México D.F. Jueves 15 de abril de 2004
Deploran decenas de miles la reforma en pensiones
Llama sindicato del IMSS a crear frentes de resistencia
Se solidarizan líderes de UNT, FSM, SME y STUNAM
FABIOLA MARTINEZ
Decenas de miles de trabajadores convocados por el sindicato
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) marcharon ayer por las
calles del Centro Histórico de la capital para exigir un "compromiso
solidario y un pacto nacional" para hacer frente a la crisis del organismo.
En
todo el trayecto de la movilización, que culminó con un mitin
en el Zócalo, los afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores
del Seguro Social (SNTSS), encabezados por Roberto Vega Galina, reiteraron
que no aceptarán una reforma al régimen de jubilaciones y
pensiones en los términos que plantea el instituto.
Acompañados por otros grupos que integran la Unión
Nacional de Trabajadores (UNT) y el Frente Sindical Mexicano (FSM), los
afiliados al SNTSS se manifestaron en favor del diálogo, pero adviriteron
que cualquier viraje en la estrategia del consejo técnico del organismo
"hacia una reforma legal o la vía de los tribunales" será
motivo para emplazar de inmediato a "huelga nacional". Por lo pronto convocaron
a los trabajadores a crear "frentes estatales de resistencia" en defensa
de la seguridad social.
Subrayaron que no son los responsables de la situación
financiera por la que atraviesa el instituto y, en ese sentido, rechazaron
"la campaña de desprestigio promovida desde el gobierno y el sector
patronal en algunos medios de comunicación" para señalar
a los trabajadores como los únicos responsables de la crisis referida.
"¡Qué poca madre, qué poca madre!", fue el constante
grito colectivo.
Culparon a las administraciones anteriores del IMSS de
haber provocado el quebranto en las finanzas del organismo, origen del
pasivo laboral que ya rebasa, según datos oficiales, los 400 mil
millones de pesos, es decir, el monto necesario para asegurar el pago de
las pensiones de 120 mil empleados en retiro y el costo del contrato colectivo
(y sus futuras jubilaciones) que beneficia actualmente a poco más
de 360 mil trabajadores en activo.
Protesta sin contratiempos
La marcha de ayer, realizada en cumplimiento de los resolutivos
del pasado consejo nacional del SNTSS, se realizó sin contratiempos.
El principal contingente, encabezado por el comité ejecutivo de
ese gremio, partió de la glorieta del Angel de la Independencia,
en Paseo de la Reforma. Los trabajadores avanzaron a prisa y al calor de
la caminata sólo hilvanaron algunas consignas ya tradicionales en
este tipo de protestas. Quedó claro que el objetivo no era la creatividad,
sino llegar lo más pronto posible al Zócalo.
En el cruce de Reforma y avenida Guerrero, a un costado
de la torre de El Caballito, se incorporaron a la columna principal miles
de trabajadores de la UNT y el FSM, afiliados del sindicato de telefonistas,
con Francisco Hernández Juárez a la cabeza y, en esa misma
esquina, los del SME, dirigidos por Rosendo Flores.
Ya por avenida Juárez se empezó a medir
la dimensión de la movilización. La Secretaría de
Seguridad Pública capitalina calculó 30 mil, mientras los
organizadores de la protesta hablaban, primero de 50 mil, y al final de
la jornada aseguraron que el contingente superó los 120 mil.
Lo cierto es que la calle Madero, justo en la esquina
de la Torre Latinoamericana, resultó demasiado angosta para dar
cabida a la amplia y nutrida hilera de trabajadores. Minutos después
llegó al Zócalo la descubierta integrada con el comité
ejecutivo en pleno del SNTSS y, del brazo de Vega Galina, los líderes
del sindicato de la UNAM y de tranviarios, Agustín Rodríguez
y Benito Bahena, respectivamente.
Fue necesario esperar en principio más de 30 minutos
para que se iniciara el mitin porque no terminaban de llegar miles de trabajadores
del SNTSS. El Zócalo se llenó. La primera en tomar el micrófono
fue Beatriz Contreras, de la asociación de jubilados del IMSS Nuevos
Horizontes, quien repasó los argumentos que el sindicato ha esgrimido
para rechazar una reforma al régimen de pensiones.
