Rumores y "argucias"

Doce horas después de que el empresario Carlos Ahumada fue internado en el Reclusorio Norte, sus abogados no dejaban de insistir en que el estado de salud de su cliente era delicado, por lo que debería ser traslado a un hospital. Solicitaron la duplicidad del término legal para que el juzgado undécimo penal determine la situación jurídica del detenido, por lo que será hasta el próximo martes cuando se dicte auto de formal prisión o de libertad.

El defensor Juan Collado visitó a Ahumada a las 11 de la mañana acompañado de dos médicos internistas para realizarle una nueva valoración física, que anexaron a una petición hecha al juez responsable del caso, Casiano Carlos Morales, para que el empresario sea atendido en un hospital por los supuestos problemas cardiacos que lo aquejan.

Collado incluso responsabilizó a las autoridades del Distrito Federal de lo que pueda ocurrir a Ahumada si no permiten que sea examinado con aparatos especializados, y dijo que no se trata de ninguna argucia legal, ya que médicos del hospital Angeles determinaron que su cliente sí tiene una afectación cardiaca complicada.

Ayer por la tarde volvió a correr el rumor de que el empresario había sufrido un infarto, pero fue desmentido por las autoridades.

En respuesta a los señalamientos de Collado, el fiscal de Procesos Norte de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Roberto Ibinarriaga, comentó: "Sería imposible que nos hiciera responsables, toda vez que el procesado no está a nuestra disposición, y el juez sería quien tendría que determinar. Todo parece indicar que es una estrategia legal para que la persona no esté internada en el reclusorio".

Recordó que el hermano de Carlos Ahumada, Roberto Aníbal -quien ayer acudió al penal con la esposa del detenido, Cecilia Gurza-, ha declarado que "el peor temor" del empresario es estar en un reclusorio, por lo que con esa maniobra se pretende que sea procesado afuera.

SUSANA GONZALEZ G.