MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Barones del dinero, contra el modelo

Cooperan empresas con la fábrica de pobres
Benéfica relación con la clase política enana

LOS "ALIADOS NATURALES" de Vicente Fox vuelven a retorcerse y se lanzan contra el gobierno del "cambio" ante los magros resultados ofrecidos. Sin embargo, como casi todo en la vida, esta reacción también tiene su lado positivo: los barones de Monterrey, por fin, se dieron cuenta de que México "está convertido en una fábrica de pobres y emigrantes".

EL INQUILINO DE Los Pinos les inauguró su regia asamblea anual y parece no haber escuchado sus reclamos, porque de otra suerte les habría dicho -como en su momento a Carlos Slim-: "no entiendo muy bien" la inconformidad empresarial ni a qué se refiere cuando se habla de que el modelo económico por él defendido y aplicado no funciona, porque sus respectivas empresas "crecen muy bien, cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores y obtienen abundantes utilidades".

CINCO FUERON LOS barones del dinero que se manifestaron en tal sentido durante la asamblea de la Caintra en Monterrey: Dionisio Garza Medina, del Grupo Alfa; José Antonio Fernández Carvajal, del Grupo Femsa; Lorenzo Zambrano, del Grupo Cemex; Claudio X. González, de Kimberly Clark México, y Antonio del Valle Ruiz, del Grupo Kalos, la mayoría de ellos orgullosos miembros de la familia Forbes.

LORENZO ZAMBRANO SE animó a comentar que "un sistema político que en 70 años suprimió la participación ciudadana nos ha hecho una clase política enana que no ve más allá de mañana o pasado mañana", pero olvidó mencionar que ese mismo sistema fue el que apadrinó fortunas como las amasadas por las selectas familias regiomontanas, entre ellas la del cementero, las cuales aceptaron la transacción: a cambio de la "libre" y abierta participación en la vida política del país, recibieron jugosos contratos de obra gubernamental, exenciones fiscales, permisos para esto y aquello, "rescates" y "saneamientos" cuando así lo requirieran y, en fin, buena parte del erario a su disposición.

UNA CLASE POLITICA enana, sí, con una cúpula empresarial también enana, que contribuyeron -contribuyen- a que México se mantenga como una enorme fábrica de pobres y emigrantes que se niega.

ZAMBRANO, COMO LOS otros distinguidos miembros de la cúpula empresarial, difícilmente podrán olvidar -aunque en público no lo recuerden- que sus muy buenas relaciones con esa clase política enana les abrieron las puertas para la obtención de jugosos préstamos, subsidios y demás generosidades del presidente de la República en turno.

EN ALGUN LUGAR de su memoria Dionisio Garza Medina, presidente del Grupo Alfa, tendrá almacenada aquella información relativa al descomunal cuan ilegal crédito que de Banobras y por instrucciones del presidente López Portillo recibió el consorcio que hoy preside para salvarlo de la quiebra, resultante de la voracidad y los excesos cometidos por la dirigencia de aquel entonces, encabezada por Bernardo Garza Sada.

ALREDEDOR DE 17 mil millones de pesos de aquella época recibió el Grupo Industrial Alfa, monto que a los barones de Monterrey les hizo olvidar, aunque fuera momentáneamente, la frivolidad, el nepotismo y la abierta corrupción que tanto criticaban, tras bambalinas, del mandatario en turno.

TAMPOCO PODRAN OLVIDAR la generosidad del erario que en 1983 y por instrucciones del presidente Miguel de la Madrid se abrió de par en par para canalizarles un inagotable subsidio cambiario que les permitiera hacer frente a su descomunal deuda externa -tan grande o mayor que la del país, proporcionalmente hablando- con un tipo de cambio preferencial, mientras los mexicanos de a pie a duras penas sobrevivían en medio de una crisis atroz, con salarios de hambre.

EN SU POROSA memoria, la cúpula empresarial no podrá hacer a un lado la brutal fuga de capitales, practicada con milimétrica perfección; la especulación bursátil y cambiaria que incrementó velozmente sus haberes, el Fobaproa, el rescate de empresas privadas con dineros públicos, y tantas y tantas otras coberturas que a lo largo de los años le diera esa tan cuestionada clase política enana.

POR ELLO, NO sólo el modelo económico que hoy critican y del que han sacado raja a más no poder es el causante de lo que hasta ahora parecen enterarse: que México se ha convertido en una fábrica de pobres y emigrantes.

LOS MEGAEMPRESARIOS han mostrado su temor de que la crisis, la mencionada fábrica de pobres y emigrantes, y la falta de crecimiento provoquen el "regreso del populismo". En los hechos; sin embargo, deberían recapacitar sobre sus temores, porque fue justamente en esos tiempos -que hoy llaman fatídicos- cuando sus respectivas cajas registradoras no dejaban de sonar.

PREOCUPADOS, PUES, POR la fábrica de pobres y las clases enanas, los barones tampoco piensan dar un paso adelante. Días atrás se comentaba en este espacio que el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, advertía que "la inversión privada acumulada en el país es todavía negativa", lo que representa una alarmante señal que "no había ocurrido en ningún periodo consecutivo de tres años que yo recuerde de la historia moderna del país".

LA AUSENCIA DE crecimiento y de empleo no sólo se deriva de un modelo que no ha funcionado para la mayoría de los mexicanos, sino de la inexistencia de inversión pública y privada en la estructura económica nacional. De acuerdo con las cifras del INEGI, la inversión fija bruta total en el país se desplomó cerca de 14 por ciento en el primer trienio del "cambio"; de los 36 meses del periodo, en 32 se reportó descenso en este renglón.

SI LOS BARONES se muestran insatisfechos con el raquítico crecimiento de la economía mexicana, Ƒqué pensarán los mexicanos de a pie?

Las rebanadas del pastel:

SI LA CUPULA empresarial mantiene su posición de no arriesgar, entonces deberá preocuparse ya no de los pobres sino de la fábrica de emigrantes, porque el ambiente social tiende a enturbiarse y tarde que temprano terminarán en Miami.

[email protected]