jornada solicitó desde marzo una entrevista con Javier Pérez
Mazatán, quien en febrero pasado relevó a Margáin.
Pero "no hay respuesta", y "otros antes que este diario" esperan una entrevista,
según Baltazar Quijada y Efrén Maldonado, de la coordinación
de Comunicación Social de la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes (SCT), donde está adscrito el proyecto e-México.
Cabe destacar que el obsequio de Microsoft derivó
en el convenio más importante suscrito por el presidente Vicente
Fox con trasnacionales estadunidenses. El primero fue con Intel, líder
en el suministro de microprocesadores, que donó 17 millones de dólares
para capacitar en tecnología computarizada a 17 mil maestros de
escuelas primarias. (The New York Times, 23/04/02)
La "gestión" de la fundación, en e-México
En diciembre de 2000, Fox anunció como uno de sus
principales proyectos la tecnificación del país para "reducir
la brecha digital entre el gobierno, los sectores y regiones del país,
en particular las zonas más alejadas y pobres".
En 2001 anunció el lanzamiento de e-México,
sistema colocado en la estructura de la SCT, con el objetivo de "ofrecer
a la comunidad el acceso a una serie de contenidos de educación,
salud, comercio, turismo, servicios gubernamentales" y otros, para "promover
un desarrollo más acelerado y equitativo, con especial atención
a las zonas más marginadas".
Según Fox, e-México (agrupado en e-gobierno,
e-aprendizaje, e-salud y e-economía) ya opera por conducto de 3
mil 200 Centros Comunitarios Digitales (CCD) distribuidos en los 2 mil
400 municipios del país y 16 delegaciones políticas del Distrito
Federal. Esto, dice el Presidente, ya permite a "todo mexicano" tener acceso
a una computadora.
Independientemente de las dudas sobre la asignación
de presupuestos a e-México, existe un vacío informativo en
torno a los compromisos firmados por Fox y las multinacionales que "asisten"
al gobierno federal en el desarrollo de la mega red oficial (www.e-mexico.gob.mx),
y cuestionamientos acerca de las gestiones de Vamos México en ese
proyecto.
Sara Murúa, reconocida especialista en el régimen
jurídico de las instituciones de asistencia pública y privada,
dice al respecto: "Vamos México se ha convertido en el instrumento
de gestión de recursos privados para el sector público y,
al mismo tiempo, en el facilitador de la infraestructura pública
para la empresa privada. Ese modelo de facilitación se traslada
claramente a la estructura del sistema e-México".
En su informe de noviembre de 2002, Marta Sahagún
de Fox detalla los resultados de sus gestiones con Microsoft. "Vamos México
-sostiene- fungió como enlace con la Fundación Gates para
lograr un donativo por 30 millones de dólares que dicha fundación
(Vamos México) entregó en forma directa al Programa de Bibliotecas
Públicas de Conaculta, impulsando la creación y el equipamiento
de mil 200 bibliotecas públicas en un programa de trabajo proyectado
hasta el año 2004, mismo que implica la instalación de entre
dos y 12 computadoras por biblioteca."
A raíz de los cuestionamientos sobre el manejo
de los fondos de Vamos México que difundió el diario londinense
Financial Times, Sahagún respondió al rotativo que
ese donativo es ejemplo de los "procesos de recaudación innovadores"
gestionados por la fundación para evitar cualquier "conflicto de
interés". Ahí cita también el donativo que por 5 millones
de dólares gestionó con Sun Microsystems para el programa
Tecnología Educativa.
Para beneplácito de Gates, la donación terminó
en la firma de un convenio con Fox, en el cual se consigna el soporte que
Microsoft dará al proyecto e-México en los próximos
5 años, destaca Romo.
El diario estadunidense The New York Times consigna
que el convenio incluye "descuentos" en millones de dólares por
el uso del software de la compañía de informática
más poderosa del planeta, así como soporte técnico,
entrenamiento y capacitación para unos 20 mil técnicos e
ingenieros en la operación de los equipos cibernéticos en
los CCD.
Aunque el acuerdo no obliga a México a usar las
50 mil copias descontinuadas de los programas Windows y Office
de Microsoft, el entonces coordinador del programa e-México, Julio
César Margáin, declaró: "Nosotros (el gobierno federal)
no vamos a rechazar el software descontinuado. Vamos a aceptar las donaciones".
Esa declaración es muy distinta a la que en 2001
hizo Margáin al periodista Dino Rosenberg (Information week México,
5/10/2001), cuando aseguró que "e-México no va a 'casarse'
con ninguna tecnología, plataforma o modelo tecnológico,
porque sería como suicidarse (...) Hay que estudiar quiénes
entrarán y de qué manera".
La "inteligencia" del gobierno foxista
En una videoconferencia transmitida desde Los Pinos a
Seattle, donde se efectuó la reunión de líderes gubernamentales
organizada por Microsoft y a la que no asistió Fox porque el Senado
le negó el permiso para salir del país, el mandatario admitió
que México y su "gobierno electrónico" se desarrollan con
la ayuda y asistencia de Microsoft, empresa líder en computación
(La Jornada, 18/04/2002).
"Gracias, Bill y Melinda Gates. ¡Muchas gracias,
Microsoft!", fueron las palabras del Presidente, quien orgulloso manifestó
que su administración utiliza con "inteligencia" la más avanzada
tecnología para hacer un "gobierno electrónico" que permita,
dijo, no sólo "digitalizar la burocracia, sino eliminarla en gran
medida". Según Fox, para 2006 todos los servicios federales y de
"alto impacto" se ofrecerán a través de medios electrónicos.
"Imagínate lo que sucederá en un par de
años cuando se instalen los 5 millones de computadoras de Microsoft:
¡las actualizaciones serán carísimas!", dice el promotor
del uso del software libre.
Tan sólo actualizar el programa Microsoft Office
(dice en alusión a la nueva versión de Windows XP, que sustituye
a Windows 98) cuesta 6 mil 800 pesos por unidad. En cambio, "en el medio
del software libre hacer un office -inyectar un CD con cuatro programas-
cuesta 53 centavos de dólar, y si deseas ganar un 300 por ciento
lo puedes vender en 25 dólares, pero en el caso de un software propietario
(tipo Microsoft) los costos de operación por la propiedad intelectual
están brutalmente inflados.
"Con perdón del Presidente, aceptar esa donación
fue una torpeza política. Lamentablemente Fox ha aprendido de tecnología
lo que le dice Marta, y en unos años vamos a enfrentar lo que yo
denomino un Fobaproa tecnológico", puntualiza Romo.
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