México D.F. Martes 20 de abril de 2004
Se calcula que son violadas dos de cada 10 que
viven en naciones donde hay conflictos
Parlamentarias exhortan a defender a menores y mujeres
acosadas por guerras
Estados Unidos debe respetar la soberanía
y la política de cada país, coinciden
CAROLINA GOMEZ MENA
En
los conflictos armados la población civil es la que más padece,
sobre todo mujeres y niños, ya que no sólo deben enfrentar
la destrucción de sus familias, convertirse en refugiados y sufrir
el incremento de la pobreza, sino también experimentan humillaciones
físicas, como violaciones sexuales.
No obstante esta situación, las "políticas
belicistas, las guerras preventivas y las decisiones unilaterales"
marcan la pauta, y resoluciones como la 1325 de la ONU, relativa al resguardo
de mujeres durante los conflictos armados, "poco o nada se respetan".
Si en condiciones normales la ONU estima que en el mundo
una de cada diez mujeres es violada una vez en su vida, en algunos países
en guerra la cifra llega a duplicarse, y un ejemplo de ello se dio en Ruanda,
en donde aproximadamente "20 por ciento de las mujeres del país
fueron violadas durante el periodo 1994-95". Pero los casos abundan: en
Bangladesh, durante la guerra de la independencia en 1972, casi 400 mil
mujeres fueron violadas y en Yugoslavia se estima que más de 50
mil fueron sometidas a iguales agresiones.
Ante esta situación y el hecho de que las mujeres
son "invisibles" en los procesos de pacificación y reconstrucción
posconflictos, las legisladoras participantes en los trabajos de la novena
Reunión de Mujeres Parlamentarias, que se realizó el domingo
durante la 110 asamblea de la Unión Interparlamentaria (Uip), destacaron
que las congresistas del mundo deben tomar un papel "más activo"
en la exigencia de que se respeten los acuerdos internacionales en materia
de protección y apoyo a las mujeres en los episodios bélicos,
incidir para frenar los conflictos armados y en los organismos mundiales,
no sólo para atender los efectos que las guerras tienen sobre las
mujeres y los niños, sino también en agotar las posibilidades
antes de optar por las armas.
Atentado contra la equidad de género
Ante la senadora Dulce María Sauri Riancho -electa
ayer presidenta de la novena reunión-, legisladoras de 158 naciones
coincidieron en que las guerras, al agudizar la muchas veces precaria situación
femenina, son un elemento que atenta contra la equidad de género
y manifestaron que los procesos de paz deben tomar en cuenta a la mujer.
"Ninguna estrategia de paz será duradera si no participan las personas
del sexo femenino", estimaron.
Isabel Allende Bussi, diputada chilena por el Partido
Socialista, señaló en entrevista con La Jornada que
"lamentablemente vivimos en un mundo que parece no saber vivir en paz"
y fustigó que predominen los argumentos belicistas. "No me parece
que una potencia, por importante y hegemónica que sea, decida unilateralmente
una 'guerra preventiva' o si un país es democrático. Las
guerras afectan de manera especial a las mujeres, en ellas el maltrato
sexual y las violaciones son algo cotidiano, por eso debemos impulsar resoluciones
como la 1325, y fortalecer los organismos multilaterales y el Consejo de
Seguridad de la ONU para que se respeten sus resoluciones, así como
otros instrumentos de derecho internacional humanitario, como la Corte
Penal Internacional, pero para todo esto se requiere también mucha
voluntad política".
La parlamentaria sudamericana, hija de el ex presidente
Salvador Allende, también destacó el papel "mediador" y "conciliador"
de las mujeres, y citó como ejemplo lo ocurrido en su país,
cuando terminada la dictadura pinochetista la división política
hacía difícil llegar a acuerdos, y "fueron las mujeres las
primeras en dialogar y crear las bases de lo que hoy es la coalición
en Chile".
Kenia Serrano Puig, diputada del parlamento cubano, indicó
a este diario que la exclusión de la mujer en la resolución
de conflictos y en los procesos de paz tiene estrecha relación "con
el orden imperante".
La legisladora hizo hincapié en la necesidad de
que países como Estados Unidos "respeten la soberanía y política
de las naciones", con el objetivo de evitar la ocurrencia de guerras, "optar
por las resoluciones pacíficas de los conflictos y propugnar por
la justicia social". Asimismo, se pronunció porque las propuestas
de la Uip tengan mayor peso en la ONU, pues hasta el momento la unión
es sólo una instancia de consulta.
El senador chileno Sergio Páez, presidente de la
Uip subrayó la "mayor participación cualitativa y cuantitativa
de la mujer en esa instancia y en muchas organizaciones representativas
del mundo". Agregó que este sector ha contribuido a "generar un
ambiente político mundial más sensible".
Por su parte, Sauri Riancho destacó que fue justamente
en la ciudad de México, cuando hace 29 años se realizó
la primera Conferencia Internacional sobre los Derechos de la Mujer, "el
primer gran paso a escala mundial orientado a lograr la igualdad de las
mujeres y hombres".
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