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México D.F. Sábado 24 de abril de 2004
ANDANZAS
Colombia Moya
Red de festivales de danza
ESTA EXTENSA RED de festivales de danza en la República
Mexicana, ampliamente fomentados por el Instituto Nacional de Bellas Artes
y los gobiernos estatales, practicamente ya prendieron, y si bien
no se distinguen por su calidad, si en cambio por su cantidad y otro tipo
de cualidades. La calidad y nivel no se compra en la farmacia de la esquina,
tampoco el talento y la metodología para llegar a un verdadero profesionalismo.
Sobran entusiasmo, ganas, ilusiones y esperanzas de la nueva gente, los
jóvenes, que siempre levantan las alas desplumadas de la desilusión
y la falta de apoyo, y que, aunque muy lentamente, van avanzando, abriéndose
paso, descubriendo formas propias y experiencias inéditas que formando
un todo, dando cuerpo a una importante expresión sociocultural que
hasta el momento, aún con cambios de sexenios, los príncipes
de la cultura y amos del presupuesto, no les han dado el guillotinazo.
ESTA
CORRESPONDENCIA ES vital entre instituciones y creadores, artistas,
digámosles gente, ciudadanos, contribuyentes, mexicanos, que se
necesitan mutuamente y tanto unos como otros viven de ambos. ¿Que
harían los funcionarios de la cultura sin los artistas, estudiantes
y público amante del arte, al que tienen derecho? Adónde
irían los presupuestos, las partidas, para llenar un párrafo
importante de nuestro desarrollo social establecido en nuestra Constitución,
galardón de añejas luchas sociales, como tantas; qué
harían los creadores sin los cauces, a veces marañas burocráticas
y de intereses tan amañados de las instituciones, aunque a veces
las manejen personas chambeadoras que no tienen idea de lo que debe hacerse.
Lo importante es que los proyectos no se corten y la sociedad cultural
finalmente obtenga su oportunidad, sus premios y reconocimientos para alentarlos
en su nada fácil camino; en especial el de los bailarines, que cual
libélulas o mariposas multicolores gastan sus frágiles alas
en el destello fugaz del milagro creativo, porque falta aún toda
aquella red de vasos comunicantes, una infraestructura social que conteste
las preguntas: ¿adónde se va después de este esfuerzo,
este difícil y agotador aprendizaje? ¿Cuál es la verdadera
meta? ¿A quiénes o para qué sirve todo este descomunal
esfuerzo humano y financiero? ¿Existe acaso una meta precisa, aparte
de la propia satisfacción del incomparable ego de la danza, o la
simple joie de dancer sin proyecto alguno de vida?
¿ADONDE VAN TODOS esos chavos y chavas que
le entran a la danza en aquellos estados? ¿Cuál es el futuro
de sus vidas? ¿Cómo continuar retroalimentándose con
la sociedad y las instituciones? ¿Hay algún seguimiento serio
que propicie el salto de cantidad a calidad? ¿Podría verdaderamente
llegar a lograrse una efectiva descentralización de la cultura,
o no va mas allá de entretenimiento cultural?
AHORA, LA ZONA noroeste del país -Sonora,
Sinaloa, Baja California y Baja California Sur-, con sus talleres, mesas
redondas, conferencias y funciones de danza donde participan grupos de
los propios estados, del Distrito Federal y de países invitados,
que alimentan una vez más este sueño estupendo de fortalecer
la danza, por dar lugar y voz a un gremio o grupo determinado de la sociedad
para hacer o ver lo que les gusta, mientras aquí, en el corazón
del país, el poderoso Distrito Federal, el sangriento hachazo del
recorte de personal y presupuestos parece haberse ensañado con la
danza. Haberlo pensado antes, diría yo. ¿Adónde pues
se va después de decenas de años de trabajo? ¿Al clóset?
Tema candente que falta espacio para tratarlo, pero que es inminente analizar
y que pocos de quienes deberían hacerlo le entran.
MIENTRAS TANTO, SONORA, Sinaloa, Baja California
y Baja California Sur preparan sus festivales internacionales de danza.
En Culiacán, Mazatlán y Los Mochis se realizará la
octava edición del Festival José Limón, que otorga
el acreditado premio del mismo nombre; en Tijuana se realizará la
sexta Muestra Internacional de Danza, mientras que en Sonora también
habrá fuego dancístico con el Festival Un Desierto para la
Danza 2004, que se desarrollará en diversas sedes como Hermosillo,
Nogales, Ciudad Obregón, Guaymas y Navojoa, entre otras. Estos festivales
comenzarán hoy y culminarán el 2 de mayo próximo,
mostrando así que no todo es noticia sobre narcotráfico en
aquellas regiones.
DE ESTE MODO, el esfuerzo conjunto de funcionarios
y artistas van alimentando el crecimiento de una plantita que, además
del florecimiento actual, cualquier día puede estallar en un genio,
una importante figura capaz de resumir el espíritu de esta importantísima
región, tan cerca del estruendo del gigante y tan valerosa en la
oportunidad de fortalecer el rostro de nuestra gente.
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