México D.F. Jueves 13 de mayo de 2004
Lula no dará marcha atrás
Polémica en Brasil por la expulsión del
corresponsal de NYT
DPA, AFP Y REUTERS
Brasilia,
12 de mayo. La decisión del gobierno brasileño de expulsar
del país al corresponsal del diario The New York Times por
acusar el domingo al presidente Luiz Inacio Lula da Silva de "alcoholismo",
desató una controversia en los medios políticos y periodísticos
locales entre defensores y críticos del mandatario por la medida
adoptada.
A las críticas se sumaron organismos internacionales
de prensa, defensores de los derechos humanos y el propio diario neoyorquino,
que, indicó, "tomará las medidas apropiadas para defender
los derechos de su corresponsal Larry Rohter".
El Times sostuvo que si "Brasil tiene la intención
de expulsar a un periodista por escribir un artículo que ofendió
al presidente, ello generaría ciertas interrogantes sobre el compromiso
profeso de Brasil con la libertad de expresión y de prensa".
El Departamento de Estado apoyó al diario, al apuntar
que "la decisión del gobierno de Brasil de cancelar el visado del
periodista de The New York Times que escribió el artículo
no corresponde con el sólido compromiso de Brasil con la libertad
de expresión".
El canciller brasileño Celso Amorim defendió
la medida y aseveró que nada tiene que ver con la libertad de prensa,
sino que es una respuesta a un artículo "inventado e injurioso"
que "hiere el honor nacional" y que buscaba "afectar el liderazgo emergente"
de Lula y de Brasil.
Legisladores del oficialismo y del gobernante Partido
de los Trabajadores defendieron la decisión del gobierno, así
como también los ex presidentes José Sarney, actual líder
del Senado, e Itamar Franco, hoy embajador en Roma, alegando que el artículo
en cuestión "hirió" la dignidad del país.
El propio Lula, durante un encuentro con legisladores,
dejó en claro su enojo con el reportaje de Rohter -que recoge versiones
de sus adversarios políticos sobre su "abuso por el alcohol"-, al
afirmar que no dará marcha atrás en su decisión de
expulsarlo.
La ley da ocho días al extranjero cuya visa es
cancelada para salir del país, y en caso contrario se le expulsa
por la fuerza.
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