México D.F. Lunes 17 de mayo de 2004
El SECNA busca articular el diálogo entre
movimientos de resistencia en la región
Crean académicos grupo para plantear alternativas
a la vía neoliberal en AL
KARINA AVILES
Convencidos de la necesidad de contar con un espacio para
plantear alternativas a la globalización neoliberal, académicos
de distintas universidades públicas crearon la Sociedad de Estudios
Culturales Nuestra América (SECNA), cuyo proyecto busca fomentar
la viabilidad de una "América Latina unida" y desarrollar un diálogo
articulado sobre los movimientos de resistencia en la región.
Los integrantes de la SECNA consideraron fundamental "la
integración de los pueblos no imperialistas" para hacer frente al
"capitalismo depredador" basado en un modelo que pretende, entre otras
cosas, borrar diferencias, imponer líneas de reflexión y
negar las propuestas que no vengan de los centros adscritos al proyecto
neoliberal.
El actual proceso de globalización neoliberal ha
ocasionado mayor pobreza y marginación en Latinoamérica y
el resto del mundo. Ante dicha preocupación, académicos de
instituciones como la Universidad de la Ciudad de México, la Universidad
Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma
Metropolitana formaron este espacio al considerar que la difusión
del pensamiento también es parte de una responsabilidad colectiva.
En entrevista, los profesores de la Universidad de la
Ciudad de México, Rubén García, Francesca Gargallo
y Víctor Hugo Losada destacaron que desde el modelo neoliberal se
pretende desaparecer hasta aquellas materias que implican una reflexión
sobre uno mismo, porque lo que se busca es que ese proyecto no sea puesto
en duda.
En ese sentido, Francesca Gargallo señaló
que en América Latina "somos víctimas de un imperialismo
académico". Esto es, hay un "modelo desde el que te dan las pautas
de cómo debes pensar y enseñar".
Restar peso a las humanidades
Los promotores de dicho modelo no fomentan la reflexión,
sino "la preparación de estudiantes para el trabajo, quitándole
el valor de reflexionar sobre sí mismo", afirma. A lo anterior,
Rubén García añadió que las universidades "se
ven presionadas para pensar en esa línea tecnocrática y restar
importancia a las humanidades".
Al mismo tiempo, a las universidades públicas -que
se caracterizan por fomentar el pensamiento crítico- se les asfixia
presupuestalmente, mientras la planta docente envejece y no se crean nuevas
plazas, señaló.
Los académicos indicaron que incluso hay un discurso
dentro de las universidades que tiende a perder lo popular. Para algunos
profesores, lamentan, carecen ya de sentido conceptos como imperialismo
y latinoamericano.
Sin embargo, la idea de "una América Latina unida"
es viable, destacó Rubén García. Y, por ello, es necesario
buscar "las vías de integración de los pueblos latinoamericanos,
lo cual es un sueño compartido", subrayó.
Al respecto, Francesca Gargallo explicó que se
trata de fomentar "el valor de las diferencias dentro de la unidad: tomar
la decisión de afirmar nuestra presencia tiene que ver con proponer
alternativas a la globalización neoliberal".
El imperialismo, apuntó, es también una
forma de comercio obligatoria "de la que ninguna economía debe escapar".
Y en América Latina es precisamente donde se "hace más evidente"
el proyecto imperialista, pero al mismo tiempo "es donde podemos reconocer
la mayor constancia en la resistencia", agregó.
Por ello, Víctor Hugo Losada enfatizó la
importancia de crear un "diálogo más articulado de los movimientos
de resistencia" en la región. Además de ese objetivo, la
SECNA también buscará desarrollar investigación, recuperar
las experiencias de distintos movimientos sociales, fomentar el acercamiento
entre instituciones educativas y sociedad, así como contribuir con
pensamiento crítico y acción comprometida al fortalecimiento
de la resistencia social y de la producción simbólico-cultural
en América, estableció. Todo lo anterior, enmarcado en la
reflexión y difusión del pensamiento alternativo latinoamericano.
Por último, señaló que la SECNA es
un espacio plural, donde no existe ningún criterio de exclusión
y busca la participación y la apertura de espacios que permitan
el diálogo y la interacción entre los diferentes actores
sociales.
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