México D.F. Martes 20 de abril de 2004
"Nunca dejó de delirar", asegura su siquiatra
Carlos Castañeda de la Fuente leía la Biblia todos los días, y en cualquier conversación con él siempre hablaba de lo mismo; no fue un paciente conflictivo, problemático o agresivo. "Eso sí, siempre era delirante y alimentaba mucho sus delirios en razón de sus creencias místicas", aseguró el siquiatra Horacio Trujillo, a quien desde 1970 tocó conocer al hombre que el 5 de febrero de ese año pensó en asesinar al presidente Gustavo Díaz Ordaz.
"Era un paciente esquizofrénico y paranoico. Sus trastornos comenzaron desde que era joven, como suele ocurrir con la esquizofrenia. A Carlos Castañeda se le llevaba a la clínica siquiátrica. Una forma de aprender para los que quieren entrarle a la siquiatría es la parte práctica, Ƒno? Castañeda era comúnmente puesto en esa escoleta clínica."
-ƑRealmente presentaba deficiencias mentales?
-Sí, era un paciente esquizofrénico, presentaba indicios de una evolución de su trastorno mental. Era obvio, él sentía que el presidente era el culpable de buscar la abolición del derecho de huelga.
El galeno, quien aún labora en el hospital Samuel Ramírez Moreno, se refirió así al llamado pabellón 6, donde existen dos celdas de dos por tres metros, en las cuales el grueso enrejado estaba recubierto con mica de alto impacto y la comida se pasaba al interno por una pequeña puerta colocada a la mitad de la reja. Para tomar el sol Castañeda utilizó un espacio de no más de un metro por dos.
"Le gustaba leer periódicos, leía todo lo que se abocara a la parte política, pero más la Biblia; nunca dejó de delirar, aun con el tratamiento."
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