Hay la percepción social de que se "vacila" al aplicar la ley, según el auditor

González de Aragón: el gobierno ataca efectos de la corrupción, no las causas

JOSE GALAN

El gobierno federal no puede ni debe seguir en el camino de la complacencia con acciones que sólo obran sobre los efectos de la corrupción y no sobre las causas que la generan, afirmó ayer el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Arturo González de Aragón. Agregó, por otra parte, que si bien no se detectaron irregularidades de la fundación Vamos México en la revisión de la Cuenta Pública de 2002, para la correspondiente a 2003 "vamos a hacer una revisión exhaustiva a la Presidencia de la República, para ver que no se haya enviado ningún tipo de fondo público a ningún tipo de fundación privada".

Al recibir de manos del rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Luis Mier y Terán, los estados financieros de esa casa de estudios correspondientes a los años 2002 y 2003, sostuvo que la inseguridad, la corrupción y la impunidad, "que registran altos niveles de ocurrencia", hacen que exista la percepción social de que la autoridad "vacila" en aplicar la ley y que numerosos grupos de ciudadanos se resisten a cumplirla.

"Estamos ciertos de que ninguno de los problemas a los que se enfrentan nuestras instituciones, nuestra democracia y el país entero es tan grave como la falta de observancia de la ley", expresó. "No es un asunto de simples equivocaciones en la impartición de justicia, sino también una inadecuada operación del estado de derecho que trasciende la dimensión puramente jurídica para convertirse en un verdadero problema social".

Sobre la corrupción, añadió, el tamaño de la respuesta del Estado debe corresponder con la dimensión del reto. "Los gobiernos deben contar con voluntad suficiente para honrar el compromiso asumido ante la sociedad en la satisfacción de sus necesidades fundamentales", puntualizó.

Sobre la rendición de cuentas sostuvo que el sistema democrático mexicano requiere de un sustento en el que la unidad, producto de la búsqueda de consensos, sea la condición "indispensable" para que la alternancia en el poder propicie un cabal ejercicio de la función de control por parte de la oposición.

Citó informes del Foro Económico Mundial al plantear que en términos de competitividad México logró un avance, al pasar del sitio 53 al 47 entre 102 países. Pero, según el mismo foro, entre 102 naciones, México obtuvo el lugar 101 en tipo de cambio real, 90 en eficiencia recaudatoria, 89 en costos empresariales por crimen y violencia y 75 en prácticas para despedir y contratar personal.

En cuanto a recaudación tributaria, citó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Afirmó que México necesita mejorar sus prácticas y políticas en esta materia, toda vez que es el país con el peor índice entre las 30 naciones integrantes de dicha organización. "Motivo de especial preocupación es el resultado que México ha obtenido en la evaluación de Transparencia Internacional mediante el índice de percepción de la corrupción. Las calificaciones obtenidas, en una escala de cero a diez van de 3.7, en 2001, a 3.6, en los dos últimos años, pasando del lugar 51al 64 en 2003", añadió.