México D.F. Martes 20 de abril de 2004
Autora de Anábasis maqueta, libro
galardonado con el premio Gilberto Owen 2002
Propone Carla Faesler un viaje del alma mediante la
poesía
La escritora traslada la iniciación sugerida
''al terreno del ser humano de a pie''
Se trata del primer volumen en ese género con
el que se estrena una editorial independiente
ARTURO JIMENEZ
El libro Anábasis maqueta es un viaje del
alma a la manera de la poesía de arrebato místico pero, si
puede decirse, realizado en el ámbito terrenal, no divino, y como
una forma de conocer la condición humana y el mundo que se vive.
''Desde
el principio quería que este poemario fuera una suerte de viaje
en el que se buscara una luz sobre las cosas", dice la autora Carla Faesler,
quien por este libro recibió el Premio Nacional de Literatura Gilberto
Owen 2002.
Este es el primer volumen de poesía de la firma
independiente Editorial Diamantina e incluye un prólogo visual de
Pedro Friedeberg: dos figuras humanas con cabezas de lunas y peces.
"El anábasis es un término literario que
describe el viaje del alma. La divina comedia, de Dante, o el Primero
sueño, de Sor Juana, son viajes del alma", explica en entrevista
Faesler, también participante con otros escritores en el compacto
de poesía y música electrónica Urbe Probeta.
''Pero no quería hacer un anábasis, que
es como una altura literaria superior, y por eso le puse maqueta", dice,
como una forma de señalar que es un simulacro o un modelo. Además,
agrega:
''De
manera tradicional, en el anábasis el resultado de la investigación
o ascenso del alma es bajo el entendimiento de que existe un orden divino
y que, justamente, es como una llegada a Dios, quien tiene los hilos del
mundo en que vivimos.
''Y yo me mantengo en la cuestión puramente humana,
terrenal, material. Por eso es un anábasis maqueta: es un alma,
pero un alma que hacia el final se descubre más humana que divina."
Así, el viaje de Faesler pretende conocer ''el
principio del todo". Es un viaje de iniciación, agrega, ''pero trasladado
al terreno del ser humano de a pie".
Los ánimos del maquetista
Como la metáfora esencial es un maquetista, que
busca por la condición humana, éste comparte el viaje por
sus cinco estados de ánimo o partes del poemario.
En el Prurito se aborda ''el deseo excesivo de la búsqueda
y del cuestionamiento de nosotros mismos"; la Agripnia ''es el estado de
vigilia y alerta, relacionado con la angustia".
En el Trance ''accedemos a un conocimiento, aunque no
mediante los sentidos sino de la inconciencia"; el Posma ''es la pausa
en la que todo lo engullido empieza a cobrar sentido, es un descanso en
el viaje, un oasis en el desierto".
Al final está el Regüeldo, ''un eructo que
es la experiencia y en el que el maquetista, después de haber tragado
todas esas vivencias, realiza una exhalación que es como la toma
de conciencia de lo profundamente humano, que incluye la violencia".
El libro, aclara, no se creó como la reunión
de varios poemas dispersos, sino como un ''proyecto más integral,
más hilado, que tuviera secuencias lógicas y fuera muy coherente".
Y no es, dice, para quien la métrica es muy importante,
una poesía entendida como mensaje esencial, sino más bien
''una poesía de lo cotidiano, la sospecha y la duda, pero sobre
todo del lado misterioso del ser".
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