Pide desechar estrategias de aniquilamiento usadas en el ataque

Ni ánimo de venganza ni represalias: López Obrador

Se respetarán los derechos humanos del empresario deportado, asegura

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

Una vez consignado penalmente Carlos Ahumada Kurtz, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, instó a quienes tramaron ''desde el gobierno federal'' el complot en su contra abandonen las ''estrategias de aniquilamiento'' que han utilizado en su ''plan de ataque'', dejen de utilizar los órganos del Estado de manera facciosa y diriman las diferencias políticas por la vía del diálogo, el debate y la confrontación de ideas y proyectos.

Advirtió, sin embargo, que el deterioro y la pérdida de credibilidad de las instituciones ''se resuelve quitando a los que no están a la altura de las circunstancias'', esto al reiterar, en alusión al procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, que a veces las instituciones no tienen a los hombres idóneos.

En un paréntesis que abrió a su tregua para no hablar del complot en sus conferencias de prensa, dada la deportación de Ahumada el miércoles, López Obrador llegó ayer a la sala de prensa Francisco Zarco con un mensaje escrito, dirigido a los habitantes de la ciudad, en el que afirmó que su gobierno se ha conducido en todo este asunto con apego a la ley, y que no habrá ánimo de venganza, represalias y mucho menos se violarán los derechos humanos de Ahumada.

El mandatario capitalino rechazó que su administración haya tenido alguna injerencia en la decisión del gobierno de Cuba para deportar al empresario, y consideró positiva dicha determinación, pues dará más tiempo a la PGR para que determine sobre la averiguación previa que inició contra Ahumada por el delito de lavado de dinero, pues ya lleva casi dos meses y no ha terminado de integrar la indagatoria ni ha solicitado la consignación a un juez. ''Es muy extraño que esto esté sucediendo'', comentó.

López Obrador reiteró que su gobierno no permitirá la impunidad, para diferenciar la actuación de su administración con lo que ha ocurrido con otros delincuentes de cuello blanco que han sido extraditados por el gobierno federal. ''No somos iguales, y esto que se escuche bien y que se escuche lejos: es parejo, no hay dos varas de medir; el que comete un ilícito tiene que responder, porque nada ha dañado más al país como la corrupción y la impunidad''.

Insistió en que en el fondo del complot está la preocupación de sus adversarios para impedir el avance de su proyecto alternativo de nación. Por ello reiteró que la confrontación política se debe dar en buena lid. ''Desde luego que tenemos diferencias, pero no debemos darnos trato de enemigos a destruir, sino de adversarios; debemos hacer a un lado las fobias, no odiar a nadie, pues eso no conduce a nada bueno y desde luego tiene que haber confrontación, pero de ideas, de proyectos; tiene que haber debate y al final de cuentas quien va a decidir va a ser el pueblo'', propuso.

Debemos dejar, agregó, que la gente decida con libertad y no pretender situarnos como jueces, como se hacía antes en la política, porque ahora la política no es cosa de unos cuantos.

Lo que quiere la gente, señaló, es que los políticos, desde los gobiernos locales o el nacional, se dediquen a resolver los grandes problemas del país; no quiere conflictos ni pleitos, quiere que se respeten la ley y las instituciones y por eso ''tenemos la obligación de garantizar la tranquilidad pública y la estabilidad política''.

Finalmente, el jefe de Gobierno del Distrito Federal anunció que para responder a la averiguación previa que inició en su contra la PGR por difamación, al haber señalado que esa procuraduría y Gobernación saben del paradero del ex secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, enviará su declaración ministerial por escrito. Recordó la fotografía al salir de las instalaciones de la dependencia, el viernes pasado al acudir a entregar personalmente su escrito, cuando fue escoltado a la calle por miembros armados de la Agencia Federal de Investigación: ''Para no seguir haciendo revuelo; además, no son muy corteses que digamos; lo de la fotografía no se me olvida. Yo no odio, pero no olvido''.

A los habitantes del Distrito Federal

Con motivo de la deportación del señor Carlos Ahumada Kurtz, y de las actuales circunstancias, informo lo siguiente:

1. En primer término reitero la convicción que tiene el gobierno de la ciudad de seguir actuando de conformidad con la ley, con respeto a las instituciones y al ciudadano Presidente de la República. A todos conviene, y es nuestra obligación como autoridades, mantener la tranquilidad de la vida pública y la estabilidad política del país.

2. Nosotros no odiamos, no tenemos enemigos y con nuestros adversarios siempre actuamos con apego a principios morales. En el caso del señor Ahumada, como en cualquier otro, no habrá ánimo de venganza, represalias, ni mucho menos violación a sus derechos humanos.

3. Tampoco habrá impunidad, como lo dije desde el principio de estos escándalos de corrupción política, todos los involucrados que cometieron delitos, trátese de quien se trate, serán castigados conforme a la ley. En los hechos seguiremos demostrando que no somos iguales, que no establecemos relaciones de complicidad ni aceptamos componendas de ninguna índole.

4. Está claro: hubo un complot y quienes se confabularon no te-nían ni tienen la menor intención de combatir la corrupción, sino de dañarnos políticamente. Ojalá que quienes tramaron este plan de ataque, sobre todo los funcionarios públicos del gobierno federal, entiendan de una vez que no se deben utilizar los órganos del Estado de manera facciosa. Las diferencias políticas deben resolverse con diálogo, debate, confrontación de ideas y proyectos, no con estrategias de aniquilamiento, como si se tratara de destruir al enemigo y no de vencer en buena lid al adversario.

5. Todos los procesos judiciales relacionados con estos asuntos seguirán en manos del procurador general de Justicia del Distrito Federal, maestro Bernardo Bátiz Vázquez, un hombre recto y justo a quien le tengo toda mi confianza.