México D.F. Viernes 9 de abril de 2004
Al IPAB, más de 193 mil 500 millones
de pesos en recursos fiscales, en cuatro años
Incongruencias en programa de apoyo a deudores: Di
Costanzo
Concluyó en 2000 y se le han destinado
40 mil millones de pesos adicionales, afirma el experto Desacuerdo
de diputados con la conclusión de que se cumplió con un objetivo
social
ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
El monto de los recursos fiscales destinados al Instituto
de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) asciende a 193 mil 510 millones
de pesos de cuatro años a la fecha, según los informes de
las finanzas públicas y los presupuestos de Egresos de la Federación.
De esa cifra, 136 mil 215 millones de pesos se han ocupado
para el pago de la deuda heredada por el Fondo Bancario de Protección
al Ahorro (Fobaproa) como resultado del fracasado rescate de la banca privada;
el resto, 57 mil 295 millones de pesos, se aplicó al Programa de
Apoyo a Deudores.
En
tanto, un análisis elaborado por el Centro de Estudios de las Finanzas
Públicas de la Cámara de Diputados expresó su desacuerdo
con la conclusión a la que llegó la Auditoría Superior
de la Federación (ASF), la cual en el informe sobre la Revisión
de la Cuenta Pública para 2002 afirmó que ''estos programas
han cumplido satisfactoriamente con el objetivo social para el que fueron
creados". Adicionalmente, señaló, "los recursos fiscales
se han destinado de conformidad con la legislación y normativa,
excepto por la falta de documentación comprobatoria en la aplicación
de estos programas en el BNCI y Banrural''.
En cambio, la otra revisión, elaborada por el analista
Mario di Costanzo, hace evidente que no existe congruencia entre los recursos
presupuestales destinados a estos programas y las obligaciones derivadas
de su aplicación en los registros de los pasivos del IPAB.
Di Costanzo sostiene en su análisis: ''Si revisamos
los recursos presupuestarios que han sido destinados a estos programas
en los presupuestos de egresos de la Federación de los últimos
cuatro años, y los comparamos con los pasivos que tiene registrados
el IPAB, se observa que no existe una relación definida entre las
obligaciones derivadas de la aplicación de estos programas y registradas
como pasivos del IPAB, y las asignaciones que se han otorgado vía
el Presupuesto de Egresos de la Federación''.
El costo fiscal estimado por las autoridades hacendarias
para el Programa de Apoyo a Deudores se calculaba en poco más de
17 mil millones de pesos en 2000. Sin embargo, a la fecha ya se han destinado
más de 57 mil millones y sólo en el presupuesto para 2004
tuvieron un incremento de 6 mil 645 millones de pesos.
En 2003 el IPAB tenía consignados sólo 4
mil 532 millones de pesos como pasivo (deuda) originado por el Programa
de Apoyo a Deudores de la Banca. Pero solicitó una partida de 6
mil 720 millones de pesos a la Cámara de Diputados, vía Presupuesto
de Egresos 2003, para el mismo programa; es decir, 2 mil 188.8 millones
de pesos más que la deuda que tenía registrada por este concepto.
En la revisión del ejercicio fiscal de 2002 se
reportó un pasivo por el mismo concepto de 4 mil 788 millones de
pesos y la Secretaría de Hacienda solicitó recursos presupuestarios
por 16 mil 884 millones de pesos. Para 2004 se estima que la deuda del
IPAB en ese ámbito será de sólo 4 mil 300 millones
de pesos, pero en el Presupuesto de Egresos de la Federación de
este año se asignaron 13 mil 365 millones al Programa de Apoyo a
Deudores de la Banca.
''Por lo anterior -sostiene el análisis de Mario
di Costanzo- es preciso revisar el manejo que tanto el IPAB como los bancos
le han dado a los Programas de Apoyo a Deudores, incluyendo la venta de
activos, la recuperación de cartera y quebranto de créditos,
sobre todo porque los Programas de Apoyo a Deudores prácticamente
concluyeron en el año 2000 con el programa conocido como Punto Final'',
y no existe a la fecha una argumentación para que los recursos fiscales
destinados en 2004 hayan tenido un incremento tan importante''.
La información disponible hasta el momento sugeriría
que durante 2003 se podrían haber incluido restructuras y quitas
a determinados deudores, sin el conocimiento público. Además,
la venta de activos realizada por el IPAB, así como la recuperación
de cartera, son muy inferiores a lo programado originalmente; de hecho
se estima que por cada peso en posibilidad de recuperar, el IPAB sólo
ha recobrado 13 centavos, es decir, sólo el 13 por ciento del total
potencial.
Las Udi
El Fobaproa estableció programas de apoyo a los
deudores y a los bancos, entre los que destacaron el de Apoyo para los
Deudores de la Banca, el Acuerdo para el Financiamiento del Sector Agropecuario
y Pesquero, el de Apoyo Financiero y Fomento a la Micro, Pequeña
y Mediana Empresas, Beneficios Adicionales a los Deudores de Créditos
para Vivienda, Apoyo para Deudores de Créditos de Vivienda, y Beneficios
Adicionales a la Planta Productiva y Punto Final.
Estos programas disminuyeron el servicio de la deuda pero
no el saldo, lo cual provocó que, dada la situación económica,
los deudores tampoco pudiesen cumplir con sus obligaciones, pues con la
introducción de las Unidades de Inversión (Udi) el problema
se agravó debido a que la deuda, al quedar denominada, aumentó
en línea con la inflación, lo que no sucedió con el
ingreso de las personas. De esta manera, las deudas se actualizaron con
el crecimiento de los precios al consumidor y los ingresos de los deudores
decrecieron en términos reales.
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