México D.F. Martes 20 de abril de 2004
Habla Felipe Ponce, director de Ediciones Arlequín
La lucha desigual no impide auge de sellos autónomos
Desde Guadalajara promueve a autores locales
Su catálogo incluye poetas como Ricardo Yáñez
ARTURO JIMENEZ
Hace una década y ante la inexistencia de editoriales en Guadalajara, a Felipe Ponce, Gustavo Hernández y Alejandro Zapa, tres escritores y estudiantes de la carrera de letras, se les ocurrió crear un sello propio para publicar sus textos y los de sus compañeros de generación.
Así nació Ediciones Arlequín, sello que hasta 1999 había publicado 20 títulos, sobre todo de autores jaliscienses y para un público local.
Luego de un impasse para replantear el proyecto, reiniciaron actividades en 2001 y hasta el presente su catálogo ya creció a 40 libros.
Ahora sus tirajes, de entre mil y mil 500 ejemplares, se venden en todo el país distribuidos por la editorial Verdehalago.
''Aquí hay mercado, pero es muy pequeño y se reduce a unos cientos", dice vía telefónica Ponce, poeta, editor y director de Arlequín.
Trabajar desde Guadalajara es un poco más complicado, porque la mayor parte de sus lectores-compradores se ubican en el centro del país, sobre todo en la ciudad de México, agrega.
Ediciones Arlequín tiene cinco colecciones: Canto de Sátiro (poesía); El Gran Padrote (narrativa); Bajo Tantos Párpados (textos misceláneos, publicada con la Universidad de Guadalajara); Tiro de Gracia (reflexión), y Casa del Payaso (teatro).
Su catálogo incluye poetas, narradores y ensayistas desconocidos y conocidos, como Ricardo Yáñez, Ramón Fernández-Larrea, Jorge Esquinca, Raúl Aceves, Ricardo Castillo, Ricardo Sigala, César López Cuadras, Dante Medina, Luigi Amara y Alberto Chimal.
Ciudad sin una editorial
El área de servicios editoriales de Arlequín, como captura, corrección, edición, diagramación e impresión se encuentra bien, pero tiene que apoyar al aspecto editorial que se encuentra ''muy mal", porque el dinero de la venta de libros regresa a cuentagotas.
Pese a que considera que la lucha de las editoriales independientes es ''desigual", asegura que continuarán con su trabajo. Y da razones:
''Puede sonar exagerado, pero en Guadalajara nunca ha existido una editorial como tal, de verdad: que desde aquí apoye, busque autores, los promueva y los publique de manera decente. Pero eso sí, tenemos una gran feria internacional del libro."
Además, las filiales de las editoriales comerciales hacen poco, pese a que en la capital de Jalisco existe una amplia vida literaria, con espacios y público.
Por ejemplo, entre los jaliscienses que viven allá y han sido publicados por ellas, Ponce recuerda de momento sólo dos nombres: Eugenio Partida y Dante Medina.
Comenzar la consolidación
En su conjunto, Arlequín vive un momento para comenzar la etapa de ''crecimiento y consolidación", considera Felipe Ponce.
Inclusive han comprado los derechos de algunos autores extranjeros que editarán para presentar los volúmenes durante la próxima Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Como Cataluña será la región invitada de la feria, Arlequín publicará un volumen de cuentos del escritor catalán Manel Zabala y el poema La cosa aquella, en edición facsimilar, de Enric Casassas.
También saldrán dos libros de cuentos del chileno Francisco Coloane y, en colaboración con la editorial quebequense Ecrits des Forges, publicarán a los poetas Raúl Bañuelos y Francoise Roy.
Por primera vez, la Feria Municipal del Libro ofreció un pabellón exclusivo para editoriales independientes, que serán unas 10. Aparte, el ayuntamiento realizará con ellas algunas coediciones.
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