En ese momento empezó a circular, de mano en mano,
un documento en el que se precisa el sueldo del director general del IMSS
(213 mil 590.09 pesos, mientras un médico familiar percibe 19 mil
59 pesos al mes y una enfermera especialista, por ejemplo, 10 mil 702 pesos).
Hasta ese momento dos gritos lograron multiplicarse: "¡Auditoría
al IMSS! ¡Destitución de Santiago Levy!"
No obstante, la gente no se movió de su lugar,
escuchó atenta, sin la gritería ensordecedora de otras concentraciones.
Más barullo había en el atiborrado templete de la denominada
"Jornada por la defensa de la seguridad social y las instituciones". Ahí
estaban los ex dirigentes del SNTSS Antonio Rosado y Fernando Rocha, así
como decenas de los comisionados, choferes y guaruras que siempre acompañan
a los líderes. Por ahí se movía Hernández Juárez,
quien sin empacho alertaba del "riesgo" de dejar pasar la reforma en el
IMSS "porque después irán sobre las pensiones del ISSSTE,
las paraestatales y las empresas del sector privado", como la suya, Telmex.
"Por eso estamos metidos en esto hasta el fondo", subrayó.
Rosendo Flores, como en los mítines del SME, se
refirió al "nuevo gobierno" que sí aprueba el apoyo al rescate
bancario y al pago de la deuda externa pero se niega a fondear las prestaciones
sociales.
Rechazó el argumento difundido desde la Presidencia
de la República sobre las consecuencias de no reformar los esquemas
de jubilaciones. "Nos oponemos a que sólo sea utilidad pública
la cartera de los banqueros", apuntó Flores.
"La alerta está clara. El mal gobierno pretende
acabar con toda la política social. No oye ni ve a los sindicatos
de este país, por eso hoy como ayer respaldamos su exigencia para
resistir y fomentar un compromiso solidario", agregó.
Eran las seis de la tarde y seguían entrando trabajadores
al Zócalo. Tocó el turno a Hernández Juárez;
aseguró que para el gobierno "la única forma de dejarnos
en paz es que todos seamos trabajadores miserables, trabajadores muertos
de hambre". Estemos atentos, apuntó, porque van a intentar aplicar
una solución de fuerza, "¡pero si optan por ese camino tenemos
que emplazar a huelga y nosotros, la UNT, estaremos con ustedes hasta las
últimas consecuencias!"
El mismo mensaje respaldó Rodríguez Fuentes
y, al final, tomó el micrófono Vega Galina, quien horas antes
fue llamado a la oficina del secretario del Trabajo, Carlos Abascal, para
allanar el camino de la negociación.
En el cierre del mitin poco miró el discurso de
cinco cuartillas, redactado para ser leído en su primer acto masivo
como líder del SNTSS.
Con todas las miradas puestas en él, su garganta
poco respondió; severamente afectado de la voz, el doctor empezó
su participación con una frase que sorprendió inclusive a
los suyos:
"¡Les guste o no les guste, yo soy el secretario
general del sindicato del Seguro Social! ¡El problema no es Roberto
Vega ni el SNTSS, sino las administraciones que han provocado la crisis!
"Entiendan, desprestigiar a los trabajadores es desprestigiar
a las instituciones; el IMSS no está en quiebra porque ello significaría
que el sistema económico nacional ha fracasado. Entiendan, los trabajadores
no tenemos la culpa de las prestaciones que tenemos, mismas que hemos ganado
a lo largo de 61 años de vida sindical", prosiguió.
Su mensaje fue muy breve, pareció que el abrupto
inicio arrasó con su voz; el discurso duró apenas algunos
minutos, suficientes para reiterar que sus representados no son empleados
privilegiados ni los causantes de la crisis que mantiene al Seguro Social
postrado desde hace dos décadas al menos.
Advirtió que no permitirán intromisión
en la vida interna sindical y que la responsabilidad de la situación
actual del Seguro Social es de todos.
"Se han manifestado contra nuestra unidad pero desde aquí
les decimos que nadie nos arrebatará lo que es de todos, por lo
que daremos la lucha hasta el final", concluyó el dirigente.
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