México D.F. Viernes 30 de abril de 2004
Derechistas argentinos viajan a Chile a pedirle
a Menem que regrese a la política
Extirpar la corrupción y terminar con la policía
deshonesta, demanda Kirchner
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 29 de abril. El presidente argentino,
Néstor Kirchner, sostuvo en las últimas horas que es necesario
extirpar la corrupción institucional y "terminar con la policía
deshonesta", para dar pasos fuertes en el tema de la seguridad, convertido
en muletilla de los sectores más conspirativos de la derecha
local.
Mientras
se calmaron las turbulencias po-líticas en el gobernante Partido
Justicialista, especialmente los enfrentamientos con el ex presidente Eduardo
Duhalde, una serie de acciones, maniobras y cruces mediáticos indican
que la derecha, aún sin un líder aglutinante, intenta avanzar
en varios frentes.
Representantes de esos grupos políticos van a Chile
para tratar de entusiasmar al ex presidente Carlos Menem, quien acaba de
anunciar su deseo de presentarse nuevamente en futuros comicios.
Kirchner se enfrenta a una embestida por el tema de la
seguridad y la justicia, que desde los años 90 fue una demanda activa
de la sociedad en general, como se vio en las marchas de silencio en distintos
lugares del país ante crímenes vinculados con la corrupción
en el poder y en las policías.
El mandatario dio un paso político importante al
confirmar que intenta crear una empresa estatal de energía, y acusó
a las empresas privatizadas del sector por el recorte del suministro de
gas a Chile y por la crisis energética que amenaza al país.
En otra apuesta política se trazó un esquema
para ahorro de energía, pero la crisis se reconoce como grave y
nadie duda que la derecha conspirativa saca réditos.
En entrevista con la revista mensual De-bate, el
mandatario argentino se refirió a los "sectores concentrados de
la economía que presionan, los que manejan algunos de los servicios
privatizados que se mueven en forma permanente".
Estos sectores dicen "si me das lo mío puedes hacer
de este país cualquier cosa. Ahora, si no me das lo mío,
hago todo el lobby posible para impedir la gobernabilidad", dijo
el gobernante, quien destacó la solidaridad de los sectores humildes,
los trabajadores y la clase media.
El
tema de seguridad instaló un fuerte debate por las propuestas de
leyes duras, inspiradas por la derecha más reaccionaria, que apoya
a Juan Carlos Blumberg, empresario cuyo hijo, Axel, fue asesinado en un
secuestro en el que estuvieron comprometidos algunos jueces y policías.
Más allá de la justicia de la causa, la
campaña mediática incide peligrosamente para forzar una legislación
represiva similar a la de la pasada dictadura.
Los ultraderechistas recurren a los boletines por Internet,
cuya virulencia es más que visible y marcan la agenda. Se demanda
la política de mano dura, que ya promocionaba el ex gobernador
de la provincia de Buenos Aires Carlos Ruckauf y el ex comisario Luis Patti,
entre otros personajes de la pasada dictadura militar (1976-1983).
Por su parte la izquierda desunida no pa-rece tener una
repuesta profunda frente a esta ofensiva, y aunque la tuviera los me-dios
de comunicación no la divulgan.
Tanto el trostkista Polo Obrero como Raúl Castells,
del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupado, participaron en
marchas convocadas por Blumberg, a pesar de las advertencias del resto
de los piqueteros (desempleados) sobre el sesgo que fue tomando
la movilización por seguridad.
Los ataques a Kirchner traen ahora de regreso los elementos
de la guerra sucia del pasado, y desde esos grupos se le acusa como
un gobierno "montonero" (guerrilla peronista de los años 70). También
demandan que las fuerzas armadas se involucren en seguridad interior y
que asuman militares el control de la policía bonaerense.
El Boletín de Prensa Confidencial, que dirige
un hombre ligado a la marina, reproduce un texto de Carlos J. Rodríguez
Mansilla, quien sostiene que "el 25 de mayo de 1973 la banda Montoneros
llegaba a la Casa Rosada de la mano de Héctor J. Cámpora,
a quien habían rodeado y condicionado (....) Treinta años
después de aquel 25 de mayo de Cámpora, llegaban otra vez
los montoneros a la Casa Rosada, también con votos prestados del
justicialismo (en referencia a Kirchner)".
En la andanada se menciona a "los Kirchner, Carlos Kunkel,
Miguel Bonasso, Horacio Verbitsky y otros".
Según estos sectores de pluma tan similar a la
de los paramilitares y militares de los años 70, ahora "los montoneros
vuelven a usar la máscara peronista".
También destaca el "articulista" que abril es un
mes fatal para "los montoneros que gobiernan", en referencia a la marcha
convocada por Blumberg, y sostiene que luego de esto el gobierno puso en
escena "un denominado Plan de Seguridad, que establece el sistema de los
comisarios políticos, como en los países comunistas".
Pero su análisis también es una alerta cuando
señala que "con su estructura mental metódica, Juan Carlos
Blumberg ya ha puesto en entredicho a dos de los tres poderes del Estado.
El próximo es el Ejecutivo. Llenar la Plaza de Mayo ante la Casa
Rosada. ¿Qué hará entonces Kirchner? ¿Se animará
a asomarse al balcón? Cuando Blumberg llene la Plaza de Mayo será
tres a cero. Y Kirchner perderá por goleada. Porque la gente no
está con los montoneros". Incluso menciona "un helicóptero
para Kirchner", en referencia a la tumultuosa salida de Fernando de la
Rúa, en diciembre del 2001.
También, curiosamente, se adelanta a mencionar
que "ahora empieza la movida por aumentos de salarios que día a
día se come la inflación creciente por la crisis energética,
los tarifazos, los impuestazos y por la falta de trabajo
y de seguridad", y augura un duro final.
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