México D.F. Sábado 24 de abril de 2004
La región, con menor avance respecto
de otras zonas, reporta el organismo
Banco Mundial: la desigualdad impide a AL abatir la
pobreza
China "sacó" de la marginación
a 200 millones de personas en 20 años sin que sus reformas se apegaran
al modelo de FMI y BM Mil 101 millones con ingreso de menos de
un dólar al día
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y JIM CASON ENVIADO Y CORRESPONSAL
Washington, DC, 23 de abril. Un "agudo" y "preocupante"
problema de desigualdad en la distribución del ingreso mantiene
estancada la lucha contra la pobreza en América Latina. El diagnóstico,
hecho público este viernes por el Banco Mundial (BM) con motivo
de la publicación de su principal reporte anual sobre la situación
social en el planeta, reveló que Latinoamérica se ha rezagado
en la reducción de la pobreza respecto de otras regiones que han
conseguido avances significativos en las últimas dos décadas.
China
ha tenido éxito no sólo en atraer inversiones con mano de
obra barata. El país asiático logró "sacar" de la
pobreza a 200 millones de personas en las pasadas dos décadas y
algo similar está ocurriendo en India. Es significativo que, principalmente
en el caso del primer país, el tipo de reformas emprendidas en los
últimos años no han seguido a rajatabla el modelo diseñado
por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como sí
ha ocurrido en Latinoamérica. China e India, con mil 280 y mil 49
millones de habitantes, respectivamente, reúnen a 37.5 por ciento
de la población mundial, que es de 6 mil 199 millones.
El informe anual Indicadores del desarrollo mundial
2004, divulgado este viernes durante la reunión de primavera
del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, estableció
que la proporción de personas que vive en situación de pobreza
extrema -con un ingreso menor a un dólar por día- en los
países en desarrollo se redujo casi a la mitad entre 1981 y 2001,
al pasar de 40 a 21 por ciento de la población. Si se toma como
referencia el porcentaje de la población que percibe dos dólares
por día, el porcentaje de la población de los países
en desarrollo en esta situación pasó de 65.9 por ciento en
1981 a 52.8 por ciento en 2001.
En cifras, ello representa que actualmente mil 101 millones
de personas en los países en desarrollo se encuentran en pobreza
extrema, con un ingreso menor a un dólar por día, con todo
lo que ello representa en términos de nutrición, salud y
educación.
Los números generales no alcanzan a revelar un
hecho que este viernes destacaron funcionarios del Banco Mundial: la disminución
de la pobreza estuvo básicamente determinada por los resultados
de China e India, mientras que por otro lado hay una situación de
estancamiento en zonas como América Latina, o de incremento en el
sureste de Asia y en las naciones del Africa subsahariana.
En China, donde el producto interno bruto (PIB) per cápita
se ha multiplicado por cinco desde 1981, el número de pobres bajó
de 600 a 400 millones de personas.
En América Latina, región en la que desde
principio de los años 80 fueron emprendidas por los gobiernos reformas
de liberalización comercial y financiera, así como privatizaciones
que -según los defensores de estas estrategias, entre ellos los
organismos internacionales- deberían tener como resultado la reducción
de la pobreza, los números no son alentadores.
El reporte del Banco Mundial destacó que en 1981
vivían en América Latina 36 millones de personas que obtenían
a lo más un ingreso diario de un dólar. Esa cifra aumentó
a 50 millones de personas en 2001. En términos de porcentaje de
población total, la cifra se mantuvo: los latinoamericanos con ingreso
de un dólar al día representaban 9.7 por ciento de la población
en 1981 y, en 2001, eran 9.5 por ciento del total.
Con una base más amplia, los resultados son similares.
En 1981, el número de latinoamericanos que debían vivir con
dos dólares por día era de 99 millones, cifra que pasó
a 128 millones en 2001. Como porcentaje de la población, las cifras
son equivalentes a 26.9 y 24.5 por ciento, respectivamente, para cada uno
de los años.
Para el Banco Mundial, la razón por la que América
Latina no ha logrado avanzar en la reducción de la pobreza, cuando
sí lo han hecho otras regiones, radica en la inequidad al momento
de repartir los frutos del crecimiento económico.
"En América Latina hay un problema agudo de distribución
del ingreso, que es preocupante, y debemos preguntarnos si se puede lograr
abatir la pobreza con ese nivel de inequidad", comentó Martin Rivallion,
director del Banco Mundial del programa de investigación sobre la
pobreza. "En la región, el crecimiento es menos eficaz para reducir
la pobreza, por el alto nivel de inequidad", añadió. Si los
pobres tienen una parte pequeña del pastel, poco pueden obtener
cuando hay crecimiento económico, acotó.
Inequidad
Una décima parte de los latinoamericanos más
ricos percibe 48 por ciento del ingreso total de la región, mientras
el 10 por ciento más pobre apenas obtiene 1.6 por ciento. En regiones
avanzadas, la décima parte de la población rica no tiene
más de 27 por ciento del ingreso, según del Banco Mundial.
Entre otras de las causas por las que el fenómeno no ha logrado
ser revertido es que en los países más avanzados se destina
de 10 a 15 veces más recursos a combatir la pobreza, en proporción
del PIB, que en América Latina.
En las naciones africanas al sur del Sahara, región
donde viven 673 millones de personas, el PIB per cápita se contrajo
13 por ciento desde 1981. Ello provocó que el número de personas
en pobreza extrema creciera de 164 a 314 millones de personas.
Mientras en los antiguos países de la Europa comunista,
las tasas de pobreza extrema pasaron de prácticamente cero en 1981
a 6 por ciento de la población en 1999, según el Banco Mundial.
El organismo consideró que para reducir la pobreza
los países en desarrollo deben tener una mejor posibilidad de vender
sus productos en las naciones avanzadas. Ello implica una reducción
de los subsidios agrícolas de los países ricos, que suman
330 mil millones de dólares al año. Pero también es
necesario, añadió, que aumente la ayuda oficial al desarrollo,
que sumó 70 mil millones de dólares en 2002.
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