México D.F. Martes 20 de abril de 2004
La Iglesia debe responder con eficacia a los
problemas de nuestro tiempo, opina Bertello
Falta compromiso de fieles y jerarcas para transmitir
la fe, critica la CEM
JOSE ANTONIO ROMAN
En una seria autocrítica, el presidente de la Conferencia
del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago,
cuestionó la falta de compromiso, irresponsabilidad y excesivo protagonismo
individual de fieles, sacerdotes y hasta de la jerarquía católica
para realizar una eficaz acción pastoral y una exitosa transmisión
de la fe.
Tras
señalar que son muchos y muy ricos los documentos pastorales emanados
de la Conferencia Episcopal -que han abordado prácticamente toda
la realidad social, política, cultural y religiosa del país-,
el prelado cuestionó si efectivamente los sacerdotes y los fieles
laicos se han comprometido para hacer realidad estos proyectos pastorales.
Incluso, al referirse directamente a los obispos, se preguntó si
ellos mismos no han fallado en que estas orientaciones finalmente estén
convertidas en "letra muerta".
Al inaugurar anoche la 77 asamblea plenaria de la CEM,
y ante más de un centenar de jerarcas eclesiásticos de todo
el país, Martín Rábago recordó parte de las
conclusiones de la asamblea pasada, en la que se pide a los obispos no
olvidar que son pastores, evitando con cuidado caer en una pastoral meramente
funcional. "No somos burócratas al servicio de las cosas sagradas",
pues el llamamiento a la vocación episcopal es a vivir inspirados
en el modelo de Cristo.
En la sede episcopal de Lago de Guadalupe, en el municipio
mexiquense de Cuautitlán, los obispos estarán reunidos hasta
el próximo viernes, tiempos en los que presentarán no sólo
los planes y programas que serán aplicados en el trienio 2003-2006,
sino que además revisarán la estructura de la conferencia
y, en particular, la articulación de las más de 20 comisiones
episcopales en que está dividido el trabajo de los obispos.
El presidente de la CEM señaló que aun cuando
es "urgente" dicha revisión, también es "complejo" y todavía
no está suficientemente claro. Pidió a los obispos que antes
de pensar en revisar las estructuras y proponer, tal vez apresuradamente
cambios de organización, se fortalezca el ánimo que debe
iluminar este proceso, desde sus inicios, su continuación y puesta
en práctica.
Lo anterior resulta de que desde hace varias asambleas
existen propuestas que han planteado la necesidad de fusionar comisiones
y crear otras, pero aún no existen acuerdos. Incluso, por varias
razones -una de ellas la última visita de Juan Pablo II a nuestro
país- se retrasó más la discusión sobre la
restructuración episcopal.
Martín Rábago, quien apenas fue electo en
la asamblea en noviembre pasado, señaló que más allá
de una simple restructuración, los obispos deben tener el objetivo
de estos cambios, que es el de cumplir con eficacia su tarea de anunciar
el evangelio.
En este sentido, señaló que en la cultura
actual se descubren muchos signos que podrían engendrar cierto pesimismo
y desánimo, pues aumenta permanentemente el número de las
personas que se dicen "sin religión", crece el "analfabetismo religioso"
entre las nuevas generaciones y muchas acciones que están alejadas
del Evangelio se ven fortalecidas por diversas legislaciones, provocando
que el sentido moral de las cosas sea eclipsado.
El también obispo de León expresó
que, conforme lo planteó la pasada asamblea, hay una urgencia de
la Iglesia para saber leer, a la luz de la fe, los acontecimientos del
México de hoy y proponer respuestas pastorales eficaces. Pero aclaró
que la conversión pastoral no se limita al análisis de los
medios y de los métodos, no pretende solamente verificar la eficacia
de las estructuras; más bien, y de manera sustancial, está
dirigida a la conversión de la Iglesia que anuncia la salvación
a los hombres de hoy.
Insistió en que los cambios culturales del momento,
fruto, en gran parte, del fenómeno de la globalización, están
pidiendo a la Iglesia una mirada inteligente. "Son realidades que nos interpelan,
que nos exigen no encerrarnos sólo en lo inmediato; nos piden una
respuesta a una velocidad acorde a la rapidez de los cambios; se trata,
hay que reconocerlo, de un difícil desafío".
En el acto también participó el nuncio apostólico
Giuseppe Bertello, quien subrayó que la Iglesia debe responder con
prontitud y eficacia a los problemas de nuestro tiempo, tratando siempre
de orientar a la sociedad, ayudándola a progresar en el campo de
los valores morales, por medio de un sereno discernimiento de las diversas
circunstancias y acontecimientos que se presentan.
Señaló que en una época en la que
se vive como si no existiera Dios y con un relativismo moral creciente,
la voz de la Iglesia "puede dar una respuesta creíble a los desafíos
que provienen del actual contexto social y cultural".
En su momento, el secretario general del Episcopado, Carlos
Aguiar Retes, rindió un informe pormenorizado de los acontecimientos
eclesiales más importantes ocurridos de la pasada asamblea a la
fecha, incluyendo la exoneración de la PGR al cardenal Juan Sandoval
Iñiguez, acusado de lavado de dinero.
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