México D.F. Martes 20 de abril de 2004
Sin proyecto, grupos conservadores sólo
buscan derrocar a Chávez: vicepresidente
Marchan opositores venezolanos; exigen que se acepten
firmas para referéndum
Lamenta Vicente Rangel el aumento de la presión
política, rumbo a próximos comicios
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Caracas,
19 de abril. En coincidencia con la reciente maniobra del Senado colombiano,
el cual demandó la aplicación de la Carta Democrática
de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Venezuela, un grupo
de opositores se movilizó hoy hacia el Fuerte Tiuna, la mayor base
militar de Caracas, en un intento por presionar para que se reconozcan
las firmas que reunieron a finales de 2003 para convocar a un referéndum
revocatorio del mandato del presidente Hugo Chávez.
El gobernante fue quien introdujo esta norma en la Constitución
Bolivariana, aprobada plebiscitariamente en 1999, debido a que los gobernantes
abandonaban sus compromisos de campaña y violaban la voluntad de
los electores. Así, se dispuso que a la mitad del mandato podría
optarse por reunir firmas para convocar a un referéndum revocatorio.
De las rúbricas recolectadas, el Consejo Nacional
Electoral (CNE) confirmó la validez de más de un millón
800 mil y determinó que 143 mil 930 eran falsas. Rechazó
573 (de personas fallecidas, menores de edad o repetidas en diversos lugares)
y mandó a reparo (rectificación) 879 mil, presentadas en
las llamadas planillas planas, las cuales presentaban una caligrafía
igual.
Hay sectores de la opositora Coordinadora Democrática
dispuestos a negociar con el CNE y otros que quieren confrontarse con el
gobierno, ahora que se conoce que han recibido ayuda considerable de Washington
para ese fin. Los opositores recurrieron a la sala electoral del Tribunal
Supremo, el cual, legalmente, no puede tomar decisiones sobre el tema,
y dispuso validar todas las firmas, lo que fue rechazado por la sala constitucional
del mismo tribunal. Esto puede llevar a un callejón sin salida y
se teme que se intente poner en marcha otro tipo de acciones, como las
llevadas a cabo por la oposición entre el 27 de febrero y el 4 de
marzo pasado en Caracas y otros lugares del país, que dejaron nueve
muertos y más de 100 heridos.
El gobierno denunció entonces el plan Guarimba
de la oposición, destinado a crear violencia y caos, en el contexto
de una reunión del Grupo de los 15 y la visita de algunos presidentes
a Venezuela.
La oposición necesita validar unas 600 mil firmas
objetadas para sumar 2.4 millones para el referendo contra el mandato de
Chávez. Pero el problema es que nadie asegura a los opositores que
puedan derrotar a Chávez, quien tiene buen apoyo popular, estimado
entre 60 y 70 por ciento. La oposición, que muestra divisiones,
ha comenzado otra nueva acción, convalidada por el "frente externo",
la ultraderecha colombiana, a la que se sumaron el subsecretario del Departamento
de Estado estadunidense, Roger Noriega, y el senador demócrata por
Florida, Hill Nelson, quien acaba de acusar al gobierno venezolano de "inamistoso
y hostil" con Estados Unidos. Sostuvo además que la administración
de Chávez bloquea los intentos de la oposición local para
activar un referéndum revocatorio.
El gobierno de George W. Bush reconoció que ha
apoyado los "intentos democratizadores" de la oposición venezolana
canalizando más de 10 millones de dólares para apuntalar
estas acciones, que incluyeron el golpe de Estado de abril de 2002 y el
"golpe petrolero" de finales de 2002 y principios de 2003. Por su parte,
el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, señaló
a La Jornada que Venezuela hace todos los esfuerzos para mantener
relaciones serias con Washington, pero no puede quedarse callada ante las
"constantes irresponsabilidades" de algunos funcionarios que complican
la situación.
Rangel sostuvo también que "realmente cualquiera
puede comprobar lo que sucede con las firmas. No han reunido las suficientes
y la legislación prevé el reparo de las no validadas, pero
lamentablemente la oposición no tiene interés de respetar
a la autoridad competente, que es el CNE. Trata de buscar subterfugios
en el Tribunal Supremo. Además, si estas rúbricas son válidas,
¿por qué la negativa a la verificación? Si esto no
se lleva a cabo, no sería legal ni constitucional. El mayor problema
de la oposición es que hay fuertes disputas internas y que no tiene
proyecto. Su único objetivo es derrocar a Chávez".
Desde su punto de vista, la oposición no quiere
esperar más tiempo porque el desarrollo de todos los proyectos en
marcha está mostrando a la población "que es posible un cambio,
que hay futuro".
Rangel se refiere al apoyo popular que han logrado el
proyecto Barrio Adentro (médicos cubanos que han atendido a millones
de venezolanos pobres), el programa Robinson (de alfabetización),
las misiones Ribas y Sucre (que incorporan a la educación secundaria,
media superior y universitaria a miles de jóvenes pobres, por primera
vez en la historia venezolana), y la misión Vuelvan caras (emprendimientos
y cooperativas de generación de empleo).
Todo esto significa "pasos de consolidación" a
los que se ha referido Chávez. "Esto desespera a una oposición
que no se da tregua", ni siquiera de cara a la contienda electoral, en
la cual se disputarán gubernaturas y alcaldías en agosto
próximo, después de siete procesos electorales que ganó
el presidente entre 1998 y 2001 y de una constante golpista que se expresó
en diversas oportunidades.
La desesperada carrera por las cuotas de poder ha provocado
en la oposición una pequeña "guerra de escorpiones". Hay
un nuevo récord nacional: 673 candidatos disputan 24 gubernaturas
y 5 mil 165 van por 336 alcaldías.
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